El jugador que agredió al árbitro puede quedar preso
El futbolista Enzo Figueredo, que el domingo agredió brutalmente al árbitro Shair Salomón durante un partido de la Primera B de la Liga Cultural de fútbol, fue formalizado ayer e imputado por el delito de lesiones leves, se le pusieron restricciones de acercamiento al árbitro y se le prohibió el ingreso a una cancha de fútbol, en tanto que podría quedar detenido si se efectiviza la condena, porque tiene antecedentes penales.
El lamentable episodio -y no tan aislado por estos tiempos- ocurrió el domingo en el estadio Nuevo Rancho Grande de General Belgrano, promediando el segundo tiempo del partido que Centro Oeste le ganaba a Matadero por la Lealtad 4 a 0 en el certamen de ascenso culturalista.
El árbitro Salomón le mostró la roja a Figueredo luego de una falta del jugador de Matadero, y el futbolista reaccionó corriendo al colegiado, que se tropezó al retroceder y cayó al piso. En ese momento, el agresor se abalanzó sobre Salomón -que estaba en el suelo- y lo golpeó, provocándole una lesión en el parietal izquierdo.
El jugador fue retirado en primer lugar por sus compañeros y posteriormente por la Policía; mientras el árbitro fue atendido en el lugar, al tiempo que el partido fue suspendido.
Ante esta situación, Figueredo fue formalizado ayer por la jueza de Control Florencia Maza, quien lo imputó por el delito de "lesiones leves, calificadas por ocurridas en un espectáculo deportivo de acuerdo a la 23.184 sobre Prevención y Represión de la Violencia en Espectáculos Deportivos".
A pedido del fiscal de la causa, Andrés Torino, se hizo lugar a dos dos medidas de coerción en sustitución de la prisión preventiva para el imputado. Por un lado, la prohibición de comunicación y contacto por cualquier medio con la víctima (Salomón), y por otro la prohibición de ingreso a cualquier cancha o establecimiento donde se juegue al fútbol, en ambos casos por el lapso de 90 días.
Además, Torino explicó que la resolución de la causa tendrá una pena de efectivo cumplimiento para el agresor, porque el mismo tiene antecedentes penales (fuera de una cancha de fútbol) y con carácter de reincidente.
Mientras tanto, el defensor Marco Mezzasalma manifestó el arrepentimiento de Figueredo, aclaró que se trató sólo de un golpe y pidió que no se le impida acudir a espectáculos futbolísticos, aunque la jueza hizo lugar a los pedidos del fiscal.
Repudios.
La Liga Cultural de fútbol, la agrupación Arbitros Pampeanos Unidos (APU) a la que pertenece Salomón y el club Matadero por la Lealtad al que pertenece el agresor, entre otras instituciones, manifestaron ayer su enérgico repudio ante esta situación y contra cualquier caso de violencia, apoyando y poniéndose a disposición de la víctima.
En el caso del club, aseguraron que se tomarán las medidas necesarias para "sancionar conductas que no le hacen bien al deporte".
Por el lado de la Liga Cultural, se llamó de manera urgente a una reunión a los encargados de los operativos de seguridad y a los presidentes de las diferentes agrupaciones de árbitros, para evaluar la situación y tomar medidas al respecto.
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