Viernes 13 de junio 2025

Milei hizo el mayor ajuste en más de treinta años

Luego de varios años, el Gobierno Nacional volvió a tener superávit fiscal, de la mano del mayor ajuste del período 1994-2024, según cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) con información oficial para el cierre del año. “En el año 2024 el Gobierno Nacional hizo el mayor ajuste fiscal anual de los últimos 31 años”, titula el organismo en su informe, donde detalló la caída del gasto social y quiénes soportaron el superávit que tanto celebra el gobierno de Javier Milei.

 

Las estimaciones mostraron un ajuste fiscal equivalente a 4,7 puntos del PBI, que combinó la difícil aritmética de recursos tributarios a la baja y fuerte contracción del gasto. En los últimos 30 años, sólo se había registrado un ajuste de magnitud similar en 2021, luego de la pandemia, pero se explicó estadísticamente por el fuerte crecimiento del PBI, ya que el gasto público apenas se había contraído.

 

Motosierra y licuadora.

 

El Gobierno obtuvo en 2024 sendos superávits, en el resultado primario y en el financiero, es decir luego del pago de los intereses de la deuda pública, gracias a un ajuste colosal. Según los números del Iaraf en 2024, los ingresos tributarios totales que recaudó la Nación cayeron 5,6 por ciento real interanual, esto es descontando el efecto inflacionario.

 

Esto supuso un contexto nada favorable para buscar el equilibrio en las cuentas públicas. Sin embargo como el Gobierno estuvo dispuesto a todo -con “motosierra y licuadora”, el gasto primario se contrajo un nada despreciable 27,5 por ciento real interanual, lo cual permitió alcanzar el superávit primario y financiero.

 

El ajuste fiscal realizado en 2024 equivalió a 4,7 puntos porcentuales del PBI, una magnitud que se obtiene de la diferencia entre el déficit de 4,4 por ciento del PBI a fines de 2023 y el superávit de 0,31 puntos del PBI en 2024. Es el mayor ajuste anual realizado en el período 1993-2024, según el Iaraf.

 

Asimismo el Instituto afirmó en su informe: “Resulta importante resaltar que el mayor ajuste fiscal en términos del PBI realizado antes de 2024 correspondía al año 2021 (3,8 puntos porcentuales del PBI), no obstante, este ajuste es explicado fundamentalmente por el significativo aumento del PBI en el año posterior a la pandemia del Covid-19, ya que en términos reales el gasto total descendió un 1,7 por ciento respecto a 2020”.

 

Recortes del gasto.

 

Respecto de la reducción en materia de gasto, el desplome del 27,5 por ciento de 2024 involucró recortes en términos reales en 15 de los 16 componentes, según muestra el estudio citado. “La excepción fue el gasto en asignaciones universales para la protección social (que subió 39 por ciento), mientras los tres gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (96 por ciento), inversión real directa (70 por ciento, es decir la obra pública) y transferencias corrientes a provincias (67,8 por ciento)”, desarrolló el Iaraf.

 

A su vez, en relación a su importancia dentro del gasto total, el recorte en el gasto público –que alcanzó unos 39,8 billones de pesos a moneda constante de diciembre- fue explicado “por las jubilaciones y pensiones, que soportaron el 19 por ciento, la inversión real directa el 15 por ciento, las transferencias a provincias el 17 por ciento, los programas sociales un 12 por ciento, subsidios a la energía el 10 por ciento y salarios el 9 por ciento, entre los gastos más importantes”.

 

En términos históricos, el último ajuste a la baja del gasto público en magnitud había ocurrido en 2002, según calcula el Iaraf. Ese año la contracción fue del 17 por ciento real contra el año anterior, luego sobrevino un ciclo de alzas año tras año que recién se interrumpió en 2016, con una caída del 1,3 por ciento. En 2018 y 2019 en el marco del acuerdo con el FMI el gasto retrocedió 5,2 y 6,7 por ciento respectivamente, para luego caer 1,7 por ciento en 2021 y 4,4 en 2023.

 

En cuanto al resultado primario en perspectiva histórica hay que notar que entre 2003 y 2008 se mantuvo en terreno positivo superando el 2 por ciento del PBI. Posteriormente, desde el 2009 hasta el 2023, con mayores y menores esfuerzos en materia de política pública para ordenar las cuentas públicas, siempre el resultado fue deficitario: el pico fue el año de pandemia, cuando el rojo superó el 6 por ciento del PBI, mientras que años anteriores solía acercarse a 4 por ciento, para ubicarse en torno a 3 luego de la pandemia.

 

Sin margen para bajar impuestos.

 

El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) también compartió su informe denominado “El 2025 tiene un enorme desafío en materia de recaudación nacional: mantener la presión tributaria de 2024 implica sustituir ingresos por al menos 1,4 puntos porcentuales del PBI”. El organismo adelantó que Nación no tendría margen para bajar impuestos que impacten durante 2025.

 

Está iniciando un nuevo año y la cuestión tributaria parece ser uno de los temas de mayor intensidad de discusión. Por un lado, el sector empresario pide baja de impuestos (el sector del campo reclama por la quita de retenciones), por supuesto que cada cámara o agrupación esgrime que empiecen por lo que más les impacta a cada uno.

 

Por otro lado, según el Iaraf el Gobierno nacional enfrenta un año desafiante en materia de recaudación, dado que ya no cuenta con el impuesto PAIS y el impuesto inflacionario tendría una baja importante.

 

Respecto al impuesto PAIS, en 2024 recaudó el equivalente a 1,1 % del PBI. En 2025 la recaudación debería ser casi nula. En relación a los ingresos extras, según estimaciones de Iaraf es posible que 0,5 % de la presión tributaria de 2024 haya estado originada en ingresos extras derivados de la moratoria, el blanqueo y el anticipo de bienes personales.

 

Este año, el Gobierno nacional tiene el desafío de compensar parte de los ingresos extras de 2024 y todos los ingresos del impuesto PAIS. En efecto, de bienes personales ya existe una pérdida equivalente a 0,29 puntos porcentuales del PBI y de PAIS se puede suponer 1,1 puntos porcentuales. La suma es de 1,4% del PBI, suponiendo que la moratoria y el blanqueo rindan en 2025 lo mismo que en 2024. Lo más significativo es el impuesto PAIS, no coparticipable.

 

Sube y baja.

 

Desde el Iaraf analizaron que de los 10 principales impuestos se espera una suba del peso relativo de su recaudación en cinco de ellos: ganancias, derechos de exportación, aportes y contribuciones, combustibles y derechos de importación). Se espera una baja en cuatro: PAIS con una reducción del 100 %, IVA, bienes personales e internos, y una igualdad en el impuesto al cheque).

 

“Dado el contexto fiscal posible en 2025, el Gobierno nacional no tendría margen fiscal para hacer nuevas bajas de impuestos que impacten durante 2025”, afirmaron en el informe y agregaron: “Esto no quita la posibilidad que se pueda pensar en alguna reforma que inicie a fines de este año, con impacto pleno en la recaudación durante 2026”.

 

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