Un artista del color
Con su técnica de aerografía, Darío Figueroa le pone colorido artístico a paredones gigantes, lugares emblemáticos o en donde convoquen a “Lilotech”, su empresa de pintura que apuesta por la decoración y la creatividad.
Este sábado, miles de personas van sorprenderse cuando lleguen al ingreso del Balneario Municipal de Colonia Barón y queden bajo una lluvia de colores. Un arco iris hecho con una técnica especial y que surge de la creatividad de alguien oriundo de la localidad pero que gracias a su trabajo trascendió varias fronteras. Tiene el nombre comercial de “Lilotech” y hasta hace algunas horas estuvo pintando las paredes del predio que recibe hoy una nueva edición de la Fiesta Provincial de las Colectividades.
“Es un trabajo muy lindo que acordamos con el municipio de Barón. Para mí es algo muy especial porque es como toda una vuelta que di para volver a con este proyecto a mi lugar de origen. Ya es la tercera vez que lo pinto y es una tarea muy grande, además para este sábado esperan unas 5 mil personas en la Fiesta y poder recibirlos con esta obra es algo muy lindo”, resaltó Darío Nicolás Figueroa, que a sus 34 años es un artista que pudo imponer su sello ahí donde una pared blanca o despintada anhela un baño de color creativo.
“Hice toda la primaria y la secundaria en Barón y después me fui a estudiar Bellas Artes al Crear de Santa Rosa. Me gustaba esta técnica de la aerografía pero en ese momento no había mucho conocimiento, entonces empecé a mirar a artistas de otros lugares del mundo y lo fui adaptando porque en otros lugares se usa más el aerosol, pero en mi caso utilizo esmalte sintético, que lo aplico con pistolas. Tengo una metodología distinta porque le presentamos un boceto al cliente y luego lo respetamos fielmente, para eso lo proyectamos por la noche así se puede ver exactamente cómo va a quedar”, explicó el responsable de “Lilotech”, la empresa que creó hace 14 años y cuya multiplicidad de trabajos se puede apreciar en los perfiles de Instagram y Facebook (el WhatsApp es 02302 465310).
Darío, conocido por todos como “Lilo”, trabaja junto a tres personas y con su arte intervino galpones de ferrocarril, los dinosaurios del Parque Jurásico de Eduardo Castex, murales enormes de predios deportivos, casas particulares, empresas, edificios, el ingreso del hipódromo santarroseño o la nueva fachada de la Secretaría de Turismo de la provincia, frente a la rotonda del Centro Cívico.
“Un trabajo va llamando a otro, funciona de esa manera porque al ser algo tan visual, en muchos casos lugares muy grandes y muy transitados y visitados, se ve mucho y entonces siempre hay gente que se interesa. Y siempre surgen nuevos desafíos, como los dinosaurios de Castex que hubo que pintarlos subidos a grúas o el gran proyecto en la Secretaría de Turismo que es algo que me da una satisfacción muy especial haberlo hecho”, le cuenta ‘Lilo’ a LA ARENA al hacer una pausa en su trabajo en el balneario de Barón, sobre el que trabajó hasta la madrugada en las últimas noches y que seguramente tenga su extensión en poco tiempo ya que trabaja en un proyecto para pintar la pileta municipal (la más grande de La Pampa) y el cohete de grandes dimensiones ubicado a un costado de la enorme piscina.
Exterior.
Otro de los murales pintados por “Lilotech” está en el paredón de ingreso al hipódromo santarroseño, con un jinete sobre un caballo. Y la vinculación familiar de Darío con los equinos lo llevó a viajar al exterior y realizar trabajos en Inglaterra y en Suecia.
“Mi familia es del palo de los caballos y mis hermanos están vinculados al polo así que surgió la oportunidad de viajar a Inglaterra y ahí pinté un establo. En el caso de Suecia estuve hace unos años y pinté un trailer. Son cosas que dan mucha satisfacción y que te permiten comprobar que tu laburo está al nivel. Por supuesto que en esto se aprende de manera permanente, y eso también es un incentivo ante cada llamado”, remarca Darío, que justo en estos días está por confirmar un proyecto de esos que hacen abrir los ojos bien grandes.
“Gracias a esto de la hípica surgió un contacto para pintar las paredes del Hipódromo de Palermo, en Buenos Aires, así que sería algo increíble. En muchas cosas fui cumpliendo sueños así que eso sería un paso enorme”.
Puente.
‘Lilotech’, además, tiene un vínculo comercial con el gigante de la pintura Tersuave y por eso hay un proyecto para abrir un local comercial. “Estamos avanzando con eso porque la idea es abrir una pinturería con Tersuave y yo ya haría los trabajos con ellos, que justamente por esa relación y por ser proveedor harían una bonificación, por lo tanto sería un beneficio para todas las partes”, se ilusiona Darío mientras se afloja el mameluco azul que identifica a su empresa, una vestimenta que, por supuesto, es un collage de manchas de pintura.
“Apenas terminemos en Barón nos vamos para un trabajo en Victorica, de ahí a Arizona, luego a Buenos Aires. Por suerte esto no para y yo le pongo todo en cada detalle porque la idea es que se luzca una fachada o pared que se deterioró, entonces es como que recobra vida. Hoy el arte está en todos lados, en parques, plazas, galpones. Y a los chicos les encanta, la pintura artística y el color resignifican los espacios”.
La firma de Lilotech aparece en distintos espacios del país y el mundo. Su arte se expande y salpica de colores diferentes escenarios. Pero Darío apuesta siempre por su provincia. Por su pueblo. “Ceo que en La Pampa hay mucho por hacer, por crecer. La gente se va soltando y sobre todo los municipios buscan cosas nuevas y que le den otra imagen. Y eso es muy positivo para todos”, asegura quien esta noche seguramente dibuje una sonrisa cuando miles pasen por debajo de un puente de entrada hacia la diversidad de culturas. Un puente hacia el color.
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