“La actividad cayó 20 puntos”

“Entidades cómplices del gobierno buscan generar un clima alejado de la realidad que vivimos los empresarios argentinos” dijo Bilanski. Y advirtió: “las cifras reales registran que la actividad industrial cayó 20%”.

 

“Nosotros relevamos pymes y la CAME también. Ambos registramos los mismos datos, pero cuando esa información se refleja en los titulares de los diarios parece que volvimos a Disneyworld”, advierte Leonardo Bilanski. Durante una entrevista con Radio Noticias (FM 99.5) explicó que “durante los últimos días los medios hegemónicos celebraron que la industria se recuperó 12,5% en enero y afirmaron que está en plena recuperación, aunque los números demuestran que estamos 10% más abajo que el año pasado”.

 

Bilanski (47) es presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino, y director de Mundo Empresarial. Hace algunos años se hizo conocido por impulsar el proyecto de Ley de Teletrabajo. Consultado sobre la actualidad económica del sector pyme, respondió: “aprovechando pequeños detalles, algunas entidades empresariales buscan generar un clima alejado de la realidad que vivimos los empresarios argentinos. La verdad es que la actividad industrial está muy mal: caímos 10 puntos respecto de 2024 y quedamos 20 puntos abajo de la gestión anterior”, conducida por Alberto Fernández.

 

Comparación sesgada.

 

Los primeros meses tras la asunción de Javier Milei “fueron un desastre. Por eso, si comparás solamente con el mes de la megadevaluación, lógicamente tendrás un resultado algo mejor. Pero eso no es información, sino propaganda. Las entidades empresarias deberían mostrar un grado mayor de responsabilidad porque están confundiendo a la opinión pública y a sus propios empresarios”.

 

Bilanski se mostró especialmente molesto por el escándalo de $Libra. “Divulgamos un comunicado para alertar que el presidente no debería haber promovido una estafa en nombre de las pymes, y estamos haciendo una encuesta para saber si los empresarios consideran que fue una estafa, o no”. Y concluyó: “lo más insólito es que durante un año denunciamos que Javier Milei nunca mencionaba a las pymes, y cuando finalmente lo hizo, fue para promover una estafa”.

 

Lo peor es que “la dirigencia política no está a la altura, aunque todos saben las gravísimas consecuencias que tendrá para el país, tratan de fingir demencia y miran para otro lado. Milei debería afrontar un juicio político y si se comprobara que hubo una estafa premeditada debería renunciar. Son las reglas de la democracia. Si no, sería como si en un partido de fútbol te meten un gol pero pedís que no lo tengan en cuenta. La verdad es que estás perdiendo uno a cero, porque así son las reglas del juego”.

 

Sin embargo, es probable que el episodio quede en mera anécdota. “Es así porque nuestra república está herida de muerte. Los tres poderes que generaban equilibrio y eran independientes, están totalmente corrompidos. Del poder Judicial no nos extraña, porque es un escándalo desde hace décadas, pero que el Poder Legislativo no pueda constituir siquiera una comisión investigadora es grave, porque la sociedad los votó para que controlen al Poder Ejecutivo”.

 

Miran para otro lado.

 

A partir de aquel escándalo “el gobierno adoptó inmediatamente una serie de medidas para tomar la iniciativa y tapar la noticia escándalo, como la privatización del Banco Nación. Y ahora están rezando para que muera el Papa porque con esa noticia taparían todo. Francisco promueve algo de luz en un mundo oscuro, pero la política se aprovecha de estas situaciones, aún cuando sería imposible ocultar lo que pasó porque el movimiento de criptomonedas permanece escrito en los libros digitales y todo el mundo sabe que fue una estafa”.

 

Bilanski recordó que “el Papa fue el primero en denunciar la corrupción de este gobierno cuando, hace varios meses, denunció públicamente que a los empresarios les piden plata para reunirse con Milei. Pero nadie dijo nada, todos miraron hacia otro lado”.

 

Clarín.

 

En cuanto a un eventual conflicto con Clarín por la compra de Teléfonica, Bilanski evaluó que “empiezan a jugar los grandes poderes económicos y éste fue el segundo movimiento de Clarín en una semana”. Recordó que “la relación del Grupo Clarín con el poder es bien conocida” y consideró que “aplicó dos golpes de nocaut y habría que ver cuántos más puede aguantar el Presidente, porque Clarín sabe mover muy bien sus fichas contra el poder político”.

 

El primer golpe fue “filtrar un crudo de la entrevista con Jonathan Viale, dejando en evidencia que en el entorno presidencial son mentirosos, ladrones y corruptos que usan recursos del estado para cubrirse”. Ese video “lo filtró el propio Clarín y lo hizo porque Milei recorta sus negocios al permitir que Starlink ingrese al minorista de Internet” en nuestro país. Por eso, “Milei debería tener más cuidado, porque no sería el primer presidente que voltean con un par de tapas de diarios”, alertó.

 

El empresario también opinó que “las reglas de juego de la democracia no existen para favorecer a la política, sino para beneficiar a la gente, para que cuando estas cosas sucedan, los ciudadanos podamos invocar al reglamento. Pero si la gente mira para otro lado, está dejando hacer y las consecuencias pasan también al plano económico: te vendo internet baratita, después la aumento diez veces y más tarde te doy la mitad del servicio contratado. ¿Y ante quién vas a quejarte?¿Cómo hacés para mandarle una carta documento a Starlink?”, se preguntó.

 

Contra los más débiles.

 

Según Bilanski “la gente no debe eludir sus responsabilidades cívicas, porque estamos encubriendo doblemente un acto de estafa. El riesgo político se incrementa y se traslada a la economía, inevitablemente. Los partidos políticos están debilitados y ponen en agenda temas más orientados a sus intereses dirigenciales que a los problemas de los argentinos. Los movimientos de Cristina, Axel, Losteau muestran gran mediocridad, porque son facciones sin contenido y muchas veces sin sentido. No hay un dirigente que hable con la gente en su lenguaje, que camine las calles, suba a un subte o colectivo, o recorra rutas deterioradas del interior”.