"La globalización se está revisando"
El presidente Alberto Fernández convocó ayer a los países sudamericanos a la unidad regional para enfrentar "la nueva dimensión de la globalización" y a garantizar una zona de paz para crear un sistema de defensa propio, en lugar de recibir las influencias del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Así lo dijo durante su discurso en la cumbre de presidentes sudamericanos realizada en el Palacio de Itamaraty, la sede de la Cancillería brasileña, convocada por el anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, como parte de los esfuerzos para revivir la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
En ese sentido, el presidente Fernández aseguró la necesidad de unión en mecanismos regionales para hacerle frente a lo que llamó la "nueva globalización" y fustigó la desarticulación de la zona sudamericana provocada por el gobierno estadounidense de Donald Trump y la creación del Grupo de Lima.
"La globalización no es la globalización que conocimos. Se está revisando a sí misma; lo que antes era relocalización de industrias hoy son deslocalización de industrias. Primero se fueron de Estados Unidos a México o China y ahora están volviendo, lo mismo en Europa, advirtiendo la importancia social del trabajo. ¿La globalización ha muerto? No. La globalización se está revisando y tiende a reforzar regiones", aseguró.
El Presidente argentino dijo ante sus diez colegas y un representante del Gobierno de Perú que "la globalización tiene otra dimensión. Debemos admitir la nueva dimensión y la importancia de reunirnos como región".
Recordó que la Unasur en el pasado logró detener la crisis que escalaba entre Colombia y Venezuela y enfatizó que el bloque "no debe ser ideológico".
En ese sentido, apuntó a lo que fue el Consejo de Defensa sudamericano de la Unasur que se ha desactivado y que preveía la cooperación en acciones militares.
"Debemos -propuso- garantizar una zona de paz y hacer algo para generar un sistema de defensa en América del Sur y no esperar lo que diga el Comando Sur sobre lo que tenemos que hacer en América Latina".
El Presidente destacó que la Argentina está desarrollando su vacuna nacional de última generación contra la Covid-19 y puso a la pandemia como ejemplo de lo que calificó como "desarticulación" de América del Sur frente esa emergencia sanitaria.
"Unasur no es un espacio ideológico sino de intereses comunes que debemos desarrollar y profundizar. Primero concertar intereses, integrarnos físicamente. Se trata de garantizar la seguridad sanitaria, Acabamos de vivir una pandemia. Todos corrimos buscando vacunas", explicó.
Además de Fernández, Lula y Lacalle Pou participaron los presidentes Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Irfaan Ali (Guyana), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Chan Santokhi (Surinam) y Nicolás Maduro (Venezuela).
La actual presidenta de Perú, Dina Boluarte, impedida constitucionalmente de asistir a la reunión, está representada por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Inversiones.
El presidente Alberto Fernández recibió ayer la notificación por parte de su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da SIlva, de que no existen más obstáculos legales para la financiación con el banco de fomento BNDS para la construcción de la fase 2 de la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, que llegará hasta el sur brasileño.
Según un comunicado de la Cancillería brasileña, Lula en la reunión bilateral mantenida en Brasilia con Fernández al margen de la cumbres sudamericana, indicó que "en este momento, ya no existen obstáculos legales para la intervención del BNDES y que Brasil avanzará en financiamientos para permitir la exportación de productos brasileños".
Esta decisión implica que Brasil financiará los tubos y chapas de acero producidos en Brasil para la segunda fase del gasoducto Presidente Néstor Kirchner (tramo Salliqueló-San Jerónimo), y otras partes del gasoducto norte, Salta-GNEA, Aldea Brasileira-Uruguaiana y San Jerónimo-Santa Fe.
Así, la financiación, de hasta US$ 600 millones, permitirá a la Argentina lograr el autoabastecimiento energético y exportar gas de Vaca Muerta a Brasil.(Télam)
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