"Las cámaras confirman la coartada del amigo de Agustina"

Fuentes que tuvieron acceso a elementos oficiales de la investigación confirmaron el presunto debilitamiento de la participación de Pablo Parra en el crimen de María Agustina Fernández: la joven santarroseña de 19 años, estudiante de Medicina, asesinada el sábado 2 de julio en un departamento de la localidad rionegrina de Cipolletti. 

 

De acuerdo con el DIARIO DE RIO NEGRO, en relación a ciertas pruebas a las que accedió el medio, la coartada del petrolero fue confirmada por una serie de imágenes registradas en las cámaras de seguridad de la ciudad. 

 

"RIO NEGRO tuvo acceso a elementos que constatan que Parra fue el sábado a una heladería, entre las 19 y las 20.15, algo más de una hora clave para esclarecer el crimen de la estudiante: fue el tiempo aproximado que el joven estuvo fuera del complejo de viviendas", sostiene un artículo del diario antes citado. 

 

Y amplía que el propio Parra relató que salió de su casa cerca de las 19. "Minutos después una cámara de seguridad lo captó ingresando a una heladería: lo mismo dijo el fiscal del caso, Martín Pezzetta, en sus declaraciones y además un vecino lo vio cuando salía del edificio", sostiene.

 

CELULAR CON ACTIVIDAD.

 

Para el medio rionegrino, si bien es cierto que no está descartado de las pesquisas, "se debilitó la hipótesis que lo ubica (a Parra) como sospechoso". 

 

"Otro dato importante es que el celular de Agustina tuvo actividad en ese período de tiempo: no es concluyente pero es un indicio que estima que cuando Parra salió, Agustina estaba con vida, por lo que todos estos elementos son estudiados por el equipo que trabaja en el caso", ratifica. 

 

Y agrega que también hay una cámara de seguridad que visualiza, de manera perimetral, parte del ingreso al complejo y se observa a Parra regresar después.

 

"Tampoco se observa al supuesto agresor y también tiene lógica porque los investigadores consideran que ingresó por una perimetral", indica al agregar que, en su declaración Parra relató que había una escalera en el costado de una de las medianeras. 

 

"Alrededor de las 20, el petrolero compró unas cervezas en una despensa a pocos metros de su casa: fue lo último que hizo antes de regresar a su casa y encontrarse con Agustina tirada en el suelo, inconsciente y con mucha sangre: el comerciante también corroboró los dichos del hombre", sostiene.

 

Por último, el medio antes mencionado completa que el sospechoso fue visto cerca del lugar del crimen en el horario el cual se produjo el ataque. 

 

"Si bien hubo varios llamados por parte de la ciudadanía para aportar datos, todavía no pudieron ubicarlo", completa.