Con final abierto, Argentina define en el balotaje

Argentina y La Pampa se jugarán su futuro hoy en las urnas. Esa es la frase que sintetiza lo que se definirá en el balotaje que disputarán Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza).

La provincia volverá a las urnas hoy por quinta vez en el año, con la diferencia de que en esta oportunidad las y los ciudadanos determinarán quién conducirá los destinos del país durante los próximos cuatro años. Para esta segunda vuelta entre los candidatos presidenciales, desde las 8 de la mañana habrá 902 mesas habilitadas en 182 establecimientos educativos para que voten las y los 300.160 personas que componen el padrón electoral pampeano.

Las elecciones se darán en un clima social convulsionado, que en las últimas horas sumó amenazas de muerte a dirigentes del oficialismo, mensajes públicos que revindican la dictadura militar y el intento de agitar el fantasma de un fraude. Afortunadamente, en La Pampa la campaña no padeció de hechos de estas características y sí hubo un llamado a concurrir a las urnas en defensa de la democracia.

En las elecciones de octubre, en la provincia votó el 78.15 % del padrón, es decir 235.550 personas. En este caso, Unión por la Patria buscará ratificar la remontada que logró en las generales, triunfando en la categoría a Presidente con el 34,2 % ante el 32,89 % de La Libertad Avanza. Por su parte, el espacio libertario intentará revertir el resultado y achicar la diferencia, con la intención de repetir la sorpresiva victoria de las PASO.

En la provincia, el Frente Justicialista Pampeano jugó "a fondo" con la candidatura de Massa, mientras que en la oposición las reacciones fueron dispares. Tanto en el PRO como en la UCR, las expresiones orgánicas apuntaron a la "libertad de acción" del afiliado, sin embargo hubo referentes que manifestaron su apoyo a Milei, sobre todo tras el acuerdo con Mauricio Macri, e intendentes opositores que expresaron claramente su rechazo al libertario y afirmaron que "es el límite".

Final abierto.

Tanto a nivel nacional como provincial, el escenario apunta a un "final abierto" por la paridad, lo que implicaría una pelea "voto a voto". La incertidumbre reina, principalmente por los reiterados y groseros errores de la mayoría de las encuestadoras que intentaron pronosticar el resultado de los comicios anteriores.

Lo que sí está claro es que será clave el rol de los indecisos. Tal como informó este diario, en el caso pampeano el 32,9% de los votos no fueron para Massa ni para Milei. De ese total, el 21,5 % corresponde a Juntos por el Cambio (50.640 sufragios), el 7,3 % a Hacemos (17.195), el 2,3 % al FIT (5.292) y el 1,9 % a votos blancos o impugnados (4.319).

Es a ese universo de indecisos e inseguros al que enfocaron la campaña ambas fuerzas. En el caso de Milei con un giro discursivo y de imagen, mientras que en el oficialismo apostaron a mostrar el peligro que representa para La Pampa un triunfo del libertario.

Dos modelos.

La ciudadanía deberá optar por dos propuestas bien contrapuestas, que rememoran a otros momentos de la historia donde se ponía en juego un modelo productivista o una alternativa neoliberal que dé por tierra con los avances alcanzados en materia de derechos sociales, políticos y económicos. Ocurrió en 1989, cuando Carlos Menem se impuso ante el radical Eduardo Angeloz e implementó una agenda donde se priorizó la convertibilidad que culminó con el estallido del 2001, diversas empresas estatales privatizadas, una importante deuda externa y altos niveles de pobreza y desocupación. Esto implicó también el fin de la presidencia del radical Fernando de la Rúa.

En 2003 la población enfrentó un proceso similar, que culminó con Néstor Kirchner en la presidencia. Lo que sucedió luego aún está presente en la memoria popular. Fue una década de ascenso social para diversos sectores, impulsado por el crecimiento económico.

Este camino tuvo un quiebre en 2015, cuando Mauricio Macri ganó el balotaje ante Daniel Scioli y rápidamente desplegó una agenda que incluyó el regreso al país del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el que tomó una inédita y monstruosa deuda que condicionó gravemente a la gestión que lo sucedió, encabezada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Ahora el país está ante un escenario similar, con un candidato como Javier Milei que llegó con un discurso "anticasta" y propuestas de dolarización, eliminación del Banco Central y privatización de Salud y Educación. Sin embargo, la derrota sufrida en las elecciones generales lo obligó a dar un "golpe de timón" y se alió con Juntos por el Cambio y Mauricio Macri, evitó hablar de "la casta" y contradijo lo que había plasmado en su plataforma electoral.

Por su parte, Massa propone un camino totalmente opuesto, apuntando al fortalecimiento de la industria, la creación de empleo y el fomento de las exportaciones. Esto último con el objetivo de acumular reservas para reducir la inflación y cumplir con las obligaciones impuestas por el FMI.

El consenso democrático.

Más allá del desglose de las propuestas de cada candidato, es preciso reiterar -tal como se mencionó en estas páginas en la previa a las elecciones de octubre- que los comicios de hoy darán cuenta de hasta donde la sociedad, ante el hartazgo provocado por la falta de respuestas a los distintos problemas, puede llevar al país a una experiencia ultraderechista como se registró en otros países de América Latina.

Las expresiones de uno de los sectores que compite hoy puso a prueba los consensos que se alcanzaron con el retorno de la democracia hace cuatro décadas. La posibilidad de que acceda a la presidencia por primera vez una fórmula que reivindica abiertamente el secuestro y tortura de personas, y la apropiación de bebés representa un grave retroceso en la cultura democrática argentina, que será difícil remontar.

Nunca fue sencillo reconstruir el daño que provocaron las experiencias neoliberales en nuestro país, y la gestión de Alberto Fernández -condicionada además por eventos climáticos, sanitarios y bélicos- fue un ejemplo de ello. Por estos motivos, este domingo será una bisagra.