Viernes 18 de julio 2025

Un chofer encontró una billetera con 12 millones y la devolvió

Redaccion Avances 18/07/2025 - 09.45.hs

Un chofer de colectivos urbanos de la cooperativa Corpico tuvo un verdadero gesto de amor. Encontró una billetera, con 12 millones de pesos, qu eran para la operación de una niña, y la devolvió. 

 

El trabajador se llama Gaspar Laceda, chofer de uno de los micros urbanos de Corpico. 

 

Días atrás, Gaspar trabajaba de manera normal arriba del colectivo cuando encontró una mochila. 

 

El conductor revisó la mochila con el objetivo de encontrar un número o algún dato de sus propietarios. “Notaba algo duro y blando. Pensé que era comida”, recordó Gaspar al sitio En Boca de Todos. Pero al abrirla, lo sorprendió un fajo de billetes envueltos en film. “Me quedé helado”, sostuvo.

 

En ese momento, recordó que dos mujeres se habían subido al colectivo en el barrio Ranqueles.  Una de ellas, visiblemente angustiada, le contó que venía de vender el auto para afrontar el tratamiento de su hija. La conversación fue breve, pero le dejó algo grabado. Cuando más tarde encontró la mochila olvidada, no dudó. “Me acordé de la historia… y ahí me cayó la ficha”.

 

Terminal. 

 

Gaspar fue hasta la terminal. Allí vio a la mujer y a su esposo esperando, cabizbajos, creyendo que la mochila se había perdido para siempre. “Me bajo y les pregunto: ¿esta es su mochila?”, contó. La reacción fue inmediata: llanto, alivio y un abrazo sincero que, según Gaspar, “no sabía cómo responder”.

 

“No, no, con semejante historia… ¿qué me vas a dar?”, le respondió al esposo de la mujer cuando le ofrecieron una recompensa. “Yo soy papá también… hasta te daría yo la plata si pudiera”.

 

La mochila pertenecía a una familia que viajaba de urgencia para concretar una operación vital para su hija en Buenos Aires. Ocho millones los habían reunido tras vender el único auto que tenían, y los otros cuatro los habían conseguido entre familiares. 

 

Gaspar trabaja durante el día y estudia para contador pública en la universidad. Su esposa también estudia, enfermería, mientras trabaja en una peluquería. Tienen tres hijos. Viven alquilando. Y aún así, nunca dudó. “Hace años que quiero juntar para un terreno, pero si me aprovecho de la desgracia de otro… ¿qué ejemplo les doy a mis hijos?”, reflexionó.

 

La familia Villaverde, que logró viajar y ahora enfrenta el desafío de la operación con la esperanza intacta, quiso agradecer públicamente el gesto. “No alcanza la palabra gracias”, dijeron. Gaspar les pidió solo una cosa: que le manden un mensaje para contarle cómo salió la operación. “Con eso me conformo. Esa es mi ganancia”.

 

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