Agüero tuvo un ataque de llanto
Brenda Agüero, la enfermera acusada de inyectarles potasio a bebés y provocarle la muerte a cinco de ellos en el Hospital Neonatal de Córdoba, lloró previo al comienzo del juicio por jurados en la causa que la tiene como principal responsable.
La enfermera arribó el lunes a la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba junto con su abogado Gustavo Nievas y frente a las cámaras se mostró "angustiada" y con un ataque de llanto antes de que comience el juicio, al cual llegó acusada del delito de homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado en el caso de los cinco bebés y de tentativa de homicidio por los ocho recién nacidos que sobrevivieron.
En el video que registró la periodista cordobesa María Ester Romero, se observa cuando su defensor le sirve agua en un vaso de plástico y Agüero, en medio de una crisis, se agarra el pecho.
Imputados.
En la causa hay otros 10 imputados, se tratan de ex funcionarios provinciales y autoridades del hospital donde ocurrieron las muertes entre marzo y junio de 2022.
A la ex directora del hospital Liliana Asís se la acusa de encubrimiento agravado, falsedad ideológica y omisión de deberes de funcionaria pública.
Mientras que a los demás, entre los que se encuentra el ex ministro de Salud de la provincia, Diego Cardozo, por encubrimiento e incumplimiento de deberes.
Víctimas.
El 18 de marzo de 2022 falleció la primera víctima, Francisco Calderón Cáceres, a horas de nacer por cesárea. Su madre y él estaban sanos tras el parto. El mismo día, otro niño se descompensó en el Materno Neonatal, pero sobrevivió.
A la familia de Francisco Calderón Cáceres se le entregó el certificado de defunción. La única sospecha sobre la causa de muerte era que algo había pasado con la vitamina K, un complemento que se le aplica a todos los recién nacidos para que la sangre coagule normalmente y ayude a activar sus órganos. Ante esta situación, el hospital cambió los lotes de esa sustancia. Pero los casos siguieron ocurriendo.
A fines de abril sucedió otra muerte dudosa, en un contexto similar al de Francisco Calderón Cáceres. La madre estaba sana. El bebé, al nacer, también.
Durante esos días también se detectó otro indicio que sería determinante en la causa: madres, médicos y enfermeros detectaron pinchazos inexplicables en varios recién nacidos.
El horror fue aún más grande con el correr de los días. El 24 de mayo de 2022 se registró la tercera muerte de un bebé en el Neonatal: se llamaba Ibrahim Guardia. Aunque puertas adentro del hospital las sospechas de que algo estaba pasando ya eran evidentes, a este niño tampoco se le practicó una autopsia. Pocos días antes, incluso, había aparecido el sexto recién nacido con marcas de inyecciones en su cuerpo.
Entre el 6 y el 7 de junio la situación explotó. En esas horas dos bebés murieron y otros dos se descompensaron: así se completaron los 13 ataques que se analizarán en el juicio.
Luego de dos denuncias se abrió un sumario administrativo en el Ministerio de Salud, y se apartó del hospital a 15 profesionales de la salud, entre ellos la enfermera Brenda Agüero. Desde ese día desaparecieron los pinchazos, las descompensaciones y las muertes de bebés. (NA)
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