Martes 06 de mayo 2025

Sabores que enamoran

Redacción 22/02/2025 - 00.48.hs

“San Valentín” es una carnicería especializada en cerdo: ofrece todo tipo de cortes de gran calidad y a muy buen precio. Un negocio que vende a otros comercios del rubro en distintas localidades de la provincia y que creció gracias a sus promociones y por tener todo lo que se busca a la hora de prender la parrilla o el horno y cocinar para el mejor paladar.

 

“Seguro que en la carnicería de Lope de Vega y Pío XII conseguís”, es la respuesta repetida, incluso en otros locales del rubro, a la pregunta respecto en dónde se puede conseguir un matambrito, una bondiola, un solomillo o un buen carré. Todos productos de primera calidad, a un muy buen precio y con la mejor atención en una tienda que hace alarde de su limpieza, orden y gran variedad de ofertas. Un lugar que, como su nombre, recuerda a una fecha que rinde culto al enamorarse. Aunque en este caso del mejor menú con base en la carne de cerdo.

 

“Soy de Pellegrini y en el ’96 me vine a estudiar a Santa Rosa la carrera de Contador en la Universidad Nacional de La Pampa y luego viví en Buenos Aires y en Rosario. Mi familia siempre estuvo vinculada al rubro de la carne, tenían carnicería así que conocía sobre el tema. Yo volví hace cuatro años y en ese momento ví que a la ciudad le faltaba una carnicería que esté dispuesta igual que a las de carne de vaca pero en este caso todo cerdo. Y así nació San Valentín, que creció más rápido de lo esperado porque hoy ya somos una pyme”, resume Lucas Eleno (46) sobre el origen y desarrollo del negocio ubicado en la esquina de las calles Lope de Vega y Pío XII, en Santa Rosa, y que tiene una gran presencia en redes (el Instagram es @carniceriasanvalentin), en donde realizan distintas promociones diarias y semanales.

 

En la pyme que menciona Lucas trabajan siete personas en la carnicería santarroseña y cinco en el reparto de medias reses de cerdo que “San Valentín” realiza en distintos comercios santarroseños y en más de una decena de localidades de la provincia y distritos vecinos.

 

“Tenemos tres camiones con los que hacemos todos los pueblos de la ruta nacional 5 y salimos hacia el sur por Macachín, Doblas, Rivera, General Acha, General San Martín y hasta Jacinto Arauz. El reparto es nuestro fuerte”, destaca Lucas y da detalles de la procedencia de la carne que vende y reparte.

 

“Lartirigoyen, la empresa de Catriló, es mi mayor proveedor del cerdo vivo y yo lo faeno y luego hago el reparto. También faeneamos una parte en el frigorífico de Anchorena, al que hace poco el gobierno provincial lo ayudó para tener una planta más grande así que nos proveemos de otros emprendimientos pampeanos. Hoy faeneamos entre 280 y 320 cerdos por semana así que es un número grande. Nosotros faeneamos un 80 por ciento de nuestra producción total y creo que en la actualidad ya abastecemos al 70 por ciento del mercado en Santa Rosa”, resalta Eleno al explicar el crecimiento de un negocio que nació como un local chiquito y hoy es una empresa con gran actualidad y mejor proyección.

 

“La idea para este año es abrir otros dos locales para así llegar más fácil a clientes de otras zonas y barrios de la ciudad. Nosotros tenemos todo el mostrador armado igual que una carnicería de vaca: tenemos la carne picada, la bola de lomo, el matambre. Y los empleados que atienden son todos jóvenes, chicos y chicas de menos de 30 años que no son del rubro de la carne pero que tienen muchas ganas de trabajar y aportan ideas, innovación y le llegan mucho a la gente”, cuenta sobre otras de los rasgos de identidad de un comercio que abre de lunes a sábados en horario de mañana y de tarde y, los domingos; hasta el mediodía.

 

Popular.

 

En los últimos años la carne de vaca sufrió un notorio retroceso en su consumo al tiempo que ganaron un lugar muy importante tanto el pollo como el cerdo. Más allá de cuestiones de costos y de cambios culturales en la alimentación, Lucas pone énfasis en la decisión de “popularizar” cortes que hasta hace un tiempo se vendían bajo el sello de ‘Premium’.

 

“En Santa Rosa antes se vendía una bondiola como algo exclusivo y caro, y hoy eso cambió, se ha popularizado porque la gente busca calidad pero buen precio. En eso hay que tener cuidado porque vos largás una promoción y por ahí la gente piensa que no es calidad, por eso nosotros de manera permanente trabajamos sobre eso. Para el día de San Valentín por ejemplo, pusimos todos los cortes a 5.900 pesos el kilo: el solomillo, la costeleta, el pechito. Si vos vendés calidad, la gente le cree a las promociones y vuelve”, remarca Lucas, que está en pareja con Florencia y ambos crían a la pequeña Juana (4).

 

“Desde el principio pusimos muchísimo énfasis en la imagen, por eso el negocio está súper limpio, ordenado, prolijo. Es un concepto de tienda que por ahí se diferencia a esa idea de las carnicerías de antes”, dice el dueño de un local que eligió continuar con el mismo nombre de un negocio del rubro que funcionaba en esa esquina.

 

Calidad.

 

Ingresar a “San Valentín” genera bienestar. Y ganas de consumir cortes variados de una carne que ofrece múltiples posibilidades a la hora de buscar una receta de distintos sabores.

 

“Tenemos una calidad de primera, es una garantía porque el 90 por ciento es de Lartirigoyen, y ellos trabajan mucho la genética del cerdo, de hecho tienen un criadero que es punta a nivel nacional. Apostaron a eso y quienes nos proveemos de ellos tenemos esa seguridad de que nos van a dar lo mejor, por eso ofrecemos de manera permanente carne fresca”, subraya Lucas.

 

-¿Qué busca la gente en un mercado que tiene muchas variantes pero que al mismo tiempo cuenta con ingresos económicos muy ajustados?

 

-Ese es un punto clave, porque la gente necesita comer pero al mismo tiempo extremar su gasto. Entonces la ecuación tiene que ser calidad con buen precio. Eso lo vimos desde el principio y por eso armamos todo un proyecto conjunto relacionando distintos aspectos entre sí, mechando las promociones, que tienen que ser muy buenas porque si fallás la gente enseguida se da cuenta y deja de venir.

 

El ingreso de clientes en ningún momento encuentra pausa. El mostrador se muestra generoso y reluciente para que se pueda elegir con tranquilidad. Variedad de cortes que abren un abanico de sabores que invitan a enamorar el paladar. Todo lo que San Valentín puede ofrecer con un flechazo de sabor y calidad.

 

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