Jueves 19 de junio 2025

"¿Mamá, por qué no puedo hacer nada?"

Redacción 24/07/2017 - 01.18.hs

Despedida primero y reprimida después, una ex trabajadora de la planta de Florida contó cómo se organizan los prescindidos para luchar contra el ajuste. No solo la despidieron a ella, sino también al marido.
El 21 de junio pasado, Cecilia Alegre, trabajadora de PepsiCo con 20 años en la empresa, madre de tres hijos, llegó a la planta de Florida porque sus compañeros le avisaron que algo malo estaba ocurriendo. Era feriado y solo el personal tercerizado iría a trabajar. Cuando llegó a la fábrica, las caras largas frente a la persiana metálica y un pequeño cartel pegado sobre la chapa le aclararon el panorama: "Con motivo del cese de operaciones de Planta Florida (...) se comunica al personal que queda transitoriamente liberado de prestar servicios manteniendo el goce de haberes". En esas pocas líneas todos entendían lo mismo, los estaban despidiendo.
"Mi marido también trabajaba en PepsiCo, los dos nos quedamos sin trabajo. Pese a todo, nos sentimos con mucha fuerza porque la sociedad en general nos está apoyando. Hay un gran grupo de trabajadores de la Argentina que se encuentran en la misma situación que nosotros. Es más, hace un rato nos enteramos que despiden a 50 trabajadores con una metodología parecida a la de PepsiCo ya que cuando llegaron se encontraron con un cartel que estaban despedidos y con la indemnización ya depositada", dijo Alegre a LA ARENA.
"Nosotros creemos que nuestra pelea es valedera porque sabemos la situación de PepsiCo. PepsiCo no tiene crisis. Está importando productos desde Chile; los traen en avión, decíme si vos estás en crisis ¿gastás semejante cantidad de dinero en traer productos de otro lado en avión?".
-¿Qué sensación les deja el rol del sindicato?
-La parte sindical que nos debería representar es el Sindicato de la Alimentación pero no hay ningún tipo de comunicación. Desde el primer día en que la empresa cerró, el sindicato nos dejó a la deriva diciéndonos que lo único que podíamos hacer era agarrar nuestra indemnización e irnos a buscar trabajo como si fuese que a la vuelta de la esquina conseguís un trabajo. No es el tema que te indemnicen, lo que queremos es nuestro trabajo.
-¿Qué imágenes guardás de estos días tan intensos?
-Se me vienen muchas imágenes a la cabeza. El día de la represión fue algo muy brutal. Compañeras, madres de familia que la policía las golpeaba. La policía tenía mucha saña contra nosotros, no hubo ningún tipo de diálogo ni nada. Me acuerdo de mis compañeras caídas en el piso y la policía que las pisoteaba; muchos amigos -porque había parientes, amigos, organizaciones sociales- haciendo una pelea que no era directamente la de ellos. Nunca nos imaginamos esto. Yo soy trabajadora, nunca participé en una movilización así como ese día, menos en una represión. Ahora, pasan los días y cada día más solidaridad, más gente que nos acompaña.
-¿Imaginaste tener que pasar por esto?
-No, jamás. Yo hace 20 años que trabajo en PepsiCo. Trabajaba. Cuesta acostumbrarse a decirlo. Dos semanas antes del cierre hubo una reunión con Recursos Humanos, con la gerencia de PepsiCo planta Florida donde ellos nos decían que nos despreocupemos, que no había ninguna crisis en la planta, que íbamos a seguir trabajando todo el año. Dos semanas después nos pegan el cartelito en la puerta.
-¿Qué esperanzas tienen?
-El lunes salió una cautelar del juzgado número 6 donde dice que 11 compañeros tenían que ser restituidos, bueno, al otro día de ese día lunes los compañeros se presentaron en la planta a trabajar junto con los abogados y un escribano y no los dejaron ingresar para trabajar. Estamos un poco esperanzados y esperando que las leyes se cumplan, como se cumplió la ley cuando dieron la orden de desalojo, ¿no?

 

La Carpa en la plaza.
Días atrás, los ex trabajadores de PepsiCo montaron una carpa en la Plaza de los Dos Congresos, en Buenos Aires, para hacer visible su reclamo. Hasta allí llegó una cronista de LA ARENA adonde fue recibida por los despedidos.
"Acá nos vienen a apoyar y también a contar lo que se vive en otras empresas. Nosotros hicimos punta en esta crisis pero no somos ni héroes ni nada por el estilo. Mucha gente se siente representada por nosotros y nos apoya porque, o están en la misma situación o se ven en la misma situación en breve. Desde ese día que cerró PepsiCo, esa semana fue una consecutiva de despidos. Terrible y mucha gente se siente identificada porque no tiene una representación o no tiene la fuerza o no se anima a hacer lo que hicimos nosotros", señaló Cecilia Alegre.
"Es el momento en que todos los trabajadores tenemos que salir a luchar porque también se viene lo de la reforma laboral que quiere hacer Macri, donde los pobres tenemos que ser más pobres y los ricos cada vez más ricos".

 

"¿Por qué PepsiCo te echó?"
Lo que más le dolió a Cecilia fue explicarle a sus tres hijos que la habían despedido. "Una trata de que concurran al colegio con todo, que hagan algún deporte como tiene que ser para todos los chicos. Pero ahora tuvimos que empezar a recortar un montón de cosas en casa. Sacar el cable, Internet, cosas que ahora no podemos pagar. No nos quedó otra. La más chiquita no entiende, se enoja, por no poder hacer su vida de antes. Ayer me dijo 'Mamá ¿por qué PepsiCo te echó, por qué ahora yo no puedo hacer nada?'. Todos los días tenés que estar hablando y explicándoles la situación. Ellos sienten que les cambió la vida, no es que teníamos una vida de lujo, pero teníamos una vida de laburantes y podíamos darles otras cosas, ciertos pequeños detalles que ahora no".

 


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