Echeveste: "Este modelo condena y destruye oportunidades"
El secretario de Turismo de La Pampa, Saúl Echeveste, le dijo hoy a LA ARENA que “la motosierra del presidente Javier Milei no solo corta partidas presupuestarias; está rebanando las alas de una de las industrias con mayor potencial de crecimiento y generación de empleo en Argentina que es el turismo”. El funcionario opinó que “lejos de la libertad, las medidas impulsadas desde Nación están erigiendo muros de incertidumbre, desmantelando pilares fundamentales y condenando al sector turístico a una parálisis que ya comienza a sentirse en cada rincón del país”.
Así ataca al turismo.
Echeveste, hizo un vasto análisis de la situación y enumeró las últimas medidas del presidente Milei que agreden al turismo pampeano y nacional. “El Gobierno ha justificado sus acciones bajo el manto de la ‘eficiencia’ y la ‘reducción del gasto público’. Sin embargo, lo que se observa es un alarmante frente a la complejidad y la interconexión de una actividad que no solo mueve divisas, sino que teje lazos culturales y sociales, impulsando economías regionales y ofreciendo una imagen de Argentina al mundo. El argumento del ‘achique del Estado’ se traduce, en la práctica, en un achique de oportunidades para miles de familias que viven del turismo”, entendió.
Otro punto de crítica son las rutas nacionales, que en La Pampa son una muestra del desastroso estado por falta de mantenimiento. “El desmantelamiento de la Dirección Nacional de Vialidad es una declaración de guerra abierta contra la infraestructura turística. La promesa de que ‘el mercado lo resolverá’ es una falacia cruel en un país con la extensión geográfica y las particularidades de Argentina. Las rutas en mal estado no solo disuaden al viajero; son un riesgo latente para accidentes, encarecen los seguros y elevan los costos de transporte, estrangulando la competitividad de los destinos internos”, enfatizó.
Y aseguró que “la eliminación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial agrava aún más el panorama. Menos controles, menos educación vial, menos coordinación: el resultado predecible es un aumento de los siniestros, un factor decisivo para que muchos potenciales visitantes decidan no arriesgarse a recorrer el país”.
“Y para completar el cuadro de desregulación caótica, la desaparición de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) deja al transporte de pasajeros a merced de la arbitrariedad. Sin controles claros, la calidad de los servicios de ómnibus de larga distancia, esenciales para el turismo interno y regional, corre riesgo de caer en picada. Tarifas descontroladas y servicios deficientes son la fórmula perfecta para desalentar a los viajeros que buscan una experiencia placentera y segura”, amplió.
Otro pelotazo en contra, según Echeveste, es la disolución del Fondo Fiduciario de Infraestructura Aeroportuaria. “Es otro golpe fatal para el desarrollo de la conectividad aérea. Este fondo era el pulmón financiero para la modernización y expansión de aeropuertos en todo el país. ¿Cómo se sostendrán las inversiones necesarias para mejorar la capacidad de nuestras terminales, garantizar la seguridad de las operaciones y ofrecer una experiencia de calidad a los turistas internacionales que representan una fuente vital de divisas? Sin este fondo, la capacidad de Argentina para competir como destino global se verá seriamente comprometida”, dijo.
En otro punto del contacto, Echeveste criticó el proyecto de privatizar Intercargo, la empresa de servicios de rampa en aeropuertos. “Esto no es menos preocupante que lo anterior. Aumentos de costos para las aerolíneas se trasladarán directamente al precio de los pasajes, encareciendo los viajes y volviendo a Argentina un destino menos atractivo en comparación con otros países de la región. La "libertad de mercado" en este contexto se traduce en menos opciones y precios más altos para el consumidor, es decir, para el turista”, adelantó.
Barbarie cultural.
El secretario provincial del área añadió críticas al ataque a entidades que también hace al interés de los visitantes al país. “El turismo no es solo paisajes; es también cultura, historia y patrimonio. Las decisiones de disolver institutos históricos como el Nacional Belgraniano, Browniano, Newberiano, Juan D. Perón, y de reducir a "unidades organizativas" a emblemáticas instituciones como el Instituto Nacional Sanmartiniano, el Yrigoyeneano, el Museo Nacional de Bellas Artes o la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, son un acto de barbarie cultural”, se lamentó.
Y agregó que “estos organismos no solo resguardan nuestra memoria, sino que son fundamentales para la investigación, difusión y puesta en valor de los atractivos culturales que atraen a miles de turistas cada año. Minimizar su rol es empobrecer la oferta turística argentina, despojándola de su riqueza histórica y artística”.
También denunció “la degradación del Parque Tecnópolis del Bicentenario”, al que considera “ un espacio vibrante de ciencia, tecnología, cultura y arte a una simple ‘unidad organizativa’ es otra pérdida irreparable. Este parque era un polo de atracción para miles de visitantes, tanto locales como turistas, ofreciendo exposiciones y actividades innovadoras. Su desmantelamiento es un vacío en el calendario de eventos que solía enriquecer la experiencia turística en el Área Metropolitana de Buenos Aires”.
Ataque al Turismo Social.
