Murió la periodista Yanina Lofvall
Cerca del mediodía de ayer, en cercanías de Roque Pérez, Yanina Lofvall y Pablo Ramos, ambos pampeanos, protagonizaron un choque frontal. Ella, de 34 años, murió en el acto, él resultó herido.
En un choque frontal registrado en el kilómetro 142 de la ruta 205, en inmediaciones de Roque Pérez (provincia de Buenos Aires) falleció ayer cerca del mediodía la periodista Yanina Lofvall, quién había salido desde La Plata con rumbo a Santa Rosa para la presentación de un libro que iba a realizarse el próximo martes en la Universidad Nacional de La Pampa.
Según el portal de noticias ABCSaladillo, el siniestro involucró a dos vehículos: un Chevrolet Corsa (color gris) y un Chevrolet Agile (color blanco). En el primero iba Lofvall (34) junto a pablo Alberto Ramos (35, docente de Artes Plásticas), otro pampeano que resultó herido y que estuvo internado en el hospital de Roque Pérez durante algunas horas con una fractura de fémur; mientras que en el Agile se trasladaban Rodolfo Cardoso (73 años, fallecido) Liliana Noemí Pesaresi (54 años, fallecida) y Aldana Pereyra (22 años, herida de gravedad), todos oriundos de Saladillo.
"El relato de testigos y del jefe de Bomberos Voluntarios de la ciudad vecina, (indica) que el choque fue de frente pero aún no se han podido determinar las causas", agrega el portal de noticias. Al cierre de esta edición un periodista de ABCSaladillo que "Pablo Ramos fue dado de alta porque tenía sólo una fractura de fémur".
Por la violencia del impacto entre ambos vehículos (que quedaron sobre la cinta asfáltica), los bomberos trabajaron arduamente para poder sacar los cuerpos de las personas involucradas que quedaron atrapadas en los vehículos destrozados por completo. Por este motivo los brigadistas tuvieron que utilizar instrumentos de corte. Tras el trabajo de los peritos, el tránsito fue restablecido.
Escritora.
A los seis años Lofval y su familia vinieron a vivir a Santa Rosa desde Darregueira, provincia de Buenos Aires. La menor de cuatro hermanos, hizo la primaria en la Escuela 4 y el secundario en el Ciudad de Santa Rosa. De todos los colegios -dijo a LA ARENA en un artículo publicado en abril de 2015- guardaba muy bellos recuerdos.
En el colegio Ciudad comenzó un taller de teatro con Edith Gazzaniga y tiempo después formó parte del Grupo Andar. En quinto año del colegio entró al Servi Trinitatis, la secta en la que pasó, quizás, los peores días: la orden fue denunciada en 2007 por reducir a la servidumbre a adolescentes de entre 12 y 18 años.
"Hoy básicamente, soy feliz. Soy docente de primaria, a veces doy talleres, soy periodista de oficio, colaboro cuando puedo con la Secretaria de Derechos Humanos de la Facultad, y con cualquier otra cosa que me parezca una buena causa. Estoy trabajando en mi tesis para recibirme de licenciada en Comunicación. En lo personal me gusta salir a correr, estoy en pareja, trato de viajar siempre que puedo ¡No puedo explicar cuánto disfruto los pequeños actos de libertad cotidianos!", dijo en la entrevista publicada en el suplemento Caldenia el año pasado, a pocos días de la salida de "Siervas Trinitarias", libro en el que relataba los días que pasó en el Servis Trinitatis.
En la nota, Lofvall afirmaba que su paso por el Servis Trinitatis "fue una etapa muy dolorosa, siento que me robaron mi identidad y siete años y dos meses de mi vida" y que "haber podido escapar, vivir para contarla me llena los pulmones de aire, me fortalece como mujer y como ser humano. La vida es maravillosa, más cuando estás con una segunda oportunidad". Actualmente, la periodista viajaba asiduamente a Santa Rosa porque trabajaba para 7 Sellos, una editorial cooperativa que fundó su catálogo con el libro ¡Escuchá! de Alicia Partnoy, a quien Lofvall iba a presentar el próximo martes en la Universidad Nacional de La Pampa.
Un libro, una vida.
Siervas Trinitarias, el libro que presentó Lofvall el año pasado, es una investigación periodística contada en primera persona y tiene una doble apuesta. Además de ser una obra literaria, es un documento histórico que registra un suceso que tomó estado público, que tuvo repercusiones no sólo en medios locales sino también en medios nacionales e internacionales y que conmocionó a la sociedad santarroseña al develar los mecanismos de una institución que aún sigue funcionando en la provincia.
Artículos relacionados