Domingo 21 de abril 2024

Calidez emprendedora

Redacción 11/02/2023 - 00.45.hs

Macarena Uranga comenzó con pequeños productos de decoración y hoy "Kaia Textil" tiene venta mayorista y recibe pedidos desde otras provincias. En su taller en Ataliva Roca diseña y confecciona almohadones, manteles, cortinas y paños.

 

El diploma de profesora de Geografía ya estaba en sus manos y su anhelo y deseo de ser docente solo necesitaba materializarse en un aula, con un pizarrón detrás y un grupo de alumnos y alumnas adelante. Pero "el mundo" tenía otros planes. Una pandemia cambió (casi) todo y el encierro motivó y obligó a Macarena, como a tantas otras personas, a buscar nuevas alternativas, a abrir otro camino frente a la necesidad y la incertidumbre.

 

"Me recibí en la UNLPam en diciembre de 2019 y obviamente esperaba arrancar con horas de trabajo en marzo de 2020, pero por supuesto que todo se frenó, no había clases presenciales así que estaba en mi casa. Hablé con mi hermana Guadalupe, que también es docente, para ver qué se podía hacer y ahí se pergeñó la idea de hacer decoración textil para los hogares, porque a partir de ese momento casi toda la vida pasaba por estar encerrados en nuestras casas", recordó Macarena Uranga (26 años) sobre el nacimiento de 'Kaia', un emprendimiento textil que en poco tiempo tuvo una explosión de pedidos y ventas, se expandió hacia otros lugares e inauguró su propio taller de confección en Ataliva Roca.

 

"Soy de Ataliva y en Santa Rosa vivo desde hace siete años, cuando me vine a estudiar a la Universidad. Antes de mudarme viajaba todos los sábados porque hice un curso de corte y confección de indumentaria, no tenía que ver con lo que hago ahora. Pero ahí aprendí a coser, aprendí moldería y me capacité. En ese momento no lo veía para nada como una salida laboral así que la máquina de coser estuvo como siete años sin tocarse. Por otro lado nuestras dos abuelas cosían así que de ahí sacamos algo también con mi hermana", agregó la joven que lleva adelante el emprendimiento junto a su pareja, Nicolás Fernández (26).

 

"Nico se dedica a la jardinería también, así que lo que hacemos es dividirnos según la etapa del año: él ahora está en su periodo fuerte, su temporada alta, mientras yo estoy de vacaciones. A partir de que arranquen las clases invertimos. Nico aprendió todo lo que es confección y hace exactamente el mismo trabajo que yo, por eso nos complementamos muy bien", celebra 'Maca'.

 

En Kaia (el número de WhatsApp es 2954-312023) diseñan, confeccionan y comercializan productos de decoración textil como caminos de mesa, manteles, paños de cocina, almohadones y cortinas aunque hay mucha más variedad y cantidad.

 

"Lo que más nos piden son los almohadones, son nuestra 'vedette'. Los hacemos con mucha calidad, con fundas reversibles y relleno siliconado lo que los hace bien gorditos y a la gente le encanta. Tenemos buenos precios y muchísimos pedidos. Cuando empezamos nos dimos cuenta de que había una demanda, un lugar al cual apuntar y nos dio muy buen resultado. Nos pasa todo el tiempo que gente que nos compró nos vuelve a comprar y que nos recomienda en el boca a boca".

 

En Kaia apuntan principalmente a la venta mayorista. Si bien comercializan por pedido, ya lograron tener puntos de venta en distintas ciudades. En Roma Muebles en Santa Rosa, en tienda Aluminé de Macachín y en Ohlala tienda de Eduardo Castex. También en el Mercado Artesanal de Ataliva Roca, a la vera de la ruta nacional 35, un paso obligado para miles de turistas que viajan hacia la Patagonia o para algunas playas de la costa atlántica. Además, ya han vendido productos a Buenos Aires, Córdoba y Catamarca.

 

Crédito y expansión.

 

Ese rápido crecimiento de la minipyme motivó a que el municipio de Ataliva fijara su atención, por eso funcionarios de la comuna se acercaron y les ofrecieron un crédito para la compra de máquinas industriales, un paso fundamental en la expansión de Kaia.

 

"La Municipalidad de Ataliva ayuda a emprendimientos que tienen este perfil, gente joven que en su momento emigró por motivos de estudio o trabajo pero que vuelve o busca volver con proyectos. Habían apoyado a los chicos de pastas Rucalén y cuando terminaron de pagar quedamos nosotros porque eso es lo que se hace: se le brinda ayuda a alguien y cuando termina el proceso se busca a otro. Para nosotros fue clave porque pudimos comprar las máquinas y el año pasado abrir el taller. En ese momento tenía la casa explotada, era un caos de telas y almohadones y estaba preocupada porque no sabía cómo iba a seguir, pero por suerte se nos dio y estamos muy contentos porque en el pueblo hay una movida emprendedora muy importante, con muchos proyectos de calidad y con proyección", valora Maca.

 

El crecimiento de Kaia también se verifica en un dato muy importante: la generación de puestos de trabajo. Desde marzo el taller textil tendrá a su primera empleada y eso permitirá una mayor producción y mejor calidad laboral.

 

"Uno de nuestros objetivos principales apunta al mercado mayorista, pero para eso necesitamos tener stock. Queremos desarrollar el taller y al contar con una empleada vamos a poder llevar adelante la idea de generar una mayor y mejor producción", subrayó la emprendedora.

 

Docente y emprendedora.

 

Macarena revisa los mensajes con pedidos y controla la terminación de algunos productos. Está en su "temporada baja" con Kaia mientras que Nicolás combate el pasto alto, el calor y los mosquitos en algún patio santarroseño. Hasta que en algunas semanas se invertirán los roles.

 

"Yo amo ser docente, siempre me gustó y por eso estudié y me recibí en la Universidad. Como cualquiera que empieza este camino sumo horas en varios colegios como el Zona Norte, el Marcelino Catrón, en la Agrotécnica, en el Liceo Informático y en el Panguitruz Nger; así que hay momentos en que es difícil congeniar las dos cosas pero funciona tan bien que te impulsa a seguir y a meterle con todo. Además viajamos todo el tiempo entre Ataliva y Santa Rosa porque en un lugar está el taller y en el otro vivimos, pero mi familia está allá así que se hace más fácil. Estamos muy contentos con la marcha del emprendimiento", dice Macarena con su mejor sonrisa.

 

Y es que el emprendimiento nació en pandemia, se afianzó en cuarentena y explotó con el fin de las restricciones sociales. Kaia encontró en los artículos de decoración hogareña un nicho que necesitaba una respuesta, la de la calidez y el bienestar.

 

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