Jueves 10 de julio 2025

Carencias en el arbolado urbano

Redacción 07/01/2025 - 00.04.hs

Santa Rosa es una ciudad en constante crecimiento, en la que se puede advertir cantidad de nuevas construcciones. Algunas que vienen a reemplazar antiguas viviendas que cayeron bajo el efecto de la piqueta, y dieron lugar a grandes edificios que obviamente contribuirán a una urbe más moderna. Como se merece una ciudad capital que se expande.

 

La actual gestión municipal viene cumpliendo con una tarea de reconstrucción que era absolutamente necesaria. Principalmente con obras dirigidas a recuperar las calles de asfalto que estaban detonadas, incluyendo reemplazo de cañerías de cloacas y/o agua potable. Más allá que no faltan los que manifiestan malestar porque mientras se realizan se interrumpe el tránsito –no se podría hacer de otra manera-- y se debe circular por otras arterias. Eso obliga a “dar una vuelta” más para llegar a destino, lo que no parecería tan grave. Y lo cierto es que aquellos eran emprendimientos que no podían esperar más.

 

Faltan más árboles.

 

Pero los vecinos siempre exigentes –y no está mal que así sea- tienen otros aspectos por los que reclamar. Uno vinculado al arbolado urbano, que es fácil advertir es más vale pobre en Santa Rosa. Casi no sería necesario abundar sobre la importancia del arbolado en las ciudades, y las consecuencias favorables que trae en cuanto a lo ambiental, lo urbano y lo social.

 

Los ejemplares de buen porte transforman los lugares en placenteros, para vivir. Porque por un lado contribuyen a la belleza del paisaje, pero además –dicen los que dicen saber-- purifican el aire al absorber contaminantes como el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno, el amoníaco, el dióxido de azufre y el ozono. Además, liberan oxígeno a la atmósfera.

 

Además, con sus ramas y hojas, sirven como amortiguador de ruidos, y atemperan los vientos.

 

No se reponen.

 

Cualquiera que salga con una cámara de fotos a recorrer –ahora alcanza con el celular- podrá registrar decenas de lugares donde faltan árboles. Pasa mucho frente a edificios públicos, y con frecuencia en sitios donde hay flamantes construcciones. En estos lugares lo normal es que se hayan retirado durante los trabajos que se llevaron adelante, y luego no fueron repuestos.

 

Ayer mismo una vecina hacía notar que en la vereda de la Escuela Hogar ubicada en Avenida San Martín Oeste, se pueden ver nada más que tres ejemplares en 120 metros de extensión. Pero no es el único lugar, porque hay muchos edificios en el centro que no tienen ni un poco de sombra, como en Pellegrini casi Sarmiento.

 

Y se nota el faltante, de gran manera, en la calle Pilcomayo en cercanías del hospital. Allí hay cientos de metros en que la gente debe caminar bajo el tórrido sol en estos días de verano.

 

Lo cierto es que a medida que se preste atención se notará un déficit del que la administración municipal debe tomar debida cuenta. Los funcionarios encargados del área tendrían que realizar un relevamiento e ir avanzando con la forestación. En Santa Rosa hubo planes de forestación, pero pasó tiempo y se hace necesario una actualización.

 

Apuntes.

 

Lo mencionado en este escrito son, en realidad, nada más que aportes para que las autoridades municipales tomen nota. Se puede recordar que hubo un gran intendente de la ciudad (Eduardo Feliz Molteni), que cuando aparecía en este diario un artículo de este tipo –por un tema similar u otro que tuviera que ver con el bienestar de los vecinos-, lejos de enojarse o molestarse lo tomaba como referencia para ordenar, casi de inmediato, que sus funcionarios se ocuparan del tema. Daba una orden y a las pocas horas él mismo pasaba para ver si su instrucción había sido cumplida.

 

Por supuesto hoy estamos ante una realidad distinta, porque tenemos una ciudad mucho más extendida y con problemáticas mayores, pero echar una mirada a la pasada siempre nos dejará alguna referencia de lo que sucede, o de lo que falta.

 

Cumplir las ordenanzas.

 

Ciertamente el progreso trajo aparejado ventajas, pero no pocas veces olvida aspectos como el del arbolado urbano. Bastaría cumplir con las ordenanzas vigentes que estipulan cada cuantos metros deben ubicarse árboles, para que el paisaje redunde en mayor protección del medio ambiente.

 

Podría señalarse, a modo de ejemplo. que en un tiempo funcionó en la ciudad de La Plata una asociación que se denominaba Amida (Amigos de la vida), un grupo ecológico que recibía los reclamos e instaba a las autoridades para que las arboledas fueran prioridad. Por aquí también hay personas que se interesan, y no estaría mal que empezaran a actuar en un sentido parecido.

 

Hay que actuar.

 

Sin temor a equivocación cabe resaltar que la importancia del arbolado urbano no está en discusión, y está bien señalar esos lugares que no lo tienen, ya por inacción de quienes son los propietarios, o porque simplemente no fue advertido como una carencia. Es una cuestión para ocuparse lo más rápidamente posible. El vecindario estará agradecido.

 

El arbolado urbano causa sensación de bienestar con la sombra que otorgan sus copas y embellecen las calles. Por eso cabe esperar acciones.

 

Alguien acuñó una frase que viene a cuento, que explica que no todo vale en aras de la modernidad: “El día en que se haya envenenado el último río, abatido el último árbol, asesinado el último animal… cuando no existan las flores, ni pájaros, nos daremos cuenta, recién ahí, que el dinero no se come”.

 

“Hay una falta”.

 

El intendente Luciano Di Nápoli sostuvo que “con el tema arbolado urbano trabajamos fuerte. Llevamos plantados más de 12.000 árboles en la ciudad desde el inicio de la gestión, y tenemos un registro de unos 4.000 por año en los primeros cuatro años de nuestra administración”.

 

Admitió el jefe comunal que “en 2024, el primer año de este segundo mandato, fue bastante más lento, pero la idea es seguir poniendo. El año que pasó no fue la misma cantidad que en los anteriores, sino mucho menos. Hemos comprado, y también el Vivero Provincial nos aportó unos 500 por año. Un tema es la época porque ahora no podemos plantar, sino que hay que hacerlo en el invierno. Tenemos un ingeniero en Recursos Naturales, en Espacios Verdes, que se ocupa y organiza esto”.

 

Agregó que de todos modos se pusieron muchos ejemplares “en la avenida de Circunvalación, en toda la Edison, en los parques nuevos pusimos muchísimo, en la laguna se reforestó bastante y también en la Avenida Perón. Pero es verdad que hay lugares en los que falta, pero nos vamos a ocupar”, prometió.

 

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