"Fue envenenada con potasio"

La mamá del primer bebé que falleció en el hospital Neonatal de Córdoba en 2022 declaró en el juicio por jurados, acusó a la enfermera Brenda Agüero y dijo que su hija "fue envenenada con potasio".

 

Yoselín Rojas es mamá de Angeline, quien falleció en junio de ese año a causa de una bradicardia extrema y apnea provocadas por un exceso de potasio, y frente al Tribunal y el jurado popular señaló a Agüero como la principal acusada.

 

"Era una mirada fría, muy rara. Cuando le da el bebé a mi pareja, nos miraba muy raro. No sé si con lástima o cómo. Nos miraba de reojo. Es la persona que se llevó el bebé", contó.

 

Al ser consultada sobre dónde se había llevado a la recién nacida la enfermera, Rojas respondió: "No, solo se la llevó. Se la lleva a mi bebé y a los cinco minutos regresa pero sin mi hija".

 

"Vi una foto de una enfermera. Quería saber quién era la persona de la que hablaban. Cuando la vi en la foto, vi que fue ella quien se llevó a mi bebé", relató acerca de cómo supo que la sospechosa.

 

Denuncia.

 

La muerte de Angeline fue el primer caso que llegó a la Justicia cordobesa debido a que los padres comprobaron que el acta de defunción no había sido firmado por la médica de guardia.

 

Tras la realización de la autopsia, la mujer enfatizó con lágrimas: "Mi bebé fue envenenada con potasio. Le habían puesto una alta dosis de potasio".

 

En este sentido, recordó que su hija había nacido en perfecto estado de salud, pero que a los 15 minutos los médicos le informaron que había sufrido un paro cardiorrespiratorio: "Nos dijeron que era inexplicable".

 

"A nosotros nos hicieron creer que nada pasaba, cuando estaban pasando tantas cosas. Es un dolor grande. Vivimos ahora con ese dolor de por vida", manifestó.

 

Por último, antes de finalizar su testimonio, expresó: "Yo solo pido justicia. Por la muerte de mi bebé que se haga justicia. Hoy conté mi verdad por todos los bebés asesinados. Los mataron de forma cruel, bebés inocentes, no merecían morir".

 

Búsqueda.

 

Rojas contó que se enteró de su embarazo en octubre del 2021, que se realizaba los controles en el Benito Soria (otro centro de salud) y que cuando necesitaba algo un sábado u horario en que estaba cerrada la institución consultaba a un “médico peruano” que conoce (Doctor Chipana). Ella es peruana. “Mi bebé fue una bebé planeada. Él (su pareja) saltó de la alegría y mi otra nena, también. Una alegría total”.

 

“Ella iba a ser como un ángel para nosotros; mi otra nena me ayudó a buscar el nombre, por eso Angeline —agregó—. Ella siempre quería tener una hermana, pensaba en eso antes de que yo quedara embarazada”.

 

Dijo además que antes no quería quedar embarazada porque sabe la “responsabilidad” que implica un hijo y que no estaban dadas las condiciones económicas. Fue al Neonatal a las 37 semanas porque una conocida le dio buenas referencias. (LaNacion/NA)