Jueves 02 de mayo 2024

El sueño de actuar en el San Martín

Redacción 10/04/2023 - 00.13.hs

Se deben contar de a miles las personas que quieren ser artistas y triunfar en lo que hacen. Y en esa búsqueda del reconocimiento no pocos creen que se debe buscar en las grandes luces de Buenos Aires -que es por lo menos donde se encuentra la mayor exposición-, pero no todos lo entienden así, y buena parte de la razón les asiste.

 

Alguna vez una reconocida cantante de nuestro medio, consultada por qué no intentar conquistar el aplauso del público porteño fue contundente: "¿Y qué es el éxito; por qué tengo que ir a buscarlo en otro sitio y no cantar para nuestra gente que también merece que le brindemos nuestro espectáculo?", respondió.

 

No obstante tampoco caben dudas que presentarse con una obra de teatro, o cantar, o exponer en una escenario porteño debe tener algo de especial. Por aquello que Dios está en todas partes, pero...

 

Lo cierto es que en ese camino de ir por algo distinto, hay muchas personas que lo intentan en la gran ciudad. Y no pocos pampeanos y pampeanas consiguen trascender.

 

En estos momentos, Sofía Ricci (21), una joven santarroseña, es parte del elenco de "Las jóvenes promesas". Comenzó como una residencia de tres meses en la que intérpretes y creadores de las artes escénicas que no se conocían previamente trabajaron bajo la dirección de "Los Pipis Teatro" en el Centro Cultural San Martín.

 

Relatos veloces.

 

La obra en cartelera es producto de una indagación colectiva, en la que se toma como principal eje esa misma instancia: creadores habitando un espacio para generar contenido cultural en Buenos Aires. La modernidad, las formas de producción y consumos culturales, el futuro y la tecnología, la relación forma--contenido, el lugar del arte en la contemporaneidad presentados en formatos de relatos veloces.

 

Se propone un despliegue de historias, herramientas escénicas y personajes, como si se tratara de una maratón de deseo, donde el cuerpo y la sensibilidad se presentan extremos, para aventurarse en la hazaña de hacer aparecer todo el universo evocado y salvar la ficción en un espacio desierto.

 

Sofía explica que se está exhibiendo en la Sala Alberdi del San Martín. Fue puesta de manera oficial en el FIBA (Festival Internacional de Buenos Aires) el 28 de febrero y el 1° de marzo; y más precisamente el 11 de marzo empezó la temporada que dura hasta el 23 de abril. "Respecto del público qué puedo decir... que la respuesta fue fantástica, no sólo en los números sino en la energía que traen los espectadores; y ver eso como intérpretes nos sirve para mantener viva la llama de la curiosidad. Y por eso siempre descubrimos algo nuevo dentro de la obra en cada función".

 

Agregó que "es una obra muy física, ponemos el cuerpo y contamos una historia; hacemos la escenografía".

 

"Los Pipis Teatro".

 

Se nota entusiasmada cuando cuenta sobre la obra que exhiben en la Sala Alberdi del Centro Cultural San Martín: "La dirigen los Pipis Teatro, conformado por Federico Lehmann y Matías Milanese, que son pareja y trabajan juntos. En esta obra Fede escribe y dirige junto a Mati, pero antes de este proceso enorme que pasamos pusieron en cartel muchas obras divinas, con una fisicalidad muy presente y un texto tan único como la perspicacia de Fede".

 

Amplió señalando que son 11 interprétes en escena... "Una de las interprete es Mariela Muchico que está en el piano y musicaliza toda la obra. Después les demás actuamos; y somos Bruno Giganti, Catalina Bender, Lucía Deca, Alma Holovatuck, Eloy Antúnez Greminger, Lautaro Ruiz, Katiuska Francis, Joaquín Tomassi, Armando Carcamo y yo".

 

Sobre la trama indica que el argumento "nació de un proceso de residencia artística en el Cultural San Martín, dónde nos preguntábamos cómo sería eso de crear contenido cultural en la ciudad de Buenos Aires. Así nos centramos mucho en el contenido que consumimos y cómo nos relacionamos con eso".

 

Sofía agrega que "la obra propone varias historias y líneas temporales sucediendo de manera simultánea para poder contar una historia. El foco está en los cuerpos, porque como intérpretes pasamos por estados físicos extremos en pos de contar... son sólo nuestros cuerpos en escena con casi nada de escenografía en la puesta buscando transmitir lo que queremos decir".

 

Un desafío.

 

"Transpiramos, deseamos y comunicamos con nuestras voces y corporalidad. Me toca interpretar diferentes personajes a lo largo de las líneas temporales, y poder decir esto creo que es el sueño de varios intérpretes. Tengo la posibilidad de ser un personaje en escena y después ser otro completamente distinto en la siguiente, desafiando mi cuerpo y mente constantemente. La grupalidad es lo que prima durante la obra, nadie interpreta algo más importante que el otro", destaca.

