Lunes 07 de julio 2025

All Boys dio el primer golpe en la final

Redacción 07/07/2025 - 00.03.hs

Aguantando en los primeros minutos, levantando cabeza tras la expulsión sufrida por el rival, golpeando en el momento justo cuando promediaba el complemento y empujando en el final, All Boys edificó ayer un triunfo muy trabajado ante Unión Deportiva Campos de General Acha, un equipo que fue muy superior a su rival en la parte inicial, que fue perdiendo presencia tras quedarse con uno menos y que terminó resistiendo para dejar la serie abierta de cara a la revancha.

 

Fue 1 a 0 para el Auriazul la primera final del Torneo Oficial de la Liga Cultural de fútbol, en un Dr. Ramón Turnes que contó con una buena cantidad de público y que vibró con muchas emociones, entre las que sobresalieron la expulsión del visitante Maximiliano Etecharte a los 25 minutos del primer tiempo y el golazo de cabeza de Benjamín Portillo a los 22 del complemento.

 

La revancha se jugará el domingo en La Trinchera Albiceleste de General Acha, donde Campos ha demostrado una gran fortaleza, por lo que todo está abierto de cara a la definición de la corona 2025, que puede ser la novena en los últimos diez torneos para All Boys, o la primera luego de 30 años para los achenses. En caso de que Campos gane por un gol de diferencia, el campeonato se definirá con remates desde el punto del penal.

 

Apabullante.

 

El inicio del partido fue netamente favorable a Campos, que se paró como para llevarse por delante a All Boys, presionando con mucha intensidad en toda la cancha, achicando espacios, ganando todos los duelos y por momentos apabullando al local, tanto en lo físico como en el juego mismo.

 

Con los centrales empujando al equipo, con los laterales yendo al frente por las bandas, con Gonzalo Calderón haciendo todo bien con la pelota en sus pies y con Nahuel Quiero aguantando y generando espacios en el área rival, los dirigidos por Edgardo Leguizamón tuvieron unos primeros 15 minutos de gran nivel.

 

"Me hizo acordar a lo que sufrimos contra Liniers por el Regional; ojalá el final sea el mismo", dijo un alboyense en el entretiempo, recordando el "baile" que le propinaron los bahienses el año pasado en el Turnes, pero en el que tampoco fueron eficaces y terminaron perdiendo la serie ante los pampeanos.

 

Y ayer Campos sufrió de esa misma falta de efectividad, porque en el primer cuarto de hora contó con al menos cinco chances claras de gol. A los 3 minutos, tras un desborde de Jonathan Alegre, Quiero ganó por el segundo palo y Lautaro Guaraglia respondió tapando abajo. A los 8 Santiago Núñez recuperó alto y su remate fue enviado al córner por Guaraglia. A los 9, de ese tiro de esquina, en segunda jugada Calderón envió el centro y Marcelo Rivadeneira sacó un cabezazo que otra vez Guaraglia sacó, ahora contra el travesaño. A los 10 Ricardo Ramírez se equivocó en la salida y Quiero se apuró para definir, pegándole mal. Y a los 11 Quiero encabezó una contra, Juan López la continuó y Etecharte la cerró con un cabezazo por el centro del área, pero la pelota se fue apenas desviada.

 

Sí; todo era de Campos ante un All Boys perdido, que se veía superado en todos los sectores y que aguantaba con un Guaraglia fenomenal. Y que a punto estuvo de sufrir un penal en contra por un agarrón de Matías Sacca a Quiero, pero que el árbitro Nicolás Mensi no cobró.

 

La historia comenzó a cambiar a los 24 minutos, cuando Etecharte frenó el avance de Román Maidana con un manotazo sobre la cara (le cortó el labio) que fue visto por el asistente. Mensi le mostró la roja y los achenses, que habían sido muy superiores, quedaron con uno menos por esa acción irresponsable, sobre la línea del lateral, en la mitad de la cancha y cuando el equipo era amo y señor de una serie final que recién arrancaba.

 

All Boys respiró, especialmente porque el tándem que habían hecho entre Etecharte y Juan Bravo por su sector había sido imposible de descifrar para Maidana y Andrés Galetto. Los locales empezaron a soltarse, Facundo Guiñazú comenzó a tener algunos espacios más en el medio, como para tener la pelota y distribuirla, y poco a poco el juego se fue volcando al campo de los de Acha, que igualmente se mantenían firmes, concentrados e intensos en todo el terreno.

 

La más clara para el local fue a los 34 minutos, cuando Tomás Arzer envió un centro tras un rechazo y Ramiro Fredes cabeceó de frente al arco, encontrando una buena respuesta de Carlos Génova. Y sobre el final de la etapa All Boys también tuvo su chance de penal no cobrado, cuando un remate de Galetto pareció dar en la mano de Marcelo Rivadeneira, pero Mensi no lo entendió así.

 

El cierre del primer tiempo tuvo quizás las más clara para Campos, cuando Calderón encontró al ingreso de Bravo, quien definió de frente al arco y con espacios, pero otra vez Guaraglia apareció para mantener el cero.

 

El golpe.

 

Para el complemento hubo algunos ajustes que, sumados a la superioridad numérica, favorecieron a los dirigidos por Ignacio Archieri. El ingreso del juvenil Roberto Domínguez por un "tocado" Arzer le dio más vitalidad a All Boys en el medio; en tanto que Campos intentó copar ese sector adelantando a los laterales, pero quedó algo expuesto con sus centrales cada vez que se adelantaba unos metros.

 

Y el que empezó a aprovechar esos espacios fue Fredes, picando, pivotando y generando peligro, como ocurrió a los 9 minutos cuando ganó en la corrida a una pelota larga y definió de punta ante la salida del arquero Génova, pero cuando balón estaba por ingresar al arco apareció la barrida salvadora de Matías González para mantener su valla en cero.

 

El partido ya se jugaba a lo que quería All Boys, porque controlaba el medio, encontraba huecos en ataque y se mostraba firme en defensa, con un Portillo que se fue "comiendo" a Quiero con anticipos, quites y cortes, y que además empujaba el equipo hacia adelante.

 

Y fue el mismo central -figura del local junto a Guaraglia- el que dio el golpe de la final con un golazo de pelota parada a los 22 minutos: Domínguez envió un córner al vértice del área chica, donde Portillo apareció en soledad -tras una cortina- para anticiparse a Rivadeneira y meter un cabezazo que sorprendió a Génova.

 

A partir de allí se vio lo mejor del Auriazul, presionando y llegando por las puntas (Fredes tuvo una volea que se fue cerca), ante un Campos que evidenció su desgaste físico, pero que supo aguantar y que hasta se las ingenió para generar su última chance: un cabezazo del gigante Quiero que, como en toda la tarde, encontró una buena reacción de Guaraglia.

 

En los minutos finales el Auriazul fue en busca de un gol que le diera más tranquilidad de cara a la revancha (la más clara la tuvo Joaquín Rambur, en una contra, pero definió alto), aunque sin descuidarse en defensa porque era consciente que lo que había logrado -tras un comienzo muy adverso- ya tenía un altísimo valor.

 

Como también lo conseguido por Campos, que el domingo arrancará 0-1 ante su gente, pero sabiendo que once vs. once había sido muy superior a su rival, y en el mismísimo Turnes. La historia, con final abierto, tendrá su capítulo final en La Trinchera Albiceleste.

 

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