Miércoles 17 de abril 2024

A 70 años de la primera promoción

Redacción 09/12/2022 - 00.36.hs

Han pasado nada menos que siete décadas del egreso de la primera promoción de la Sección Comercial Anexa al Colegio Nacional. Allá por diciembre de 1952, fueron 26 los estudiantes los primeros de ese establecimiento que recibían sus títulos de Perito Mercantil.

 

Ha pasado mucho tiempo desde que ese grupo de adolescentes abandonaban las aulas de su querido Colegio Comercial que funcionaba a contraturno en las aulas del Colegio Nacional para salir a la vida con sus sueños e inquietudes.

 

A 70 años de aquel acontecimiento, don Mario Miravalle (87) quiso contar cómo se gestó aquella historia, que fue el inicio de una historia que ha dado tantas promociones de Peritos Mercantiles.

 

Dicen los que dicen saber que la creación de un colegio comercial era reclamada desde 1934, y explícitamente el 3 de abril de 1940 fue solicitada formalmente una sección anexa al Colegio Nacional.

 

Se abre el Comercial.

 

Pero habría que esperar otros ocho años hasta que el 19 de abril de 1948 finalmente se concretara, para lo que se puso a disposición del alumnado dos capacitaciones: "Tenedor de libros" una carrera de tres años, y "Perito Mercantil" que demandaba cinco años para acceder al título.

 

Las crónicas indican que el día inaugural estuvo presente el gobernador del entonces Territorio, Juan L. Páez. En la oportunidad el rector, Champalbert, hizo uso de la palabra para explicar cuáles habían sido los pasos que concluyeron en el inicio de las actividades.

 

La matrícula conque comenzaron fue de 40 alumnos, y 26 de ellos habrían de culminar en 1952 como peritos mercantiles.

 

El plantel de profesores.

 

Se apunta entre los recuerdos que los primeros profesores fueron: Ernesto Gandolla (Inglés), Margarita Pajot de Poncetta (Francés), María Renée Agüero (Geografía), Nicolás Toscano (Dibujo y Caligrafía), María del Carmen Rodríguez (Canto), Anita Hoff (Matemáticas), Julio N. Rubio (Castellano), Honorio Romero (Educación Física), Benigno Palasciano (Contabililidad), Ortelia Gómez Luna (Dactilografía), Lázaro Romero (Historia), y Jorge Spinetta (Religión). El preceptor era Gerónimo Piatti.

 

Miles de egresados.

 

En esta vorágine permanente en que vivimos, las cosas van sucediendo a una velocidad que -lamentablemente- se lleva puestos las historias que, al cabo, fueron cimentando esta sociedad que hoy compartimos. ¿Cuántas generaciones, cuántos alumnos y alumnas egresaron del que luego se llamó Colegio Comercial Anexo "Capitán General Don José de San Martín?

 

Fueron miles de estudiantes que, salidos de esas aulas del secundario, emprendieron el camino de la universidad en algunos casos; o tomaron el rumbo del trabajo en distintas actividades en muchos otros. Todos con la base de ese aprendizaje que fueron recibiendo para pararse aún muy jóvenes ante los aconteceres de la vida.

 

Los 26 primeros.

 

A 70 años de aquella primera promoción, cabe mencionar a quienes entonces recibieron orgullosos ellos y sus familias el título de Perito Mercantil.

 

Fueron ellos: Clementina Cabiatti, Carlos Alberto Cavalli, Rosalba D'Atri, Francisca Díaz, Elba Domínguez, Oscar Eduardo Falappa, Víctor Orlando Fiorucci, Mabel Gallinal, Haydeé Ester García, Horacio Garciarena, Orlando Restituto González, María Loliger, Olga Loliger, Josefa Nair Mángano, Teresa Medina, Lidia Millán, Mario Miravalle, Guillermo Jorge Mur, Alfredo Ordoñez, Elsa Antonia Sastre, Osvaldo Alberto Sastre, Reinaldo Sánchez, Enzo Bartolomé Silvestro, Élida Stojanowsky, Arnaldo Pedro Ángel Tueros y Lidia Vital.

