Martes 23 de abril 2024

Laura Roldán: vivía en barrio Fitte, y ahora modela en Europa

Redacción 02/01/2022 - 11.06.hs

Vivió en Buenos Aires, Milán, Roma y ahora Ibiza, y mantiene el grupo de amigas de la adolescencia. De familia santarroseña, nunca soñó que sería modelo en Italia, y que también podría actuar en cine.

 

MARIO VEGA

 

Con frecuencia recuerdo -a veces en estas mismas páginas- a amigos y amigas que se afincaron en otras partes del mundo. Personas queridas que un día eligieron irse, a lo mejor buscando oportunidades que por aquí no encontraban; o tal vez intentando poner distancias con situaciones que no les hacían del todo bien.

 

Quizás procurando tan sólo un paréntesis, proyectando regresar alguna vez... otros y otras -lo sé con certeza- armaron sus vidas en otros sitios donde tienen pensado permanecer hasta el final. No volverán nunca más... o tal vez sólo en alguna que otra oportunidad para visitar familiares, o por cierta situación especial. Pero la realidad es que armaron sus petates y se trasladaron con sus vidas a otros lugares lejanos.

 

También conozco de muchos jóvenes -hombres y mujeres- que salieron por allí, a veces con la curiosidad de acceder a nuevas culturas, a otras formas de vida; a adquirir experiencias... En determinados casos la vorágine de la vida los atrapó y en esa dinámica ya son ciudadanos del mundo... Ni más ni menos. Pero también entre ellos y ellas están los que llevan adelante un proyecto que no tiene que ver con estas tierras.

 

Laura está...

 

El caso de Laura es parecido, pero no tanto... Porque siempre está pensando en volver, aunque las circunstancias por ahora la hayan depositado en lejanas y maravillosas tierras. Aún así el corazoncito de santarroseña la mantiene unida a esta ciudad, a la que -ella sí está segura- volverá cuando el contexto laboral y familiar lo ameriten.

 

Hoy anda por Santa Rosa, junto a su pequeña Matilda, que disfruta de la abuela y de sus primos que llegan para jugar con ella. Laura viene a pasear, y a cargar la batería de su alma de los necesarios afectos... que a todos nos hacen falta.

 

Ana Carina, compañera de la Redacción en La Arena, quien mantiene contacto con Laura cada vez que ella llega por aquí, fue la que entendió que era una buena oportunidad para que contara, en estas columnas, como es eso de ser una figura del modelaje, el cine y el teatro... pero en tierras europeas.

 

Por el mundo, pensando el regreso.

 

Laura no se la cree, y aunque acepta charlar conmigo trata de minimizar su participación en distintas actividades, aunque le tocó modelar para firmas de prestigio universal como Versace, Dolce Gabbana, La Perla; y habría de conocer lugares impensados como Francia, España, Alemania, Inglaterra, Holanda, Dubai, Suiza, Taiwán, República Checa, Austria... "Sí, anduve mucho, por todos lados. Pero aunque ahora podría parecer que es nada más que una frase de circunstancia, lo cierto es que me tocara estar donde sea he pensado permanentemente en volver... Porque tengo claro que esta es mi tierra, y si algún dinero pude ganar afuera lo invertí aquí, que es donde voy a volver a vivir definitivamente", dice ante la mirada complaciente de su madre.

 

La piba del barrio Fitte.

 

¿Pero quién es Laura Roldán? Me recibe en la casa de su madre, a metros de la Redacción de La Arena, y también de la placita Mitre, en pleno corazón del Barrio Fitte, y cuenta... Tranquila, relajada, sin apuros, porque si bien debe volver a Europa cuando anda por Santa Rosa estira todo lo que puede su estadía en la ciudad.

 

"Mi mamá es Liliana Fantini, quien trabajó muchos años en el Poder Judicial donde se jubiló hace poco; y mi papá Alfredo Roldán, contador y músico", comienza.

