«Me gusta hacer cosas por las personas»
(General Pico) – La niña «Lupe» Martín Gelabert, de apenas tiene 7 años edad, ya donó dos veces su pelo para la confección de pelucas para pacientes oncológicos. La menor, que es alumna del segundo grado de la Escuela 66 de esta ciudad, sintió la necesidad de «ayudar un poco a quien lo necesita», cuando supo que una compañera de colegio había realizado la misma acción. Cuando sus maestras y compañeros y compañeras de segundo grado, supieron de su gesto solidario, la felicitaron y destacaron su iniciativa.
Agustina Moreyra, quien es una de las mayores referentes de las causas solidarias, se encarga desde hace años, de hacer llegar las donaciones a diferentes organizaciones que se encargan de fabricar y de entregar pelucas gratuitas, a personas que afrontan algún tratamiento oncológico.
Al principio, mandaban los mechones de pelo a la agrupación «Lanitas de Luz» de Mar Del Plata. Luego hicieron envíos a «Dona Cabello Argentina» y, por último, a «Un mechón por una sonrisa», que trabaja en Santa Rosa. Este año ya hicieron un envío de casi un centenar de donaciones.
El cabello a donar no importa que sea teñido, debe tener un mínimo de entre 20 y 25 centímetros de largo, y debe estar atado en uno o ambos extremos, y envuelto en un papel.
Segunda donación.
En diálogo con LA ARENA, la pequeña dijo que un día fue a la escuela y una amiga le «contó que había donado el pelo». De regreso a casa, «le dije a mi mamá que quería donar el pelo y mamá se puso a averiguar».
A partir de ese momento, Paula Gelabert, su mamá, comenzó a averiguar qué peluquería llevaba adelante este tipo de colectas. Fue así que dio con Agustina Moreyra Vanarelli, y a través de ella, con la peluquera Yamila Carmona que atiende en Barrio Talleres.
Una vez en el local, la profesional que la atendió le ató el pelo con banditas elásticas, para que se conservara atado, y le cortó recto.
Hace dos años, Lupe Martín Gelabert ya había hecho la primera donación, y según contó su madre, estaba con muchas ganas de que le creciera rápido, para poder volver a donar.
«Es la segunda vez que me corto, no duele nada, pero sentí nervios. Estaba contenta porque ayude a otras personas», señaló la menor.
Destacan iniciativa.
Cuando sus maestras y compañeros y compañeras de segundo grado, supieron de su acción solidaria, la felicitaron y destacaron su iniciativa. «Me felicitó la directora y me dijo que es un lindo gesto y muchas cosas más, me felicitaron. Me gusta hacer cosas por las personas», dijo la pequeña.
Las felicitaciones y los mensajes también llegaron de parte de sus familiares, que destacan el gesto de la niña, que por iniciativa propia quiso donar su pelo para ayudar a los demás.
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