"La escuela no es inclusiva"

"No pueden dejar a un niño fuera del sistema por tener hiperactividad", apuntó la mamá de un niño santarroseño de seis años quien asistía desde principio de año a la escuela Nº 74. Según denunció públicamente la mujer, desde la institución educativa "nunca ayudaron" a su hijo y fueron "discriminados". La solución que habían encontrado era que la familia pague por una docente exclusiva para el menor.

 

La mamá del niño dialogó con LA ARENA y contó que su hijo comenzó primer grado en la escuela 74 Manuel Belgrano (en la avenida Uruguay 251) el 2 de marzo. "Era el colegio que deseamos toda la vida para él", lamentó y recordó que a la semana la convocaron a una reunión con el Centro de Atención Educación (CAE) porque el niño "tiene hiperactividad".

 

En ese contexto la mujer aclaró que su hijo "no tiene problemas pedagógicos, sabe leer y escribir, y no es violento. Al contrario, es inquieto pero es muy social, siempre está con sus compañeros". Explicó que desde hace años el menor "hace terapia" pero que en la provincia "no hay profesionales ni psiquiatras que atiendan a niños".

 

Fue su psicóloga quien les aseguró que su hijo tiene hiperactividad. "Ella lo trata para que respete las rutinas, esté tranquilo, le explica cómo calmarse pero tiene seis años. Desde chiquito arrancamos buscando herramientas porque es inquieto y como papás queríamos saber cómo ayudarlo", desarrolló.

 

Encuentro.

 

La mujer apuntó contra la escuela porque "era constante el llamado para que lo vaya a buscar". Es por ello que el CAE interviene "porque da cuenta de que el nene no se puede quedar quieto y obviamente que eso molesta a otros niños". Relató que son ellos quienes le brindan su ayuda para "conseguir un turno con psiquiatría en el hospital".

 

Afirmó que desde el Servicio Infanto Juvenil del hospital Lucio Molas solo lo vieron una vez pero que no les informaron sobre el diagnóstico. Es así que los profesionales de la salud se reunieron con el CAE y la psicóloga, encuentro del cual "encontraron como solución" de que la familia debía "pagar a una docente para que se siente al lado" del niño. "Cuando se tiene un hijo con discapacidad, el Estado lo paga pero en este caso estaban poniendo un acompañante para lograr que se quede sentado en el aula", acotó la mujer.

 

Por otra parte describieron que el niño tiene "tiene hiperactividad y trastorno negativista desafiante". Pero ese diagnóstico nunca fue informado al padre y la madre, sino que solo fue expresado en el legajo del menor.

 

-¿Por qué tenían que pagar una docente particular?

 

-La maestra de apoyo asistía solo a mi hijo, entonces dejaba de lado a otros chicos. Pero lo tremendo es que hay una maestra de apoyo para todos los grados con dos divisiones. El argumento fue que era lo ideal para él. Como quitábamos el recurso que tiene la escuela, nosotros teníamos que pagar una docente como si tuviera un cargo, eran 42 mil pesos. Fue la escuela quien la localizó, preparó todo e informó sobre la situación de mi hijo. Nosotros íbamos a hacer todo por él.

 

Discriminación.

 

La mujer manifestó que hasta sus propios amigos le manifestaban que no era correcto que paguen por una maestra. "Nos decían que habíamos entendido mal pero no porque teníamos comprobante y CBU para depositar", afirmó.

 

Por otro lado, contó que cuando el niño llegaba al aula "inmediatamente lo enviaban a otra, ni siquiera probaban cuánto aguantaba estar sentado. Constantemente nos decían cuándo iba a ver la psiquiatra para que esté sentado las 24 horas. Uno se enloquece en la desesperación y hasta habíamos pensado llevarlo a un estudio en Buenos Aires".

 

"Un grupo de padres pidieron una reunión para hablar de él pero no para preguntar qué le pasaba. La discriminación es de todos, no solo de la escuela, pero es otra cuestión aparte. Las escuelas no están preparadas para ser inclusivas. Mi hijo sabe escribir y leer, terminaba rápido las actividades y no lo motivaban a hacer otras cosas, lo ponían a pintar. No se ponían contentas porque tenían un chico con potencial que terminaba las actividades rápido", desarrolló.

 

"Es discriminación lo que sucedió porque si no pagábamos la maestra se rompía todo tipo de vínculo con la escuela. No lo queríamos cambiar de escuela con el pensamiento de que si no encaja, lo cambio pero es feo el manoseo que nos hicieron desde la escuela", añadió.

 

Cambio de escuela.

 

La mujer agregó que días atrás la llamaron desde el CAE para tener una reunión porque era la firma de ese organismo la que faltaba para poner en actividad a la nueva docente. "Nos dijeron porqué íbamos a pagar un recurso de educación pública, es la escuela quien debe generarlo, que si el niño no tiene discapacidad no necesita de un acompañante y en las escuelas se deben capacitar porque son inclusivas. No pueden dejar a un niño fuera del sistema por tener hiperactividad porque las personas que no pueden pagar qué hacen", le aseguraron.

 

Es por ello que la familia solicitó ayuda para poder cambiarlo de institución educativa, con la condición de que el turno sea de mañana. "Los expertos recomiendan que los niños con hiperactividad asistan de mañana porque tienen otra información cerebral y a la mañana cuando se levanta está en paz", destacó.

 

Comenzó en la Escuela 242 y el niño "anda bárbaro porque tiene solo siete compañeritos". Por otra parte, subrayó que cuentan con "más recursos humanos y durante estos dos días trabajó muy bien".

 

Asimismo, la mujer seguirá reclamando y pidió una reunión con el ministro de Educación, Pablo Maccione. "No quiero que esto quede acá porque debe haber otros casos similares. Supuestamente se elevaron actas y se van a realizar las sanciones correspondientes", cerró.