Unidos o derrotados

El debate sobre la unidad volvió al debate durante esta semana. Lo llamativo es que todo lo que se construye a nivel nacional no se replica en la provincia. Y yaa se sabe lo que ocurre cuando aparecen las divisiones: nunca las ganancias son para los que menos tienen, siempre terminan favorecidos los más poderosos.

 

El dilema retorna cada tanto a nuestro país, como si no tuviéramos suficiente memoria. Cada vez que no hubo unidad popular, los beneficios fueron para quienes sacan réditos de las peleas internas.

 

Vale recordar una frase histórica. “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”, dijo Juan Domingo Perón hace 59 años, mientras buscaba una integración política y económica del Cono Sur. Específicamente, en ese momento histórico, apuntaba a unir a Argentina con Brasil y Chile. La frase pertenece a un discurso del 11 de noviembre de 1953 en la Escuela de Guerra.

 

Ese mensaje vale también para nuestra realidad interna, pero parece que no le llega a la dirigencia pampeana. De otro modo, es difícil de entender que en momentos tan críticos aparezca un intendente sosteniendo que no se siente representado por el partido con el que ganó las elecciones, o algunos diputados provinciales abriendo un debate a cielo abierto sobre las políticas de gobierno.

 

Algunos ejemplos.

 

Estas inoportunas internas aparecen ventiladas a pocos meses de una crucial elección, en la que hay que mostrar ante los votantes un bloque monolítico capaz de enfrentar a las políticas anarco-capitalistas que buscan destrozar todas las conquistas populares.

 

Hay ejemplos que mostraron el camino durante esta semana. Un caso palpable es la pueblada de 25 de Mayo, una movilización capaz de frenar suspensiones de trabajadores. Esa marcha también dejó un mensaje claro para los gobernantes: o resuelven sus diferencias y llegan a un acuerdo pensando en la producción y el empleo, o tendrán una protesta más fuerte, pero esta vez en las puertas de sus propias oficinas.

 

Otro ejemplo lo dieron los universitarios, con documentos y marchas que unieron a rectores, profesores y estudiantes de todo el país.

 

Los gobernadores, con papel protagónico del pampeano Sergio Ziliotto, también dieron una muestra de unidad que sorprendió a propios y extraños. Es que hay peronistas, radicales y macristas, pero también representantes de movimientos netamente provincialistas, todos encolumnados ante un objetivo común: reclamar lo que les corresponde ante un gobierno nacional que se queda con todos los fondos coparticipables.

 

Tan fuerte y contundente fue ese reclamo que obligó por primera vez al gobierno nacional a hablar de la presentación de una “contrapropuesta”, un término poco usado por cierta gente acostumbrada a manejarse con un arrogancia tal que desdeña cada observación realizada por quienes no piensan como ellos.

 

Pasos en falso.

 

Mientras tanto, la estrategia libertaria no cambia demasiado su libreto y así sigue dando pasos en falso. El vocero presidencial pone cara de “yo no fui” al anunciar la eliminación de un feriado para los empleados públicos por decreto, como si fuera la solución para todos nuestros problemas. Puro humo provocador que duró apenas 24 horas, hasta que la justicia dictó la suspensión del decreto y todo quedó como era entonces.

 

Al día siguiente, Francos se ofendió porque le dijeron que mentía en su informe parlamentario. Fue a representar a un presidente que dice que el Congreso está lleno de ratas y que cataloga a los opositores de “mandriles” o “parásitos mentales”, entre otras cosas. No son coherentes ni con ellos mismos y terminan usando dos varas distintas para medir los cuestionamientos.

 

La presentación del informe de gestión en el Senado del jefe de Gabinete de Ministros, dejo otra “perlita”. Guillermo Francos tuvo un lapsus al referirse al futuro de Argentina bajo la gestión de La Libertad Avanza. Ante los legisladores, aseguró que cada una de las medidas impulsadas por el presidente Javier Milei guían al país hacia "un futuro de confianza y pobreza". Tras esta afirmación, Francos no se rectificó ni pidió disculpas, lo que lleva a pensar que realmente la gestión libertaria apunta a dejar en condiciones paupérrimas a nuestro país.

 

Entre las operaciones mediáticas y los fallidos, “Toto” Caputo sigue aprovechando para ejecutar sus maniobras de guante blanco, tomando más préstamos y facilitando la fuga de fondos que después tendremos que pagar todos los argentinos. Ya lo hizo una vez y ahora lo está haciendo de nuevo.

 

Una sola respuesta.

 

Ante este crítico panorama, la única respuesta posible está en la unidad y la movilización. Los que tienen pequeñas diferencias deberán dejarlas para un mejor momento.

 

Algunos deberán repasar esa marcha partidaria que cantan con tantas ganas y honrarla con los hechos. Su líder habló hace décadas de “unidos o dominados” y la canción dice que “todos unidos triunfaremos”. También la tendrán que tener en cuenta los que no alzan la voz ante una condena arbitraria, los que crecieron al calor de un apoyo partidario que ahora olvidan, y otros que recibieron el mandato de formar un bloque para sostener a un gobierno y ahora abren grietas que aprovecha la oposición mientras sus votantes observan desconcertados.

 

Ojalá el frío de estos días les haga bajar pasajeras calenturas y les permita recapacitar. No hay otra alternativa: la consigna de la hora es “unidos o derrotados”.

 

DANIEL ESPOSITO