Cañuelas cerró con incrementos del 15%
El Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) negoció 7.300 vacunos durante su último día de operaciones de la semana, una oferta que resultó pobre para la demanda, a juzgar por la actitud de los compradores que convalidaron una nueva suba de precios.
Los lotes especiales alcanzaron el viernes valores cercanos a los 3.000 pesos por kilo vivo, pero los incrementos respecto del viernes de la semana pasada fueron en promedio de 15% para los novillos -que registraron un valor de 2.400 pesos-, mientras que las vacas también subieron 15%.
En tanto, la hacienda liviana para el consumo interno, novillitos y vaquillonas tuvieron una suba de 10%. En este caso, la recomposición de las cotizaciones fue menor porque son categorías todavía bastante ofertadas, ya que continúa el proceso de vaciamiento de los feedlot.
Esta suba se suma a la que se dio a fines de noviembre y que permitió cortar con al menos 7 meses de precios estancados, que deterioraron la renta del engorde y del resto de las categorías ganaderas.
Tres factores.
La mejora tiene que ver con tres factores: las últimas lluvias que redujeron la oferta ganadera, así como la acumulación de feriados que limitan la operatoria comercial y en los frigoríficos y que potencian la menor oferta estacional. Este año la mayor demanda interna propia de las fiestas no hizo mella en el negocio.
La recomposición de valores es de 85% con respecto a los precios registrados en el Mercado de Cañuelas en la última quincena de diciembre del año pasado. Respecto de la inflación que fue de 112% en el acumulado a octubre, continúa existiendo un retraso cercano a los 30 puntos porcentuales por recortar aún.
Esa brecha entre precios ganaderos e inflación podría acortarse más en los primeros meses del año próximo, debido a que se espera un achique mayor de la oferta, aunque no por una mejora el poder de compra de la población.
Según el analista Ignacio Iriarte, este año la suba de costos del sector fue menor a la inflación. Sin embargo, el castigo que sufrió el consumo interno y una alta oferta ganadera y de carne frenaron las mejoras en los valores, que recién reaccionaron a fin de año cuando mermó la oferta de todas las categorías para la faena.
La caída real del precio fue el mayor condicionante de la renta ganadera en 2024. El mejor ejemplo es lo que le sucede al engorde a corral, que tomando en consideración las variables actuales del negocio (invernada, maíz y valor del ganado gordo) puede llegar a tener pérdidas en torno a los 100.000 pesos por cabeza. (Bichos de campo)
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