 

Exalta el papel de Liliana, porque "fue mi gran apoyo, confió siempre en mí, me ayudó, me acompañó en todo, me alentó, me valoró, me sostuvo... Y sobre todo me preparó, me dio las bases para poder vivir estas experiencias siendo tan chica; me dio libertad y seguridad", sostiene con esa sonrisa que le ilumina el rostro.

 

Liliana, un faro.

 

Reflexiona que le costaría tener la misma actitud con su hija Matilda (4). "No sé cómo hizo mi mamá para dejarme ir siendo tan chica... y tan lejos. Además ella me enseñó el significado de la palabra altruismo e incondicionalidad, y más allá de los valores y educación también fue clave en mi formación. Desde muy chiquita me llevaba a danzas e inglés, y siempre insistió en esto de una actividad y un idioma sí o sí. El deporte te enseña disciplina, determinación y el idioma te permite volar sin límites. Te abre las puertas del mundo".

 

Matilda, el motor de todo.

 

Laura tiene un hermano, Nicolás, que es médico neumonólogo y músico, y "dos sobrinos a los que adoro. Mi pequeña Matilda acaba de cumplir cuatro años, es mi gran compañerita y viene conmigo a todos lados... si incluso me acompañó cuando tuve que ir a trabajar y ella tenía nada más que seis o siete meses. Es mi gran motor, mi gran sueño cumplido, mi mayor reto y mi más grande satisfacción. A partir de ella todo se redujo a lo esencial. Matilda es mi espejo, mi maestra y el gran amor de mi vida", se deshace en palabras para describir a ese tesoro que es su hijita.

 

"Supongo que llegado el momento, si le tocara salir del país como pasó conmigo, actuaré como hizo mi madre y estaré apoyándola. Para que vuele como me dejaron hacerlo a mí...", se pone un poco seria.

 

Los estudios.

 

Laura cursó la primaria en el Colegio María Auxiliadora e hizo secundaria en la Escuela Normal. Luego emprendió la carrera de Nutrición en la Universidad del Salvador en Buenos Aires, y más tarde dos años de Psicología en la Universidad de la Marina. Pero iba a volcar sus esfuerzos en lo que tuviera que ver con lo artístico: "Sí, porque hice academia de teatro en Milán, en el Centro Teatro Attivo; academia de cine en Roma en Actors Planet, en la universidad Luiss de Roma. Pero antes aquí había estudiado danzas clásicas con Elvira de Pablo... empecé cuando tenía nada más que tres años y medio; más tarde hice Danza Jazz con Yayo Martín hasta los 17".

 

Le otorga gran importancia a "la formación en danzas y también aprender idiomas", porque además habla Inglés y Francés. "Fue clave, me completó, me dio una herramienta más y me abrió otras puertas al darme la posibilidad de hacer también otro tipo de trabajos".

 

Trabajar en la RAI.

 

Tan es así que en 2008 tuvo la oportunidad de trabajar en la RAI, "en un programa donde además de actuar bailaba... hacíamos la apertura del programa cada día con coreografías de temas", narra.

 

Pero la capacitación no acabó con todo aquello, porque también estudió el Profesorado de Yoga: "Practico desde chica, estudié y si bien no ejerzo por ahora no descarto hacerlo más adelante... Es más, me encantaría también ejercerlo", dice con esa vocación de la que quiere todo. Con esa determinación que exhiben las personas que entienden que no hay que quedarse ante los obstáculos que, inevitablemente, se nos presentan en la vida.

 

Llega la modelo.

 

Cuenta con cierto pudor como se inició en una carrera que no era la que en principio había elegido. "Resulta que fui a Buenos Aires a estudiar cuando terminé la secundaria... En ese momento paralelo a la universidad empecé a hacer castings, sobre todo de publicidad, y me vinculé a la agencia Ford Models... si bien en ese tiempo no dejaba de ser un hobby... Pero un día acompañé a una amiga a un casting que mi agencia no me había pasado y me ofrecieron hacerlo...".

