Andrea Langhoff conoció a su padre biológico

Andrea Langhoff hace algunas semanas conoció a su padre biológico en la ciudad de Córdoba, y a una hermana menor que ella, y así dio nuevos pasos en pos de completar su historia de vida. Desde que los estudios genéticos (hace poco más de dos años) confirmaron la identidad de su padre y de su madre, Andrea reconstruye a cada paso su árbol genealógico y su historia de vida. Antes de ello, ya había conocido a su hermana mayor, Stella Maris, que vive en la ciudad santafesina de Rosario, y también tomó contactó con otro hermano que tiene en Bahía Blanca.

 

El 23 de enero, un estudio de ADN de un banco genético de Estados Unidos cerró su búsqueda de 25 años, al confirmar quién es su madre biológica y sus hermanos. Esta búsqueda desentramó una red ventas de bebés que funcionó en Pico durante los años 60, 70 y 80 y que involucró a médicos y funcionarios del Registro Civil, encargados de redactar partidas apócrifas de nacimientos.

 

Andrea nació el 14 de septiembre de 1976 en la Clínica Argentina de General Pico, pero a su madre los médicos dijeron que había fallecido en el parto. La mujer vivió en Glew (Buenos Aires) y en su adolescencia se enteró que había sido adoptada. Así comenzó una larga búsqueda, impulsó una serie de denuncias de adopciones ilegales y creó en Facebook, el grupo "Busco Madre Biológica La Pampa", que logró varios reencuentros de hijos a hijas con sus familias de origen.

 

En 2020, poco antes del inicio de la pandemia, Andrea conoció a su hermana de Rosario, Stella Maris, a quien su padre, al separarse de la madre de ambas, se la llevó cuando apenas tenía un año de vida. Cuando se marchó, su padre no sabía que su pareja estaba por dar a luz a Andrea. Hace pocas semanas, ella viajó a Córdoba donde conoció a su padre y a otra hermana, una joven de 23 años.

 

Historia familiar.

 

De esta manera, según dijo, va "completando casilleros" de una historia de vida incompleta que comenzó a rearmar desde hace mucho tiempo. "Si bien uno encuentra una realidad, esa búsqueda aún sigue abierta hasta que puedas completar los distintos casilleros. En lo particular fue muy movilizante y sanador. Si bien te movilizan un montón de circunstancias, empezás a ver situaciones con las que te identificas, con las que uno tiene genéticamente tal o cual predisposición", señaló en diálogo con LA ARENA.

 

"Para mí fue muy movilizante, más que nada el tema de los hermanos. Es lo que necesité toda la vida. Llega un momento que uno va creciendo y te vas haciendo la idea de los hermanos y de los sobrinos. Es poder terminar de construir la persona que tendrías que haber sido con la terminaste siendo. Es muy emocionante y muy reparador", agregó.

 

Andrea aprovechó las redes sociales para hacer público el encuentro con su padre, para que otras personas que están en búsquedas similares, que "día a día pierden las ganas, la voluntad y la esperanza de llegar a saber su verdad biológica", no desistan en el camino.

 

El encuentro con Roberto Ismael Ledesma, su padre, se dio hace algunas semanas en la ciudad de Córdoba, donde también conoció a una hermana de 23 años. Sin embargo, el círculo familiar podría ser más amplio aún.

 

"Nos enteramos que supuestamente somos más hermanos de parte de mi padre. Por ahora sabemos que somos cinco. Ya conocí a mi hermana Stella que tiene un año más que yo y a mi hermana más pequeña de Córdoba que tiene 23 años y que es la única que se crió con nuestro padre y con su esposa. También estoy en contacto con mi hermano de Bahía Blanca, con el que todavía no se pudo dar el encuentro personal y tengo un hermano que vive en el Chaco que tiene 28 años", contó.

 

El caso de Andrea Langhoff, despertó el interés de Soledad Gesteira, una antropóloga del Conicet que trabajó durante una década con Abuelas de Plaza de Mayo, y que en base a su caso particular investigó sobre cómo el buscador puede sobrellevar el encuentro y cómo se revincula con la persona buscada.

 

Ley pampeana.

 

A finales de mayo, la Cámara de Diputados de La Pampa aprobó el proyecto de ley que garantiza el pleno ejercicio del derecho a la identidad de biológica. Esta legislación permitirá el entrecruzamiento de datos con bancos genéticos de otras provincias y así ayudar la tarea de los buscadores de su identidad biológica.

 

Sobre esta ley, Langhoff dijo: "Cada vez que en cada provincia se promulga una ley es una esperanza grande y más en La Pampa. Ojalá con esta ley la gente se anime más gente y se acerque más a la Secretaría de Derechos Humanos. Más allá de la ley, hubo un cambio y una evolución social muy grande".

 

"La mayoría de los que han sido entregados de manera ilegítima, muchos fueron dados a otras provincias, es decir que también se pierde un patrimonio cultural muy grande. Ojalá que se avance y que haya una ley nacional, que necesitamos para unir a todas las provincias. Están avanzando muchísimo. Cada año se van encuentran nuevas herramientas. Esta ley abre una nueva ventana para cada buscador para lograr llegar a su identidad de origen", concluyó.