 

La joven es hija de Pablo Ricci, conocido abogado (hoy jubilado); y de Adriana Jorge, quien supo desempeñarse como secretaria en el Superior Tribunal de Justicia de la provincia. Tiene cinco "medio hermanos y hermanas, pero en realidad eso de medio está de más. Sin mis hermanos", sostiene.

 

Es nacida en Santa Rosa, y estudió en el Instituto Domingo Savio. "Después me vine a Buenos Aires para estudiar actuación, un sueño que he tenido de toda la vida, pero que se convirtió en mi trabajo hace dos o tres años".

 

Con entusiasmo relata que siempre quiso ser actriz, aunque "en un momento reprimí ese deseo. Era muy activa en la militancia feminista y pensé en estudiar Abogacia hasta que un día me dí cuenta que podía ser militante y actriz, así que empecé a averiguar y encontré la Universidad Nacional de las Artes".

 

Estudiando actuación.

 

Ahora mismo está estudiando la Licenciatura en Actuación, "y realmente tengo el placer de formarme con profesionales que no sólo saben mucho sino que son muy amorosos, como por ejemplo Silvina Sabater y Martín Salazar". Se ríe al admitir que sus hermanos dirían que quiere ser actriz porque le gusta "ser el centro de atención, pero la verdad es que me entusiasma no sólo la idea de contar historias distintas sino también la posibilidad de encarnar cuántas vidas quiera... y volver a ser yo al final del día", resume.

 

Asume que "la actuación para mí es goce, y un escenario el lugar dónde me siento más alegre. Poder pasar por una metamorfosis hasta encontrar el personaje que quiero es hermoso y un proceso creativo súper rico".

 

Cuando explica su decisión de radicarse -al menos temporalmente- en Capital Federal, Sofía dice "lo que todos sabemos: Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires. Si quería estudiar en la UNA (Universidad Nacional de las Artes) era requisito inamovible mudarme... En su momento me daba un poco de miedo pero hoy disfruto mucho y aparte siento que soy una suerte de embajadora de nuestra provincia. En febrero de 2020, sin cumplir los 18 aún me vine con mis papás a la capital y todas mis pertenencias en un auto... Viví un tiempito en una residencia y luego de la cuarentena estricta en departamentos con amigas", precisa.

 

A otras provincias.

 

Cuando se le pregunta si solamente se podrá ver en Capital Federal, expresa el deseo de llevar "Las Jóvenes Promesas" a distintos lugares del país. "Nos encantaría... el elenco no es en su mayoría porteño, sino al revés: estoy yo de La Pampa, hay gente de Entre Ríos, también de Junín, de Mendoza, Bolivia, Perú. Diría que es un crisol de naciones y provincias. Claro que nos gustaría que haya puestas en diversos escenarios, y en lo personal tengo el ferviente deseo de hacerla en La Pampa", enfatiza.

 

"Y no es solamente mi deseo, sino de muchos integrantes del elenco. La palabra La Pampa aparece porque la digo en la obra", asegura.

 

Sofía Ricci, una de las tantas personas jóvenes que se preparan para hacer lo que más les gusta. Una santarroseña que se abre paso en los grandes escenarios de Buenos Aires, pero que no descarta en algún momento el regreso.

 

"Estoy viviendo un sueño".

 

"Mis aspiraciones respecto a la actuación son muchas, pero tengo que decir que ahora mismo en el teatro estoy viviendo un sueño", explica Sofía. La joven agrega que tiene otros proyectos, y sostiene: "Sé que también me gustaría trabajar en lo audiovisual; además escribo y el año pasado con un grupo de amigos presenté mi ópera prima: 'Buen augurio'; y realmente estoy muy feliz con eso".

 

Sobre lo que viene su idea es "poder disfrutar de los proyectos en los que participo y desafiar mi creatividad lo más que pueda. Obvio que tengo pretensiones tal vez más cholulas como el resto del mundo, porque me encantaría trabajar con Erica Rivas, Darín o Rodrigo de la Serna; pero son ilusiones que guardo como metas personales y no como objetivo principal".

 

"Principalmente lo que quiero es poder ser parte de los proyectos que cuando los ve el público dice 'wow... me hubiera encantado ser parte de esto'. No creo en el arte elitista o snob, y considero que hay muchos artistas masturbatorios como yo los llamo. Son los que ponen en escena cosas para que les digan que son inteligentes o talentosos pero que al final del día, el público no entiende. Yo creo en la democratización del contenido, quiero que todos y todas lo entiendan, porque no trabajo sólo para complacerme a mí misma", concluye.

 

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