 

Dos comerciales.

 

Don Mario Miravalle recuerda con asombrosa precisión como sucedieron los acontecimientos que llevaron a poner en marcha el Colegio Comercial en Santa Rosa. Nacido en Caleufú, el hombre fue primero a la Escuela Rural del Lote 2 Colonia La Elina; y terminado ese ciclo llegó a Santa Rosa para iniciar los estudios secundarios en la Escuela Normal.

 

Eso fue hasta que supo que allí mismo-sí, en el mismo establecimiento- se iba a poner en marcha el Colegio Comercial. Consultando con sus padres decidió que cambiaría el rumbo que lo conducía a ser maestro, al de los números y la contabilidad.

 

Los "inquilinos".

 

Pero sería por un tiempo, porque al cabo de algunos meses se decidió que el Comercial -que también funcionaba en el Nacional- iba a ser anexo y que quienes cursaban en el Normal para peritos mercantiles iban a concurrir al edificio de la calle Pico. Es decir que se unificaban

 

Eso desde 1948, lo que llevó a que los que iban por el bachillerato al Nacional denominaran por siempre a los futuros peritos como los "inquilinos". Más a modo de inocente broma que de una estigmatización que pudiera ofender a quienes la recibían.

 

Otros tiempos.

 

Don Mario cuenta con gusto cómo fueron aquellos tiempos de alegre estudiantina. "Todo era bastante más cerrado que hoy, porque recuerdo que en los recreos los muchachos permanecíamos en el patio, y las chicas tenían que quedarse en el salón de actos", señala. Con el tiempo se dispondría un patio para los varones y otro para las mujeres, porque así eran las cosas no hace tanto tiempo atrás.

 

El hombre mira una lista y va repasando con nostalgia cada uno de los nombres que allí aparecen. "Iba con nosotros Rosalba D'Atri, gran persona... de Horacio Garciarena nunca más supimos; y varios han fallecido", señala.

 

Agrega que consideran "un egresado más a Pichi Savioli, porque hizo con nosotros hasta cuarto año y después se pasó al Nacional porque quería seguir Medicina y había materias que como Perito Mercantil no le daban par eso".

 

La etapa más linda.

 

Habla con verdadero afecto por aquellos primeros profesores, al que con el paso del tiempo todos consideraron verdaderos maestros en eso de enseñarles el camino de la vida, más allá de los estudios propiamente dicho.

 

"Considero que la etapa del secundario es una de las más lindas de la vida, porque la única preocupación pasaba por estudiar, y se disfrutaba de todas las demás cosas que emprendíamos", dice.

 

Obviamente la de 1952 fue la primera promoción y además la que inauguró los viajes de fin de curso: "Nos organizamos para ir a Mendoza, y hasta llegar a eso llevamos adelante diversas actividades para recaudar fondos... Un baile en el Club All Boys; los primeros bailes de la Confitería El Águila, donde nosotros cobrábamos las entradas y los dueños se hacían cargo de las consumiciones... eran un verdadero éxito", sonríe al recordar.

 

Viaje de egresados.

 

Ese viaje "de estudios" lo realizaron en tren. "Sí, tuvimos que ir hasta Catriló para tomar otro a Justo Daract, por donde pasaba uno que iba a Mendoza capital. Fue todo realmente hermoso...", evoca Mario.

 

Hoy, como quienes fueron sus compañeros y compañeras, abuelos -e incluso bisabuelos algunos-, Mario Miravalle echa una mirada hacia atrás para rescatar un acontecimiento que -seguro-, muy pocos deben tener en cuenta...

 

Han pasado 70 años de aquella primera promoción. Vaya si es un acontecimiento para rememorar.

 

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