Lunes 15 de abril 2024

El rinde de maíz caerá 32%

Redacción 20/05/2023 - 08.48.hs

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estima que La Pampa tendrá una producción de 2.530.800 ton. de maíz, es decir 1,16 millones de toneladas menos que el récord histórico obtenido durante la campaña 2021/22 donde se lograron 3.698.601 toneladas.

 

JUAN JOSE REYES

 

Esta merma en la producción implicará pérdidas, fuera de impuestos y retenciones, del orden de los 267 millones de dólares solo de esta oleaginosa. Se estima que la trilla tendrá una superficie sembrada de 514.400 hectáreas, lejos de las 571.200 de la campaña anterior. Los rindes también tendrán una merma importante ya que pasará de 71,5 a 61,6 quintales por hectárea. El 44% de la producción maicera provincial se concentra en 3 departamentos estratégicos: Chapaleufú, Maracó y Quemú Quemú, y allí fue donde la producción decreció un 32%.

 

El maíz posee una importancia prioritaria en la rotación al contribuir con el resultado económico de la empresa agropecuaria y el rinde de los otros cultivos, además de que nuestra provincia es la quinta en stock productivo del país.

 

Ello se debe a que este cultivo de verano es clave para la producción de rastrojos, del mantenimiento del balance de materia orgánica y del uso eficiente del agua. Los datos no son alentadores pues la cosecha maicera provincial con destino a grano comercial es baja y con fuertes pérdidas por la sequía al igual que en el país donde la producción se retrotrajo de 59 a 32 mill/ton.

 

Su rendimiento se determina por el número final de granos logrados por unidad de superficie, el cual es función de la tasa de crecimiento del cultivo alrededor del período de floración. Para el logro de buenos rindes, el cultivo del maíz requiere alta disponibilidad de nutrientes como nitrógeno, fósforo y azufre, componentes que estuvieron muy por debajo de los estándares requeridos, apenas alcanzando los 6.210 kg/ha (7.150 en la pasada). El retraso de la cosecha de maíz debido a la prioridad de la trilla de soja. Asimismo, este año viene particularmente demorada debido a las fechas de siembra muy tardías.

 

Trilla por ejido.

 

Si bien el avance de las estimaciones son apenas mayores al 50% la producción de maíz en gran parte de la región pampeana ha sufrido muy fuerte la desavenencias del clima al igual que el resto de los cultivos por la falta de piso (solo el girasol se salvará entre la fina y la gruesa) y no precisamente por un crecimiento horizontal, por ejemplo en lo que refiere a la cantidad de hectáreas sembradas, ya que como se aprecia en el cuadro anexo se había mantenido en el último lustro, pero en la presente retrocedió.

 

La campaña finalizará con una reducción de la cantidad de hectáreas sembradas de 718.500 a 514 mil hectáreas, en cambio para la delegación La Pampa de la Secretaría de Agricultura según su última estimación llega hasta los 669.200, es decir superficies disímiles por los bajos registros pluviométricos.

 

También puede decirse que el incremento tampoco ha sido horizontal (rendimiento en kilos o quintales por hectárea), cayendo de entre las 5.000 y 5.500 quintales. En la pérdida de productividad en el rendimiento fue inclusive mayor pues en la campaña pasada promedió superó con creces los 7.000 kilogramos por hectárea.

 

Están estimados además bajos rendimientos en el cuadrángulo noreste de la provincia ya que sus estados fenológicos no fueron los mejores y en algunos casos similares a los de la zona centro sur. Estos bajos rendimientos fueron decisivos en General Pico, Bernardo Larroudé, Ceballos, Alvear y Quemu Quemu, al igual que en la zona de Realicó y Trenel.

 

Observado desde el punto de vista departamental la mayor producción se estima se dará en Chapaleufu con casi 276 mil toneladas seguida de Maraco y Realicó con 187 mil respectivamente. Le estarían siguiendo en orden de importancia Quemu con 173; Catriló 138; Atreucó 95 y Trenel con otras 75 mil toneladas. En la región de Pico se estima que el rendimiento promedio será del orden de 6.160 kg/ha; con picos bajos para la zona norte menor a los 5.500. En cambio, para la cosecha de la zona centro-sur, en los de primera, los rendimientos también han sido muy bajos, entre los 35-40 qq/ha para los híbridos.

 

Un clima que no repunta.

 

Según Agricultura en la zona núcleo de la provincia, por otro lado, se mantienen las condiciones deficitarias ya que las precipitaciones de la segunda semana de mayo no lograron revertir la situación hídrica. Tampoco se prevén mejoras en esta región durante la próxima semana, teniendo en cuenta la previsión de lluvias. En cambio en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires y nordeste de La Pampa se mantienen los almacenajes regulares pero sigue faltando el agua.

 

Oficialmente en el último reporte se dice claramente que en la delegación General Pico los trabajos de cosecha aún no son generalizados y todavía se desarrolla en forma lenta condicionados al avance de la recolección del cultivo de soja y a la humedad ambiente. Se estima un avance de cosecha aproximado al 44% de la superficie total. En idéntica fecha de la campaña anterior el avance porcentual era del 40%.

 

Con respecto a los rendimientos, los valores continúan siendo dispares y oscilan entre 60 y 80 qq/ha en el sector medanoso y 30 a 70 qq/ha en el sector oeste y con tosca. En la delegación Santa Rosa las condiciones climáticas fueron favorables para el avance de cosecha, habiéndose levantado el 36% de la superficie implantada. Actualmente los maíces de primera siembra temprana, están en R7 (madurez comercial) y son los que se están cosechando, pero muy lentamente ya que las máquinas están abocadas a la cosecha de soja. Los primeros datos de rendimiento están entre 15 y 70 qq/ha.

 

Estos maíces pasaron su estado de floración en situación de principio de sequía/sequía por lo que fueron afectados en su potencial rendimiento. Muchos fueron destinados a forraje. Los maíces de primera siembra tardía están en R6 con 20%-25% de humedad y afectados en su desarrollo por estrés hídrico, calórico y al cortarse su ciclo por las heladas tempranas se verán afectados también en su peso hectolítrico. Los últimos sembrados y de segunda vieron cortados sus ciclos por heladas agronómicas por lo que no llegarán a expresar su potencial de rendimiento y serán destinados a pastoreo.

 

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