 

Y no sabía, no podía saber que esa prueba iba a cambiar su vida para siempre... "Sí, porque quedé, y era para una agencia de Milán que buscaba modelos. Viajé a Italia con otras cuatro modelos de Argentina con las que vivimos juntas en un departamento que nos rentaban... Fue mi primera experiencia laboral en el exterior, muy divertida y enriquecedora... y la verdad es que estaba maravillada con aprender otro idioma, conocer tantos lugares hermosos, culturas diferentes...".

 

Quince años en Italia.

 

La piba del barrio Fitte, la que tenía aquí su familia y todas sus amigas -a las que nunca olvida-, ingresó en un mundo inesperado, y lo que empezó como un hobby se convirtió en un trabajo: "Viajaba mucho y no tenía casi tiempo libre, hasta que decidí poner pausa a mi carrera universitaria que estaba haciendo a distancia, para poder vivir plenamente esa posibilidad que se me presentaba".

 

Iba a ser un tiempo hermoso, de aprendizaje, casi de una nueva forma de vivir... "En los pocos momentos libres que teníamos, con las otras cuatro chicas organizábamos viajecitos cortos porque queríamos conocer lo máximo posible. No sé... como pensando que en cualquier momento íbamos a tener que regresar a Argentina, y que sería lo último que conoceríamos de Italia... ¡No sabía que después iba a vivir allí 15 años!", se ríe con ganas.

 

Laura, la modelo.

 

Le pido que cuente como es ese mundo que uno ve en las tapas de las revistas, en afiches, videos y otro tipo de publicidades.

 

Y Laura, en el living de su casa materna, despreocupada, con el mate a mano -"en todos lados donde estoy tomo mate", señala- se muestra lejos de la joven que con naturalidad se presta a los flashes y a las luces de un set de filmación... aunque su don de modelo surge en cada gesto, en su sonrisa y hasta en su manera de caminar.

 

"Empecé haciendo publicidades. Mi primer casting en Buenos Aires fue para la publicidad de Brahma, la cerveza, y quedé... Si bien hacia fotos, desfiles, etcétera, la publicidad siempre fue lo que más disfruté", reconoce.

 

Por otros caminos.

 

Precisa que estuvo vinculada al mundo de la moda hasta sus 30 años -ayer nomás-, "y luego empecé en la tele: bailando, haciendo algún sketch... y hasta hice entrevistas, y así tuve la oportunidad de entrevistar a Eros Ramazzotti", se ufana.

 

Y señala que aprovechó "al máximo esos años de mucho trabajo y mucho movimiento, porque sabía que no durarían para siempre... por eso lo viví todo con mucho entusiasmo y motivación, sintiéndome muy afortunada por todos los lugares, culturas y personas que pude conocer".

 

"No dudo, voy a volver".

 

No obstante marca la diferencia con mis amigos que ni piensan en el regreso, y sobre los que constantemente me pregunto -en determinados casos- si los volveré a ver. "No es lo que pienso, ni mi duda... Siempre volví a mi país, al menos una vez al año, generalmente para las navidades. Pero también me visitaba allá mi familia, sobre todo mi mamá", dice ante la mirada de Liliana que admite que "aquello me gusta mucho".

 

Y sigue Laura: "Lo que ganaba allá lo invertía en Argentina, iba construyendo una base para cuando me tocara volver... Traía algunos fondos y me fijaba en qué podía invertir, porque mi idea fija es regresar". Al cabo del camino volver, sí.

 

¿En Argentina?

 

Le pregunto en un momento si ha pensado hacer algo -teatro, cine, conducción, etcétera- en nuestro país-, y Laura admite que podría ser... "Aún no se ha dado por que la vida luego da sus vueltas, pero no lo descarto".

