Martes 06 de mayo 2025

El Desayunador de Villa Germinal cumplió 20 años y festejó

Redacción 29/08/2022 - 00.41.hs

Ya pasaron 20 años desde que jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional de La Pampa se acercaron al barrio Villa Germinal para conocer cuáles eran las necesidades de vecinos y vecinas con la crisis del 2001. Empezaron brindando una taza de leche a los más pequeños, incluido el apoyo escolar, pero rápidamente se dieron cuenta que en la zona era imprescindible un acompañamiento integral a las infancias.

 

Desde agosto de 2022 a esta parte pasaron muchos niños y niñas por el Desayunador de Villa Germinal. Algunos de ellos hoy forman parte de la organización y eso es siempre un motivo de festejo. El Mes de las Infancias se junta con la creación de la organización, hoy ya una institución con mucha historia en la capital pampeana. A pesar de la pandemia, del incendio del inmueble, pero también con la ayuda de muchas personas, se fortalecieron. Es más, ahora en una de las paredes, escribieron la leyenda "Ni nos rendimos, ni nos vendemos, acá seguimos" con la imagen de una olla popular y las manos de niños y niñas pintadas de distintos colores.

 

El sábado por la tarde, como es habitual por estas fechas, se reunieron todas las familias de Villa Germinal y barrios aledaños para festejar el cumpleaños del Desayunador. Por la mañana y hasta las primeras horas de la tarde, el encuentro estuvo destinado específicamente a niños y niñas que asisten al lugar. Comieron choripanes, jugaron al metegol, a peloteros inflables, hubo payasos, baile. Todas las personas que se acercaron soplaron las velas de las dos tortas que tenían el número 20 de forma destacada, y juntos compartieron el chocolate caliente.

 

Pero no hay que olvidar que la celebración coincide con el mes de las infancias. Es por ello que cerca de las 17 hicieron entrega de juguetes a todos los presentes. Los mismos fueron donados por voluntarios y también se realizó una colecta. Luego fueron bienvenidas todas las personas que, por fuera del Desayunador, se acercaron a los festejos. Hasta altas horas de la noche, a pesar del frío y el viento, hubo baile y cantina.

 

Nada cambió.

 

Si bien los objetivos que se habían propuesto aquellos jóvenes en el 2022 no eran para cumplirse a corto plazo, desde la organización coinciden que nada cambió. "Somos hijos e hijas del 2001, de todo lo que significaron los movimientos sociales y la forma de organización que surgió en esa época. El Desayunador apareció en torno a una crisis institucional, económica y social importante", explicó Ivana Ferreira.

 

"Hicimos un balance por los 20 años, si hubo cuestiones que mejoraron o no, pero la situación la vemos bastante igual. Lamentablemente la pobreza y la crisis estructural siguen estando, el acceso a distintos derechos siguen siendo vulnerados. Las políticas estatales vinculadas con niñez y juventud siguen siendo bastante escasas o cuesta un abordaje más integral de todas las situaciones y desde lo preventivo", reflexionó.

 

"Hemos hecho un balance en cuanto a lo que es el contexto de esa época y el actual, y no vemos muchas diferencias, todavía hay una inflación galopante, no podemos acceder a alimentos de calidad y precio equilibrados y el sistema productivo nunca se modificó", enfatizó.

 

Asamblea y voluntarios.

 

De todas maneras, destacó que "hemos logrado construir una organización que no nos encuentra igual. A 20 años después, ya podemos tener una organización con una base territorial, donde abordamos muchísimas temáticas y problemáticas. Hemos logrado construir redes para llevar adelante lo que nos proponemos, pero en términos generales pensamos que la situación no cambió mucho".

 

Ivana explicó que todas las personas que conforman el Desayunador lo hacen de forma voluntaria. Asimismo celebró que "algunos compañeros y compañeros accedieron al salario complementario y, en el contexto de crisis económica ni lo pensamos, bienvenido sea porque nos sirvió para que no sea tan crudo todo".

 

En ese contexto subrayó que tienen las "ideas políticas claras" y que los mantiene la "coherencia". Señaló que "las tomas de decisiones se realizan en asamblea, de forma horizontal, acá nadie manda, somos todos iguales. Lo mismo la autogestión, nos sostenemos a través de donaciones, de los aportes que obtenemos de producciones que tenemos en el Desayunador, siempre nos ha marcado eso".

 

Además "algunas de las familias que están hoy, empezaron con sus niños y niñas que prácticamente nacieron en el Desayunador y ahora forman parte de la organización".

 

-¿Creen que las autoridades se han relajado al saber que ustedes están en el barrio?

 

-Nosotros tenemos bien en claro que no podemos suplantar el rol ni el papel del Estado ni las obligaciones que tienen con la gente. Sí hemos estado presentes en los momentos de pandemia con la asistencia en alimentación. No lo puedo pensar en términos de si se relajaron o no pero nosotros sabemos que no somos el Estado y no es nuestra obligación hacer muchas de las cosas. Somos una organización que pretende encontrarnos para construir algo juntos porque la realidad que vemos no es la que nos gusta. La organización tiene como objetivo una transformación social y esa transformación se hace en el territorio con la gente que vive ahí y en ese sentido estamos hace 20 años construyendo ese campo de lucha y transformación.

 

-¿A 20 años han cambiado los ejes para trabajar las infancias en el Desayunador?

 

-Cómo pensábamos los derechos de las infancias en esa época con la actualidad, se ha modificado terriblemente por la cantidad de derechos que se han sumado con las nuevas legislaciones. Es un camino que siempre se va transformando. Surgimos como un lugar para dar solamente una taza de leche, apoyo escolar, jugar, encontrarnos. Eso inmediatamente se fue modificando y sumando otros objetivos vinculados con lo integral, teniendo en cuenta la educación, salud, reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos.

 

Asisten unas 30 familias.

 

En la actualidad son unas 30 familias las que asisten al Desayunador de Villa Germinal. Antes de la pandemia, el municipio dejó de brindar las viandas los fines de semana y fue en ese momento cuando desde la organización se pusieron al hombro el asegurar la alimentación de vecinos y vecinas. "Durante la pandemia sostuvimos el trabajo y la demanda se incrementó", explicó Ivana Ferreira quien hizo hincapié en que en la actualidad "los sábados vienen unas 30 familias, y cada una se lleva mínimo cinco o seis viandas".

 

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