Jueves 22 de mayo 2025

El Progresar va rumbo a la extinción

Redacción 22/05/2025 - 00.27.hs

El Programa Progresar, que nació en 2014 con el objetivo de acompañar económicamente a jóvenes de bajos recursos para que puedan terminar sus estudios, parece estar en vías de extinción a partir de la decisión del gobierno de Javier Milei de aplicar su publicitada motosierra: lo que antes era un derecho para casi 1,9 millones de jóvenes, hoy sólo alcanza a una porción cada vez más pequeña y empobrecida.

 

Un informe difundido por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló que desde la asunción de Milei, medio millón de estudiantes dejaron de recibir esta beca. Se excluyó a inscriptos por incumplimientos de requisitos, al tiempo que se instrumentaron trabas administrativas para evitar nuevos ingresos. Los que quedaron, también se vieron perjudicados por la inflación, al percibir montos que estuvieron congelados hasta septiembre de 2024.

 

De 1.870.986 beneficiarios en 2023, en menos de un año, el gobierno libertario dio de baja a 500 mil. En la práctica: un 27 por ciento menos de estudiantes disponen de la beca para poder finalizar sus estudios. Los beneficiarios cobran 35 mil pesos mensuales, aunque según los requisitos de cada propuesta, pueden sufrir retenciones de un 20 %.

 

No solo hay menos beneficiarios, sino que los que quedan, cada vez cobran menos. “Para recuperar el poder adquisitivo de abril de 2022, el monto de la beca debería ubicarse en 76.713 pesos. Para alcanzar los niveles de abril de 2023, debería ser de 73.359 pesos. Si se buscara equiparar el valor real de la beca de abril de 2015, los estudiantes deberían recibir 127.186 pesos. Sin embargo, el valor percibido en abril de 2025 es de apenas 35 mil”, resaltó el CEPA.

 

Tomás Castagnino, analista económico y político, y uno de los referentes del informe, dijo que “el presupuesto real asignado en 2025 es menor a 2024, que ya había tenido un ajuste del 65 % en términos reales contra 2023. Por lo tanto, en este 2025 es difícil que haya una mejora, o un aumento en la cantidad de becas asignadas. En el caso de que el gobierno mantenga la cantidad, sería a costa de que se siga perdiendo el monto real de la beca. Sin presupuesto, es muy difícil que haya una mejora”.

 

“Esto termina siendo una desnaturalización del programa, destinado a ser un aporte significativo para los estudiantes, a los cuales sus familias no les podían dar el sustento necesario para continuar sus carreras. La caída del monto, a esta altura casi simbólico, hace que ese aporte no sea importante. Plata que podía ser usada para útiles o insumos para carreras técnicas por ejemplo, en el presente no alcanza para nada”, agregó Castagnino.

 

Evolución.

 

El Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina, popularmente conocido como Progresar, fue creado en 2014 para acompañar a jóvenes (18 a 24 años) que tuvieran dificultades socioeconómicas para transitar sus estudios. Así, con el propósito de ser una ayuda en los hogares de bajos ingresos, contempla una prestación mensual a cada estudiante. El 80% de ese pago se recibía cada mes, siempre que el alumno constatara la regularidad académica, mientras que el 20 restante se liquidaba hacia el final del ciclo lectivo, siempre y cuando se cumplieran las metas estipuladas en cada tramo de formación.

 

Un año después de su creación, en 2015, un decreto pasó de 600 a 900 pesos la ayuda, al tiempo que se elevó el piso de ingresos familiares para acceder al beneficio. Sin embargo, según el informe del CEPA, entre abril de 2015 y febrero de 2018 -gobierno de Mauricio Macri- “el monto de la beca estuvo congelado”. De hecho, tanto los beneficiarios como las universidades advirtieron “bajas arbitrarias en el beneficio”.

 

A partir de esa fecha, el programa tuvo, quizás, su mayor transformación: pasó de ser un beneficio universal para quienes no tuvieran posibilidades, a “un esquema de becas basado en el mérito académico”. Asimismo, se sumaron a la propuesta becas de formación profesional y los montos recibidos según si los estudiantes cursaran carreras terciarias, universitarias o estratégicas.

 

Pandemia.

 

Para 2021, se detalla en el informe de CEPA, “se extendió la edad límite a 30 años para estudiantes avanzados, se permitió el acceso desde los 16 años para fomentar el fin de los estudios obligatorios y se buscó una mayor integración de trabajadores informales y monotributistas de bajos ingresos. Además, se reajustaron y equilibraron los montos para compensar la inflación”. Los beneficiarios, que habían disminuido durante el macrismo, volvieron a incrementarse en plena pandemia de coronavirus.

 

En la actualidad, existen tres clases de becas que, para casi todos los casos, corresponden a personas entre 16 y 35 años. El Progresar Obligatorio (orientada a la finalización del nivel secundario), el Progresar Superior (para carreras terciarias y universitarias) y el Progresar Trabajo (vinculada a cursos de formación profesional).

 

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