Produciendo con metálica precisión
“En este país todos los años son complicados. Algunos resultan buenos, otros malos, pero así fue siempre”, aclara Roberto Cuesta (56), titular de “MT Metalurgia”, una empresa de Realicó que no cesa de crecer. “Atravesamos un momento complicado porque hay menos consumo y una parálisis generalizada. Pero ahora los insumos se mantienen estables y estamos trabajando muy bien”, aclara.
Este emprendimiento familiar, del que también participan sus hijos Máximo y Tomás, comenzó hace unos ocho años “casi de casualidad”. Actualmente cuenta con cuatro empleados y comercializa sus productos en La Pampa y provincias vecinas. “Trabajé 25 años como contratista rural, dedicado principalmente a fumigaciones. Dos o tres años antes de la pandemia, sentí que era tiempo de emprender algo nuevo, y decidí instalar un taller para colocar equipos de gas natural comprimido en vehículos. Fue durante la gestión de Mauricio Macri. Ya tenía todo listo para arrancar y hasta el cartel colocado, cuando se triplicó el precio del gas: me fundí antes de empezar”, recuerda.
Pero el taller ya estaba armado. “Empezamos a hacer algunos trabajos de herrería, soldaduras y finalmente nos enfocamos en este rubro y salimos adelante”. Actualmente, MT ocupa un espacio cubierto de mil metros cuadrados en el Parque Industrial de Realicó, donde realizan “calado de metal para cartelería, pérgolas, muebles o murales” y producen “tranqueras, hierros, perfiles, chapas, corpóreos (letras, números, logos) y artículos de zinguería”. Además, realizan cortes, plegados y diseños de todo tipo.
Sustentable.
Los Cuesta priorizan dos elementos sustanciales: equipamiento con maquinarias de última generación y producción sustentable. Trabajan mediante CNC (Control Numérico Computarizado), sistema automatizado que controla por computadora las máquinas y herramientas, y permite “hacer cortes de chapas metálicas, mediante plasma o por oxicorte”.
También cuentan con un pantógrafo 2D para producir trazados y cortes de alta precisión sobre metal, y un router en pantógrafo 3D para cortes y labrado sobre materiales blandos, como madera y polyfoam.
Además, utilizan una plegadora con control en dos ejes para servicios de plegado y rolado de chapas metálicas y una plegadora industrial para producir piezas y mecanismos. “Y todas las máquinas, como soldadoras y cortadoras, funcionan con láser”.
La sustentabilidad se apoya en la producción de energía fotovoltaica, mediante paneles solares que instalan sobre el techo en inversores que convierten la corriente continua en alterna. “Ya tenemos unos 25 paneles y seguimos sumando unidades progresivamente, porque todavía no llegamos a producir la energía que demanda la producción”, explican a LA ARENA.
“Estamos bien, pero necesitamos expandirnos y alcanzar otros mercados”, advierten. Aunque comercializan con éxito su producción, “La Pampa no tiene suficiente escala, aunque sí una ubicación estratégica que también es un elemento importante. Pero en ciudades de 200 ó 300 mil habitantes hay otras demandas y mayores posibilidades que en una localidad como Realicó”. Además, en esta actividad “influyen mucho los costos del flete y se necesita espacio”.
Sin embargo, “no podemos quejarnos. Estamos trabajando bien, con mucha demanda de zinguería, y hemos realizado varios trabajos que permiten hacernos conocer fuera de la provincia”, entre ellos los monumentos en memoria de Catalina Gutiérrez, en la Facultad de Arquitectura de Córdoba, y Solange Musse, en el acceso al Parque Industrial de Neuquén.
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