Estuvo siete horas atrincherado
Redacción 20/10/2009 - 02.19.hs
Un tiroteo entre un hombre y efectivos de la Seccional Segunda resultó en una tenaz resistencia a la detención por parte del acusado, que se atrincheró en su casa acompañado de su esposa embarazada y un hijo de 1 año.
El incidente comenzó durante los últimos minutos del domingo, tal como adelantó LA ARENA en su edición de ayer. A las 23.40 una patrulla intentó identificar a dos personas en la calle Quinquela Martín. Uno de ellos extrajo una pistola 9 milímetros, apuntó a los policías y gatilló dos veces. Sin embargo, los disparos no salieron.
El sospechoso comenzó a escapar e ingresó en su casa, y allí volvió a disparar contra los agentes. Esta vez el arma funcionó, disparando siete veces con nula puntería. La policía respondió pero el muchacho logró refugiarse en su domicilio de la calle Maestros Salesianos.
Allí se montó un intenso despliegue en las inmediaciones de la vivienda, procurando detener al atacante. Este, sin embargo, interpuso a su familia para evitar la aprehensión y la policía no quiso allanar la vivienda. Merced a la delicada situación, las autoridades decidieron que interviniese el Equipo de Abordaje a Incidentes Críticos de la fuerza provincial. A partir de ese momento, comenzó una negociación que se extendió hasta las primeras horas de la mañana, mientras el barrio se mantenía en vilo y a pura tensión. Recién a las 6.40, siete horas después de comenzado el conflicto, el hombre depuso su actitud y se entregó.
En el patio delantero, los investigadores secuestraron varias vainas de 9 milímetros. Dentro de la vivienda, incautaron varias municiones y un cargador, pero no pudieron encontrar el arma. En el juzgado de turno se inició una causa por abuso de armas, atentado y resistencia contra la autoridad. El agresor, por su parte, quedó alojado en dependencias de la Segunda. "Hacía bastante que teníamos un episodio de este tipo", confió el comisario Sergio Figueroa, entrevistado en Radio Noticias, además de agregar que desconocen los motivos de la reacción de esta persona contra el personal policial.
El incidente comenzó durante los últimos minutos del domingo, tal como adelantó LA ARENA en su edición de ayer. A las 23.40 una patrulla intentó identificar a dos personas en la calle Quinquela Martín. Uno de ellos extrajo una pistola 9 milímetros, apuntó a los policías y gatilló dos veces. Sin embargo, los disparos no salieron.
El sospechoso comenzó a escapar e ingresó en su casa, y allí volvió a disparar contra los agentes. Esta vez el arma funcionó, disparando siete veces con nula puntería. La policía respondió pero el muchacho logró refugiarse en su domicilio de la calle Maestros Salesianos.
Allí se montó un intenso despliegue en las inmediaciones de la vivienda, procurando detener al atacante. Este, sin embargo, interpuso a su familia para evitar la aprehensión y la policía no quiso allanar la vivienda. Merced a la delicada situación, las autoridades decidieron que interviniese el Equipo de Abordaje a Incidentes Críticos de la fuerza provincial. A partir de ese momento, comenzó una negociación que se extendió hasta las primeras horas de la mañana, mientras el barrio se mantenía en vilo y a pura tensión. Recién a las 6.40, siete horas después de comenzado el conflicto, el hombre depuso su actitud y se entregó.
En el patio delantero, los investigadores secuestraron varias vainas de 9 milímetros. Dentro de la vivienda, incautaron varias municiones y un cargador, pero no pudieron encontrar el arma. En el juzgado de turno se inició una causa por abuso de armas, atentado y resistencia contra la autoridad. El agresor, por su parte, quedó alojado en dependencias de la Segunda. "Hacía bastante que teníamos un episodio de este tipo", confió el comisario Sergio Figueroa, entrevistado en Radio Noticias, además de agregar que desconocen los motivos de la reacción de esta persona contra el personal policial.
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