Sabado 05 de julio 2025

Quién era el joven pampeano que murió en Cromañón

Redaccion Avances 30/12/2024 - 09.28.hs

La corrupción, una bengala prendida y la falta de control en la noche porteña provocaron la muerte de 194 personas y 1.432 heridos en el boliche República de Cromañón el 30 de diciembre de 2004. A 20 años de la masacre, la historia generó un cambio abrupto en la sociedad y en la vida de los más de 4.500 asistentes.

 

República Cromañón, ubicado en la calle Bartolomé Mitre al 3000, era uno de los boliches más conocidos de la Ciudad de Buenos Aires y para cerrar el año 2004 acordaron con la banda de rock Callejeros realizar tres shows, donde el 30 de diciembre presentarían su último disco.

 

Todo estaba acordado. Los integrantes de la banda se quedaban con el 70% de lo recaudado, mientras que los dueños del local con el 30%. Callejeros concretaba la venta de entradas, mientras que los encargados del boliche de que todo estuviera en condiciones. Aun así, la falta de control, seguridad e higiene y la corrupción hicieron del último concierto un recuerdo imborrable.

 

El 30 de diciembre, a menos de dos minutos de que haya arrancado el show, un fanático prendió una bengala, algo común en los conciertos, y generó que la media sombra, la cual estaba prohibida al tratarse de una tela de plástico inflamable, comience a prenderse fuego de manera instantánea.

 

El horror se apoderó del lugar. Había más de 4.500 personas en un espacio habilitado para tan solo 1.031 debido a que estaba catalogado como local de baile clase C. Pese a que el fuego se extinguió solo, el humo negro y denso se expandió por todo el boliche y miles de fanáticos, entre niños y adultos, solo esperaban salir a la calle.

 

Adentro, el miedo, la desesperación y los gritos eran cada vez más. Muchos de los que lograron salir volvieron a entrar para rescatar a sus amigos, familiares o tan solo ayudar. Un porcentaje de esas personas murieron.

 

Sin embargo, hay una imagen que a muchos les cuesta olvidar. Los Bomberos, después de estar 10 minutos tratando de abrir una de las puertas de emergencias bloqueadas por los organizadores, lograron destrabar uno de los accesos y los cuerpos de decenas de personas se derrumbaron. Una imagen clara de la corrupción y del abandono.

 

Muchos familiares, amigos y allegados tardaron horas y días en encontrar a sus conocidos, sea vivos o muertos. El caos porteño fue total.

 

De total de fallecidos, 17 de ellos se suicidaron años después ante la desidia del Estado Nacional y la falta de ayuda para acompañar a los sobrevivientes.

 

PAMPEANO. 

 

Una de las víctimas de aquel trágico 30 de diciembre de 2004 fue el pampeano Julián Rozengardt. 

 

El joven, hijo del profesor de Educación Física piquense Rodolfo Rozergardt, y de la abogada Silvia Bignami, nació el 11 de noviembre de 1986 en General Pico y en el año de la masacre residía en Capital Federal donde cursaba sus estudios.

 

Julián tenía tres hermanos, una de ellas Alejandra, cuatro años mayor, quien es en la actualidad una reconocida periodista de General Pico y de la provincia con un fuerte compromiso con la causa Cromañón. 

 

Julián era, según recordó siempre su hermana, un chico que defendía las causas justas, en la calle, manifestando por los que menos tienen, amante del rock y de Callejeros. 

 

El joven pampeano, que tenía 18 años, estaba dentro del local viendo a Callejeros cuando la bengala dio contra la media sombra y el humo tóxico le provocó la muerte a 194 personas.

 

Tras el incendio, el joven piquense fue trasladado a un centro asistencial capitalino donde murió el 1º de enero causando un gran dolor entre sus seres queridos que jamás permitirán que se olvide lo que vivió y cuyo triste episodio le causó tanto dolor a una sociedad entera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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