Jueves 25 de abril 2024

La Justicia le dio la posesión veinteañal a Silvestre Pinedo

Redacción 28/09/2022 - 00.57.hs

El juez de Control de Victorica, Carlos Roberto Espínola, otorgó la posesión veinteañal del campo "La Rondana", en Paso La Maroma, cerca de Paso de los Algarrobos, a Silvestre "El Tolo" Pinedo (68 años), poniendo punto final a un largo litigio por la propiedad de ese establecimniento. El puestero, que allí nació y vivió toda su vida, ahora podrá escriturar las tierras que había heredado de sus padres y de las que pretendían desalojarlo.

 

"Me dio una profunda alegría saber que después de tan larga lucha, finalmente Silvestre Pinedo es propietario de su establecimiento La Rondana, en Paso Maroma", anunció ayer Juan Carlos Scovenna. "Esta mañana me llamó el juez Javier Trombicki para comunicarme la noticia, que a él también lo puso muy contento", explicó. Trombicki fue el defensor oficial que asumió el patrocinio de Pinedo ante la amenaza de desalojo, pero posteriormente fue designado juez y quedó impedido de intervenir en el caso.

 

Justicia, al fin.

 

El encargado de hacer justicia fue el juez Carlos Espínola, quien durante los últimos días, rubricó en Victorica una sentencia que confirma a Pinedo como legítimo poseedor del campo, luego de que el médico bonaerense Nevil Jorge Richini desistiera de presentar una apelación. Este fallo ratifica que Pinedo reside en forma pacífica desde hace más de veinte años, con ánimo de dueño y que realizó numerosas mejoras en ese campo del departamento Chalileo.

 

"Ahora solo resta hacer el trámite de escritura, que demandaría algunos meses, pero esta sentencia confirma que es el dueño del campo", añadió Scovenna. Ayer por la tarde, el ex legislador logró comunicarse telefónicamente con "Tolo", para darle la noticia. "Está muy contento y le confirmé que en los próximos días viajaré para encontrarnos y celebrar juntos", anticipó.

 

Diputado en el oeste.

 

A sus 71 años y en diálogo con LA ARENA, Scovenna recordó ayer aquella gesta iniciada el domingo 19 de noviembre de 2006, cuando trasladó su despacho de diputado provincial al rancho de "Tolo" Pinedo, para impedir que las topadoras contratadas por Richini consiguieran su objetivo de desalojarlo de la tierra donde había nacido.

 

Fue uno de tantos avances sobre antiguos pobladores del oeste pampeano, que nunca pudieron escriturar sus tierras y padecen la amenaza de quienes adquieren grandes extensiones sin importarles las familias que allí residieron durante generaciones. El caso resultó emblemático por aquella férrea actitud del entonces legislador del ARI, quien decididó trasladar 400 kilómetros su inmunidad parlamentaria para luchar contra la injusticia.

 

A finales de 2006, un grupo de alambradores puntanos y varias topadoras llegaron al puesto La Rondana, con el objeto de cercar el rancho de "Tolo" Pinedo y promover por la fuerza su desalojo. Scovenna, histórico defensor de pobladores oesteños, decidió entonces instalar su despacho legislativo en aquel lejano y desolado paraje.

 

Inmunidad parlamentaria.

 

El domingo 19 de noviembre, en el horario de la siesta, llegó al puesto con sus elementos personales en la caja de una camioneta: "a partir de ahora, quienes violen este campo en el cual vive y trabaja un diputado, estarán violando la inmunidad de un legislador y deberán enfrentarse a él y a los pobladores que defienden esta tierra", dijo durante una recorrida por el predio.

 

Aquella vez, Scovenna viajó acompañado por el chofer Mario Gatica, la docente Marcela Borthiry, Rubén Pietrodángelo y Roberto Ibarlucea. Antes de inaugurar su nuevo despacho legislativo, colocó un mástil con la bandera argentina y sobre las paredes colgó varios cuadros, entre ellos su certificado como diputado provincial, dos obras plásticas de Juan Haarb ("Pata agonía") y Elsa Scovenna ("Utopía"), un poema de Eduardo Galeano y un mapa de La Pampa.

 

Y luego redactó un acta destinada a la entonces presidenta de la Legislatura provincial, Norma Durango, anunciando el traslado de su oficina "en defensa de los pobladores que desde hace varias generaciones ejercen posesión pacífica, pública e ininterrumpida desde hace más de un siglo".

 

"La alegría más grande".

 

"Fue la alegría más grande que podía recibir, porque deseaba mucho poder escriturar, pero hacía demasiado tiempo que venía esperando" expresó Silvestre "El Tolo" Pinedo, desde La Rondana. En una breve comunicación telefónica con LA ARENA, contó que "a la mañana temprano me llamó mi hermana, que reside en Victorica, y me dio esta gran noticia, y más tarde me llamó Juan Carlos Scovenna", añadió.

 

Aunque no había perdido las esperanzas, a sus 68 años el puestero ya estaba cansado de esperar por una decisión judicial. "Hace muchos años que había presentado todos los testigos y antecedentes. Al final, la justicia tardó, pero llegó", dijo.

 

Y ahora puede pensar con optimismo en obtener la ansiada escritura de su tierra. "Tengo que esperar para juntar y presentar toda la documentación que se requiere para iniciar el trámite. Estoy muy contento, es una alegría muy grande", reiteró.

 

Desde que su hermana Hipólita se trasladó a Victorica, Pinedo vive solo en su puesto de La Maroma. "Tengo chivas, algunas ovejas y caballos. Estamos atravesando una sequía importante, aunque tuvimos una buena lluvia en agosto y estos últimos días también llovió, así que van verdeando los campos y está brotando todo", comentó.

 

Y también recordó aquella gesta de hace 16 años, cuando un diputado provincial se trasladó hasta su rancho para ayudarlo a defender su tierra. "Fue una lucha larga. Y ahora espero que don Scovenna pueda volver pronto, para celebrar juntos esta alegría", concluyó.

 

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