Sabado 27 de abril 2024

La Pampa exportó 195 petisos de polo

Redacción 24/06/2023 - 00.12.hs

La industria del polo argentino, le exporta al mundo a los mejores jugadores y caballos, pero también la mano de obra de los criadores o petiseros que son muy requeridos, y se destacan ampliamente por su labor.

 

JUAN JOSE REYES

 

Según la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (Aaccp), entidad dedicada a fomentar el desarrollo de la crianza de equinos en base a la aptitud de la raza, la localidad de Intendente Alvear es una de sus excelsas cunas en el país. Si bien hay unos 300 clubes de polo en Argentina (La Pampa tiene 6 y 43

 

canchas), desde nuestra provincia se exportaron el año pasado 195 caballos de pura raza a los EEUU, Reino Unido, España y el mundo arábigo, conformando el 6% del total colocado por nuestro país. El ranking distrital lo encabeza la provincia de Buenos Aires con el 50% seguido de Córdoba con el 30% y los distritos de Entre Ríos, Mendoza, La Pampa y Tucumán con el 20% restante.

 

La industria hípica, o equina del polo, se practica en la cabecera del departamento Chapaleufú (antes llamado ltuzaingó, por la célebre batalla que el abuelo de Carlos T. de Alvear ganó en 1827), cuya cabecera es Intendente Alvear, un lugar casi único en el mundo, para la cría de estos animales. Gracias a ello La Pampa es la tercera provincia del país con mayor cantidad de tierras dedicadas a la práctica del polo como deporte en 43 canchas.

 

En esos lotes se realiza año tras año el Festival Nacional de Doma y Folclore y allí tienen a los mejores petiseros, codiciados por jugadores distinguidos de la disciplina en todo el mundo. Pero hay además otras 17

 

canchas y sitios de cría (campos, clubes o estancias) en haras de Santa Rosa, Pico, Castex, Larroude, Mirasol y Embajador Martini.

 

Su práctica es anterior a la conquista del desierto y según la Asociación Argentina de Polo (AAP) está "El Olivito" (1753); "Trece de Caballería" (Guarnición Militar de Toay desde 1753); "Indios Chapaleufu" (1932); "Indios Chapaleufu II" (2007) y el "CIBAO" en 2022. Su altar es Anay Rucá de la dinastía vasco-francés de la

 

familia Heguy llegado desde los saladeros de carne de Pedro Luro a la vera del Río Quequén, arribando aquí en lo que es hoy Potrillo Oscuro, localidad de Ataliva Roca.

 

Polo local y destinos.

 

Cuando el potrillo cumple los 3 años comienza la etapa de doma; luego el entrenamiento y, si presenta las capacidades esperadas, seguramente pueda terminar en el exterior. Las crías son específicas y de excelente calidad, lo que nos posiciona con un linaje único de esta especia de grandes criadores con un centro de transferencia de embriones equinos.

 

No solo teniendo los mejores caballos de polo, Alvear ha visto nacer, crecer y convertirse en profesionales a algunos de los mejores exponentes del deporte a lomo de caballo. El polo llegó al cuadrángulo noreste de La Pampa gracias a Arturo Piñeyro, quién lo practicó en Villa Valeria y entusiasmó a los alvearenses. Sus pioneros fundaron el club de polo Chapaleufu fundado el 10 de enero de 1932 resolviéndose que el club llevaría el nombre del departamento homónimo Chapaleufu (río pantanoso, en araucano).

 

Haciendo un poco de historia se puede decir que Chapaleufu instaló su sede social, sus instalaciones

 

con cinco canchas en un predio de 31 hectáreas. A la fecha el país exporta unos 3.000 ejemplares de caballos de polo por año por unos U$S 28 millones y La Pampa aportas casi 200 ejemplares.

 

La desventaja competitiva es que el mayor costo es el flete aéreo para el traslado, los cuales suelen ser caros por la posición geográfica que tiende a estar lejos de los principales importadores ya que se realiza en aviones cargueros para conservar la integridad de los caballos, con comida y agua y con la presencia de petiseros y veterinarios.

 

Según el Instituto de Comercio Internacional (ITC), La Pampa tiene 9.000 kilómetros de distancia media a sus puntos de destino de interés, mientras que el promedio mundial de distancia para la exportación de equinos promedia los 3.800 kilómetros.

 

EEUU es el principal comprador, seguido del Reino Unido, Chile, Emiratos Árabes, Arabia Saudita y otros 37 destinos. Los norteamericanos capturan el 42% de las importaciones según la Cámara de Exportadores de la Argentina (Cera). La pandemia mermó las exportaciones de equinos en pie, motivando la interrupción de las competencias hípicas, que a la postre son el gran impulsor del comercio mundial.

 

En la práctica profesional tiene un mundo laboral competitivo, cada jugador tiene entre ocho y 10 empleados,

 

pero solo un 20 o 30% consiguen irse. Los primeros destinos externos son Palm Beach donde pasan cinco meses, y traen hasta 17.500 dólares fijos cada uno. En el caso de que el equipo gane un torneo se les otorga un bono de 3.500 a 4.000 dólares. Los petiseros quieren estar en los mejores equipos o ensillar para los mejores jugadores.

 

El segundo destino, es Inglaterra, donde se hospedan los certámenes de polo más antiguos y prestigiosos. Allí, pasan tres meses del año, de mayo a julio, el verano inglés. Los sueldos en el Reino Unido son entre 1.800 a 2.400 libras por mes más viáticos.

 

Los petiseros.

 

El caballo de polo fue evolucionando desde el equino árabe, el criollo, el cuarto de milla o pura sangre, hasta que se llegó al petiso, con características fisiológicas y de carácter necesario para un deporte de exigencia permanente. En la cría de caballos de polo las jornadas de trabajo son largas, aunque su intensidad varía según el clima o la época del año.

 

En el verano se comienza alrededor de las 5 de la mañana porque es temporada alta, se juegan partidos o prácticas bastantes seguidos y a eso se suman los intensos calores, que obligan a finalizar el trabajo antes del mediodía. Pero los horarios de trabajo del petisero se van acortando a medida que se avecina el invierno como en la actualidad, donde hay menos horas de luz y además el frío suele dificultar más el trabajo con los

 

caballos. Es una actividad que ocupa las 24 horas del día los siete días de la semana.

 

Los petiseros suelen hasta dormir en cuartos que son parte de los establos o en casas dentro del club en el que trabajan. Para ellos, es un honor ser elegidos para viajar ya que hacen una enorme diferencia económica cuando visitan Inglaterra, España y los países árabes que son de los destinos preferidos de los pampeanos. Los salarios de los petiseros, son muy elevados y si van al exterior llegan a alcanzar entre 3 a 5 mil dólares al mes, por supuesto que dependerá de que club provengan.

 

Casi no existen petiseros ingleses o estadounidenses, pues en esas regiones no es una profesión común. Los de acá son un talento de exportación, debido a que se distingue por ser un oficio que se practica desde temprana edad, ya sea porque vivieron en un haras o porque previo a cuidar caballos de polo, estuvieron a cargo de equinos de otras disciplinas.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?