“Ni un paso atrás”
Tras el cimbronazo del contundente triunfo libertario del domingo, la CGT se prepara enfrentar la reforma laboral del Gobierno. La mesa chica se reunió en la sede de la UOCRA para discutir el nuevo escenario político y explorar las estrategias para una lucha que, saben, será difícil. Se consensuó evitar cualquier fractura dentro de la central de cara a las elecciones de autoridades del 5 noviembre. No se descartó la acción directa, pero se buscará el diálogo con gobernadores y legisladores.
En paralelo al encuentro del presidente Javier Milei con 20 gobernadores, la mesa chica de la Confederación General del Trabajo (CGT) hizo una reunión ampliada con más de 70 gremios en la sede de la UOCRA de Gerardo Martínez, el representante de la central en el Consejo de Mayo. Mientras en la Casa Rosada buscaban los votos para aprobar lo que ahora llaman el proyecto de "modernización laboral", en la casa de los obreros de la construcción delinearon las estrategias para frenarla. La imagen que se proyectó de fondo decía: "Ni un paso atrás".
Unidad.
El primer consenso fue mantener la unidad de la CGT, afirmó Ámbito. "Hay que defenderla a fuego", dijo uno de los dirigentes que tomó el micrófono en la reunión. No es un dato menor. Las tensiones dentro de la central fueron una constante en los dos años del gobierno de Javier Milei. En este escenario, se descarta cualquier fractura tras las elecciones de autoridades del 5 de noviembre.
En cuanto a la estrategia para frenar la reforma laboral, se habló de desplegar todas las herramientas clásicas del sindicalismo. Si es necesario se movilizará o se convocará a un paro, pero no se renunciará al diálogo con gobernadores y legisladores para contrarrestar el lobby a favor de la iniciativa. Incluso podrían reunirse con el Gobierno, "si es que nos convocan", dijo uno de los participantes de la reunión.
Artículos relacionados
