Piden que la caravana electrónica sea opcional
La obligación en estos tiempos libertarios de que los criadores deban poner una caravana electrónica -que cuesta no menos de 1,7 dólares- a cada uno de los terneros que vayan naciendo a partir de 2026 está levantando polvareda a pocos días de su entrada en vigencia.
Tanta polvareda que más de 600 productores pidieron que su utilización no sea forzosa sino “voluntaria”. El operativo clamor ya llegó al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, que quedó en responder a este planteo.
Los primeros en tirar la piedra fueron los chacareros de Bases Federadas, que hicieron circular un petitorio que ya reunió esas 600 adhesiones de productores de 17 provincias. Ellos reclamaron a secas que “la caravana electrónica debe ser voluntaria”, al menos para el primer segmento de la cadena ganadera. Y en las últimas horas advirtieron, en un comunicado, que de no mediar una solución política a este planteo podrían recurrir a la justicia, presentando un recurso de amparo.
“Solicitamos que se cambie en la normativa la palabra ‘Obligatoria’ por ‘Voluntaria’. De lo contrario nos veremos obligados a sumarnos a la idea surgida de los productores, la de ir por el camino de los amparos judiciales (resolución acordada en la última reunión de la comisión directiva), lo cual sería una pérdida total de tiempos ya que nosotros debemos ocuparnos en generar más terneros”, señaló el comunicado de Bases Federadas.
Gestiones amistosas.
Como sea, antes de llegar a eso hay gestiones amistosas encarnadas por Carlos “Caico” Montoya, un ganadero autoconvocado de La Pampa que además fue funcionario del Senasa y de la Comisión Europea, y uno de los responsables en el inicio de este milenio de establecer el sistema de trazabilidad hoy vigente, exigido por la Unión Europea.
Ese sistema utiliza caravanas plásticas convencionales, y lo que se impone ahora desde el Estado es que las mismas deben ser reemplazadas por un chip de lectura electrónica, que no aporta nada más sustancioso que la posibilidad de leer los datos mediante un bastón electrónico, lo que permite un uso mucho más ágil y sustancioso de los datos de un rodeo.
“Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, fue informado de dicho petitorio por intermedio de Carlos Montoya quién además solicitó audiencia para generar un espacio de dialogo, pero aún el Secretario no concreto la fecha de la reunión”, comentaron desde Bases Federadas. Según pudo saber Bichos de Campo, las sociedades rurales del norte bonaerense, que suelen actuar en tándem, también han hecho saber a Iraeta que apoyan la propuesta.
Verdadera dificultad.
Es una verdadera dificultad para un gobierno acostumbrado a escudarse detrás de la grieta: con este planteo los criadores lo corren por izquierda y por derecha, sin fisuras. El propio Montoya contó sobre la situación actual: “Yo hice una propuesta que las rurales del norte tomaron, que es que el chip electrónico sea optativo para los criadores y recriadores, y que los engordadores tengan la obligación. Entonces, el 100% de la carne que sale a exportación o que sale del frigorífico estará trazada, pero no le traspasás el costo del chip al criador, que es el primer eslabón de la cadena”, confirmó el ganadero.
“Nosotros ya tenemos trazabilidad individual, y resulta que ahora te quieren meter de prepo el chip, que no te da más garantías de la que tenés hoy. Simplemente es otro método para hacer un negocio, que según ellos va de avanzada. Todo bien, pero dejame que sea optativo”, insistió Montoya, que también tuvo un guiño del titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, para elevar este planteo a Iraeta.
El mayor problema es que fueron el propio Iraeta y sobre todo su poderoso concuñado, el ex titular de ARCA, Juan Pazo, los principales promotores de este cambio que ahora pone en pie de guerra a los criadores, que deberán pagar el costo pero sin necesariamente ver los beneficios.
En su momento, Pazo explicó que esto iba a servir entre otras cosas para impulsar un mercado de seguros sobre el capital hacienda. El colaborador directo de Luis Caputo acaba de dejar la función pública para volver a su actividad privada. Entre sus negocios figura el fondo de inversiones Invernea, justamente especializado en ganadería.
“Sostenemos con firmeza que el productor de cría para estar en el camino de obtener un ternero por vaca al año debe utilizar otros procesos tecnológicos que si tienen impacto en la preñez, como por ejemplo: Tacto, IATF, examen seminal, tacto pre servicio en vaquillonas, etcétera. Imponer un costo nuevo traerá como consecuencia en muchos establecimientos el remplazo de los puntos antes mencionados, lo cual impactará negativamente en el índice de deteste”, argumentó Carlos Baravalle, el directivo de Bases Federadas que se declaró primero en rebeldía y desairó estas gestiones de última instancia frente al “concuñado” de Agricultura. (Bichos de Campo)
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