Desprecio a provincias: la primera vez sin ministerio del Interior
Con la asunción de Guillermo Francos como jefe de Gabinete, el Ministerio del Interior fue degradado a Secretaría y dependerá directamente del nuevo ministro coordinador. Se trata de un hecho institucional inédito para el país.
En las últimas horas del lunes, lo que era vox populi hasta ese momento se oficializó: Nicolás Posse, uno de los hombres más fuertes y amigo personal del presidente Javier Milei, presentó su renuncia como jefe de Gabinete, tras varios días de rumores y tras un desgaste en la relación con el mandatario.
La salida de Posse trajo consigo un fuerte movimiento en el organigrama de poder del Ejecutivo: Milei nombró en su lugar a Guillermo Francos, quien estaba al frente del Ministerio del Interior.
La flamante Secretaría del Interior será comandada por Lisandro Catalán, mano derecha de Francos, tras los últimos cambios en el Gabinete.
Si bien puede resultar una cuestión meramente burocrática para el funcionamiento del Gobierno, la degradación de Interior a Secretaría es un hecho institucional inédito en la historia del país.
En la práctica, el Ministerio del Interior siempre fue una de las carteras más importantes para cada Gobierno, ya que tiene a su cargo la relación directa con los gobernadores. La eliminación del Ministerio más político de todos, es una muestra más del desprecio que el gobierno nacional tiene hacia las provincias.
Área política.
La cartera del Interior sea considera como el área más política, ya que debe establecer las relaciones incluso con mandatarios provinciales de diferente signo político del gobierno nacional. También, entre otras cosas, tiene bajo su órbita la organización de las elecciones y el manejo de emergencias, entre otras cuestiones vitales para el funcionamiento de la República.
Desde la unificación de la República Argentina tal como la conocemos, cada presidente tuvo su Ministerio del Interior. Con el correr de los años, el Ministerio del Interior fue tomando cada vez más relevancia, y los movimientos en esa cartera suelen mostrar las turbulencias políticas del momento.
Los últimos años.
En los últimos años, con el regreso de la democracia, Raúl Alfonsín nombró sucesivamente tres ministros del Interior: Antonio Américo Troccoli, Enrique “Coti” Nosiglia y Juan Carlos Pugliese. El “fusible” que suele ser esa cartera quedó al descubierto durante el primer mandato de Carlos Saúl Menem, al que le costó al menos dos años estabilizar la economía y encontrar cierta tranquilidad política. Entre 1989 y 1995, hubo seis funcionarios en esa área: Eduardo Bauzá, Julio Mera Figueroa, José Luis Manzano, Gustavo Beliz, Carlos Ruckauf y Carlos Vladimiro Corach, quien ocuparía la cartera hasta el final del segundo Gobierno menemista, recordó Infobae.
El gobierno de la Alianza puede considerarse toda una “rareza”: pese a las complejidades, a los sucesivos cambios en el Gabinete y a las turbulencias del final adelantado del mandato, Federico Storani fue el único ministro del Interior que tuvo Fernando De la Rúa.
Tras la crisis de 2001, y las semanas de varios presidentes, donde cada mandatario igual mantuvo activo el Ministerio del Interior, comenzó el mayor período de “calma” en esa cartera, ya que cada Gobierno que se sucedió tuvo un solo ministro: Aníbal Fernández durante los cuatro años de Néstor Kirchner al frente de la Rosada; Florencio Randazzo tiene un récord, el de haber estado ocho años al frente del Ministerio del Interior, durante los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner; Rogelio Frigerio durante la presidencia de Mauricio Macri y Eduardo “Wado” De Pedro con Alberto Fernández.
Ese escenario se rompió en menos de 6 meses de gestión de Javier Milei: Guillermo Francos fue, al menos hasta el próximo cambio en el organigrama del Poder Ejecutivo, el último ministro del Interior de la historia argentina.
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