Cumbre entre Alberto y Cristina en Olivos

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunieron ayer en la Quinta de Olivos analizando la situación económica luego de otra semana de turbulencias y las medidas a tomar que, en principio, quedarán para la semana que viene.

 

En este marco, la ministra de Economía, Silvina Batakis, partió anoche rumbo a Estados Unidos donde mañana mantendrá su primer encuentro personal con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, con la expectativa de traer de vuelta alguna buena noticia en cuanto a la flexibilización de las metas acordadas y la posibilidad de fondos frescos para el país que se encuentran retenidos en organismos internacionales. Por otro lado, como cada vez que se juntan los integrantes de la fórmula presidencial, volvieron a tomar fuerza las versiones de cambios de gabinete.

 

Almuerzo.

 

Se trató de un almuerzo en la quinta presidencial en el que repasaron los últimos días tan complicados en los mercados cambiarios que llevaron el dólar blue a niveles récord. Para tranquilizar la situación, el Gobierno necesita fortalecer las reservas del Banco Central y, en su mensaje del viernes, Fernández le apuntó a "los que especulan" y "guardan 20 mil millones de dólares en el campo". En el equipo económico evaluaban las posibles medidas para incentivarlos a liquidar, algunas van por el lado de la zanahoria y otras por el lado del palo. Esos dólares que descansan en silobolsas resultarían fundamentales para ayudar a pasar en otro clima las semanas que quedan de invierno en las que el Gobierno debe afrontar una pérdida de reservas extra por las importaciones de gas.

 

Dólares y el campo.

 

Cristina no estaría de acuerdo con la posibilidad de ofrecer un dólar especial al campo. La senadora Juliana Di Tullio, cercana a la vice, planteó en las redes sociales que el combate a "la especulación de pocos en desmedro del país entero" debía realizarse aplicando leyes votadas en democracia durante distintas gestiones como la ley de Abastecimiento, la ley de Emergencia Económica y la ley de Emergencia Alimentaria. Es decir, apuntó más por el lado de las sanciones que de los estímulos.

 

De hecho, el ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, habría hablado en los últimos días con las principales cerealeras, que le habrían transmitido que si le bajaban las retenciones un 10% estaban dispuestos a liquidar dos mil millones de dólares de inmediato.

 

Una baja de las retenciones por un lapso corto de días era una de las medidas que se evaluaban. Pero Alberto Fernández no estaría convencido de dar ese paso. Uno de sus asesores le avisó que una vez que las liquidaciones se hacen con un nivel más bajo de retenciones luego de se hace muy complicado volver a subirlas. La venta de los productores de soja a esta altura no alcanzó ni la mitad de la cosecha, un nivel menor que el de años anteriores.

 

Toneladas.

 

Mientras, el Banco Central advirtió presiones devaluatorias en el sector y calcula que hay 30 millones de toneladas sin vender -20 millones en silo bolsas y 10 millones con precio a fijar-. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, sostuvo que el campo "no está de acuerdo con el tipo de cambio" vigente, al tiempo que aseguró que la comercialización de soja se mantiene dentro de los parámetros "habituales".

 

"Hay una brecha cambiaria del 130% y se hace muy difícil para el sector poder trabajar y ser competitivos en las exportaciones. Lo que creo que tendría que haber es un dólar único, como se maneja el mundo", había dicho Pino a la prensa desde la Exposición Rural, en el predio ferial de Palermo. (El Destape/BaeNegocios)