Dictaron dos prohibiciones de acercamiento a hombres
El juez de control, Néstor Daniel Ralli, por pedido del fiscal Marcos Hernán Sacco, dispuso la sustitución de las prisiones preventivas de Bruno Iván Soto y de Diego Omar Dominici por una prohibición absoluta de acercamiento a sus ex parejas por el plazo de 90 días, y ordenó que ambos queden en libertad en legajos por violencia de género.
Soto, un albañil de 33 años, está siendo investigado por la presunta comisión del delito de amenazas simples y lesiones leves calificadas por la relación de pareja, en concurso real con amenazas con arma, en dos legajos.
El primero de los hechos por los que está imputado ocurrió el 10 de agosto pasado, cuando la víctima se apersonó a la casa de Soto para llevarle la hija de ambos y en medio de una discusión él le dijo: "Cuidate, te voy a matar". Luego, el 27 de noviembre a la noche, en circunstancias similares, pero en el domicilio de la mujer, volvió a originarse otra discusión por un celular y como ésta se negó a entregárselo, el agresor fue hasta su vehículo, tomó un cuchillo y se lo apoyó en el cuello, mientras aseguraba que iba a matarla. En medio de un forcejeo, el hombre reaccionó pegándole en la cabeza y tomándola de los pelos, antes de ser detenido por la policía.
El imputado fue formalizado el 30 de noviembre por la jueza de control María Florencia Maza. Ahora Sacco solicitó una audiencia de reexamen de medidas de coerción y allí le pidió a Ralli -quien aceptó- la sustitución de la prisión preventiva por la prohibición de acercamiento. Desde este domingo, Soto está en libertad, aunque por 90 días no podrá apersonarse a menos de 200 metros de su ex pareja ni de su domicilio, ni tener ningún tipo de contacto con ella.
Amenazas y daños.
En el caso de Dominici, un empleado de 26 años, había sido formalizado el 23 de diciembre por el propio Ralli por los presuntos delitos de desobediencia judicial, amenazas y daños, todos hechos independientes entre sí, ya que un día antes había desobedecido la restricción de acercamiento y de contacto a menos de 200 metros, al haber ingresado a la casa de su ex pareja. Esa medida había sido impuesta por Maza el 16 de octubre pasado. En esas circunstancias, el imputado, además, habría provocado roturas en la puerta de ingreso.
En la audiencia de reexamen de medidas de coerción, Sacco requirió -y Ralli hizo lugar- a la sustitución de la prisión preventiva por una prohibición absoluta de acercamiento y contacto, a menos de 200 metros, con la mujer y su domicilio particular, no pudiendo comunicarse por ningún medio bajo apercibimiento de hacer efectiva la prisión preventiva en caso de incumplimiento.
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