Echeveste, se lamentó de que “quizás la medida más insensible y regresiva de todas sea la que ataca directamente al corazón del turismo social. La decisión de transferir las Unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse –Río Tercero- a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para su concesión o venta a privados, bajo el pretexto de declararlas ‘innecesarias’, es un golpe devastador contra los derechos de los sectores más vulnerables de la sociedad”.
En ése sentido recordó que “Chapadmalal y Embalse no son meros hoteles; son símbolos de inclusión, espacios donde miles de jubilados, familias y estudiantes de bajos recursos pudieron acceder al derecho al descanso y al esparcimiento, un derecho que nuestra Ley Nacional de Turismo consagraba y que este gobierno se empeña en borrar. El ‘fin del turismo social’ significa que estas vacaciones dignas serán ahora un privilegio reservado para quienes puedan pagar tarifas de mercado. Se despiden a trabajadores, se cierran puertas y se privatiza un legado de justicia social para satisfacer una ideología que desprecia el rol del Estado en la promoción del bienestar”, se quejó amargamente.
Agencias de Viaje y alquileres.
Echeveste también consideró nocivos los cambios legales de Nación con respecto a estos dos temas. “La ofensiva desreguladora del Gobierno de Milei no se detiene aquí. En un movimiento que desafía la lógica de un sector que requiere confianza y garantías, se ha procedido a la desregulación de la actividad de las agencias de viajes. La derogación de leyes fundamentales, como la que establecía el Registro de Agencias de Viajes y las exigencias de habilitación, es un salto al vacío. Eliminar el seguro de caución anual y la obligatoriedad de un representante técnico idóneo solo beneficia a los improvisados y fomenta la informalidad, poniendo en riesgo la reputación de la Argentina como destino seguro y confiable. El turismo estudiantil, que moviliza a miles de jóvenes y familias, queda especialmente vulnerable sin las garantías que antes ofrecía el Estado”, alertó.
“En la misma línea, la desregulación de la Ley de Alquileres afecta directamente al rubro hotelero y de alojamientos turísticos, al ponerlos en igualdad de condiciones con propietarios de inmuebles que ahora pueden alquilar de manera temporal sin las mismas cargas impositivas o requisitos de seguridad y habilitación. Esto genera una competencia desleal que amenaza la inversión en hoteles formales, impactando en la calidad de la oferta y en la infraestructura existente”, advirtió.
Efectos en La Pampa.
El funcionario agregó datos de cómo éste tipo de gestión inciden negativamente en La Pampa. “Como si fuera poco, la avanzada desreguladora llega incluso a los Parques Nacionales como en Lihuel Calel- con la eliminación de la obligatoriedad de guías en recorridos convencionales. Si bien se argumenta una búsqueda de ‘turismo de naturaleza sostenible’, la eliminación de guías especializados representa un riesgo para la seguridad de los visitantes y para la preservación ambiental, vital para mantener el atractivo de estos espacios”, planteó.
“Para La Pampa, estas medidas son particularmente crueles y directas. Nuestra provincia, alejada de los grandes centros urbanos, depende aún más de una red vial eficiente para la llegada de turistas. La industria se ve directamente amenazada si los caminos son intransitables o inseguros. Los visitantes que buscan la tranquilidad de los paisajes pampeanos, se encontrarán con un acceso cada vez más difícil y costoso”, aseguró.
Saúl sostiene que otra arista negativa es que “la desregulación del transporte impacta en la conectividad de la provincia, volviendo más compleja la llegada de turistas que no utilizan vehículo propio. La falta de organismos de control adecuados podría repercutir en la calidad y seguridad de los servicios de transporte que nos conectan con el resto del país”.
“Asimismo, el debilitamiento de las políticas culturales nacionales afecta indirectamente la capacidad de La Pampa para promocionar sus propios atractivos históricos y culturales. La valorización del patrimonio, la promoción de la cultura y las tradiciones pampeanas, que son un imán para el turismo auténtico, dependen también de un marco cultural nacional sólido y de recursos que ahora se ven drásticamente reducidos. El futuro de eventos, festivales y la difusión de la identidad pampeana, que son clave para atraer visitantes, queda en una situación de incertidumbre”, explicó.
El joven secretario de Turismo de nuestra provincia dijo que “desde La Pampa, alzamos la voz. Exigimos al Gobierno Nacional que reconsidere estas medidas que, lejos de sanear la economía, están hipotecando el futuro de una industria que genera trabajo genuino y que permite que la riqueza de nuestra provincia y de nuestro país sea disfrutada por todos. El turismo no es un gasto; es inversión, empleo, desarrollo regional y una ventana al mundo para mostrar lo mejor de nuestra tierra”.
“La industria turística argentina, pujante y con un potencial inmenso, está siendo asfixiada por una visión que prioriza recortes a corto plazo sobre el desarrollo sostenible. El resultado será menos turistas, menos inversión, menos empleo y, en definitiva, menos Argentina. Es hora de que el gobierno comprenda que el turismo no es un lujo, es una necesidad y un derecho que no podemos permitirnos perder. El brutal desmantelamiento en curso es un crimen contra el futuro de Argentina y de todos los que creemos en el potencial de esta Nación”, concluyó Echeveste.
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