Contratistas levantan el 60% de la cosecha

Según la Bolsa de Cereales los contratistas agrícolas aquí tienen a su cargo el 68% de la cosecha de granos; 60% de la siembra y 75% de aplicación de fertilizantes y funguicidas. Procesan el 90% de los forrajes y concentran la mitad de la compra de maquinaria agrícola.

 

JUAN JOSE REYES

 

En la campaña pasada los contratistas rurales cultivaron el equivalente a 1,3 y 1,2 mill/ha en siembra y cosecha respectivamente en cereales y oleaginosas, recolectando 4,24 mill/ton de granos de un volumen global de 6,5 millones producidos. Además tienen a su cargo la prestación de servicios agrícolas a terceros vinculados, protección de cultivos y de propia cosecha.

 

En la medida de que los costos de producción crecen geométricamente, los contratistas rurales aparecen cada vez con más fuerza en La Pampa en el cuadrángulo noreste y la zona centro desde principios del mes de diciembre con la cosecha del trigo. Desde allí y hasta fines de mayo y principios de junio prácticamente no paran.

 

Recorren más de 680 kilómetros en lentas caravanas y duermen en casillas rurales donde los alcance la noche sean invierno o de verano. Aparte de los locales,140 en total, en la campaña pasada operaron unas 1.000 pymes dedicadas a esos servicios al productor sean sembradoras, fumigadoras, tractores, enfardadoras, y hasta avionetas de fumigación.

 

Hay contratistas agrícolas de siembra y de cosecha, para aplicar agroquímicos, fertilizar, en forma terrestre y aérea. También los hay forrajeros, perforadores, alambradores y henificadores (fardos).

 

Hay dos tipos de contratistas. Los primeros brindan servicios a terceros de laboreo, siembra, protección de cultivos y cosecha, recibiendo en pago por su prestación dinero y especies (contratistas de máquinas). También hay otros, que toman a porcentaje campos de terceros, donde celebran contratos por cosechas, pero estos corren con todos los riesgos de la actividad.

 

Estratégicos.

 

Son responsables de más de 60% del componente de las labores de la producción granaria en toda el área agrícola provincial. Constituyen el brazo multiplicador de la producción y tecnología del agro y se han transformado en estratégicos cuando la cosecha obtuvo un récord histórico como la anterior. Manejan con experiencia y oficio su actividad.

 

El perfil y las características de los mismos están vinculados a los requerimientos que exige hoy en día el modelo económico extractivo provincial. Ese sector tan importante de la producción agropecuaria pampeana, es una red de miles de micro pymes de servicios agropecuarios clave para que nuestra provincia halla podido

 

aumentar su cosecha en más de un 200% desde principios de los años noventa.

 

Sus servicios rurales son utilizados en toda la superficie agrícola de los ejidos rurales, siendo generadores de fuentes de trabajo en todos los pueblos donde se instalan para arar, fumigar, cosechar y realizar una infinidad de tareas en el laboreo agrícola.

 

Estuvieron presenten en una vasto territorio (1,37 millones sembradas y 1,7 cosechadas) que fue el resultante de poder superar por primera vez en la historia los 6 millones de toneladas de producción con 3,69 mill/ton de maíz; 1,14 millones de soja de primera y segunda; 725.488 de trigo; 246.094 de cebada y 494.445 de girasol entre otros.

 

Sin relevamiento.

 

Si bien no hay un relevamiento oficial sobre la dimensión de los contratistas rurales autóctonos en la provincia, los "prestadores de servicios agropecuarios" que pasan por nuestra región son cada día más -y con mayores innovaciones tecnológicas- difíciles de competir para los locales, ya que en la medida que las cosechas son más abundantes, más se vuelve un servicio extra provincial.

 

Tres cuartas partes de estas empresas, prestan servicios de maquinaria agrícola y se reparten entre quienes brindan almacenaje de granos en silo o silo bolsas, o que realizan tareas específicas para la ganadería de rodeo o de leche, pulverizaciones y procesamiento de forrajes. El auge actual del contratista surge de la necesidad de los pequeños productores ante volúmenes de producciones muy elevadas en la campaña pasada y la necesidad de mayor logística en el transporte.

 

En General Pico funciona la Cámara de Propietarios de Máquinas Agrícolas de La Pampa que a su vez dependen de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma). Aquellos organismos asesoran, en manejo y valores a contratistas en la fertilización simple y doble como en la lateral y la siembra neumática y en la fertilización con subsoladores, con arrastre, arado a cincel, cultivador, rotorrastras y desmalezadoras tanto en pesos o dólares por hectáreas de laboreo.

 

Negocio rentable.

 

El beneficio de los contratistas rurales es muy rentable, pues son de capital intensivo es decir que solo lo operan quienes invierten divisas en ese sistema, en muchos casos no son ni siquiera productores rurales.

 

A mejores precios de la hacienda -que surgen por los ingentes niveles de exportaciones y los precios internacionales de los granos- se siguen multiplicando. Nadie duda de la fuerte gravitación que posee en el sector agropecuario por tanto las inversiones en bienes de capital crecen.

 

Hablamos de maquinaria agrícola, cosechadoras, implementos, pickups, fumigadores y servicios, que en muchos casos no son del productores sino arrendados o contratados. Cierto es que todo se sustenta en el aumento de la productividad, en la mejora tecnológica y en la mayor producción de bienes rurales.

 

Sin embargo como es imposible contar con toda la tecnología el productor recurre asiduamente al contratista. En los países agrícolas de alto desarrollo tecnológico, la maquinaria agrícola alcanza a los 150 kilos por hectárea; en la Argentina apenas a 70 kilos, con una antigüedad promedio de entre 12 y 15 años.

 

La Pampa, que es una de las principales zonas granarias del país, ya está superando los 50 kilos por hectárea según el último censo agropecuario. Esto se debe a que el costo operativo de las maquinarias representa entre el 30 y el 50% del costo total de la producción.

 

Solo una pequeña porción de productores lugareños (32%), adquiere maquinaria nueva anualmente, en especial los que poseen su zona de producción definido por rutas 5 y 35. De La Pampa pobre (68%) sólo 15% adquiere maquinaria agrícola nueva, y el 53% restante lo hace habitualmente en el mercado del usado, mejorando año tras año los modelos. Es por ello que cada día más los contratistas rurales de Córdoba y Buenos Aires se multiplican.