 

Y agrega: "Hace un tiempo empecé a trabajar un poquito en televisión, en la RAI en un programa que se llamaba Doménica in; y en RAI2 un programa que se llamaba Artu, donde bailaba en la apertura. También me tocó hacer un sketch en algunas ficciones como Medici miei (mediaset), o Piloti, y una película de Enrico Vanzina donde tenía un papel chiquito".

 

La actuación, su pasión.

 

Laura se ocupa de la pequeña Matilda que le pide que la maquille, y mientras sigue la charla. "Tengo confirmado que es mi verdadera pasión, y por eso decidí estudiar actuación en el Centro Teatro Attivo de Milán. Después vinieron varios seminarios en Italia y también en Buenos Aires... Estudié con Fabiana García Lagos, Norma Angeleri y Julio Chávez. Y además con Dalia Elnecave quien es mi coach actualmente, y por donde podría pensar de hacer algo en nuestro país. En 2015 me anoté en la academia de cine Actor's Planet en Roma, y desde allí muchas puertas se abrieron... creo que capacitarse es el mejor camino para conseguir cosas", razona.

 

Teatro y cine en Roma.

 

Laura fue parte de "una experiencia hermosa... Pude hacer mi primera obra de teatro en Roma, 'Il primo Bacio'; y también tres cortos dirigidos por Manfredonia, Reali y Federico Moccia, directores muy conocidos en Italia".

 

Y sigue su relato: "En 2018, estando en Argentina la agencia de Roma me llamó para un casting para una peli. Hice la prueba por self tape y quedé, así que viajé con mi beba de 6 meses a Italia para grabar... varias escenas se rodaron en la isla de Elba en Toscana, y luego las últimas en Buenos Aires, en San Telmo. Así que viajamos a Argentina con el director y los actores con los que compartíamos esas escenas... Mi personaje era Consuelo, una argentina y dueña de un hostal de San Telmo".

 

Reconoce que en algún momento fue complicado por tanto viaje y tantas horas de grabación "con una beba tan chiquita... porque Matilda venía conmigo a todos lados. Hoy estoy muy feliz de haberlo aceptado y haber compartido con ella una linda aventura para contarle ahora que ya entiende, que pregunta, que ve las fotos donde está en el set conmigo, o viajando en barco, tren o avión... Me encantó haberlo podido hacer", completa.

 

Lo que viene.

 

Laura expresa que "hoy está con proyectos de teatro para España e Italia que me tienen muy entusiasmada, porque me tocó más trabajar en cine y ficción... pero este año me dieron ganas de volver a la raíz, de salir un poco de la zona de confort. Y además también quisiera empezar a escribir... Son muchas cosas y veremos cuáles se pueden concretar", dice con entusiasmo

 

Laura Roldán, la chica que vivía en Barrio Fitte, y a la que un día el destino la llevó lejos... pero que anhela regresar "cuando el momento llegue... porque va a llegar", afirma convencida.

 

"Esta es mi tierra".

 

Tiene "el mismo grupo de amigas de la adolescencia, aunque luego la vida ha sumado muchas otras amistades en los distintos lugares donde he vivido... pero la amistad con mi grupo de aquí sigue intacta. Cada viaje nos vemos, compartimos como si el tiempo y la distancia no existieran, y alguna también me han ido a visitar a Milán".

 

Le pido que las nombre y lo hace -aún con el temor de olvidar a alguna-, y creo que no alcancé a anotarlas a todas: Lili Rodil, Fernanda Sancho, Daniela Espósito, Verónica Pequis, Luciana Ralli, Glenda Draque, Carolina Gorosurreta, Alejandra Mesuraca, Érica Garmendia y Noemí González. "Esas son mis amigas de siempre... con la que nos seguimos viendo como en aquellos lindos tiempos... en eso nada cambió", señala.

 

Laura juega con Matilda, atiende algo que le dice su madre y se muestra plena, feliz, serena... Si al cabo está entre los suyos, en su barrio de toda la vida, en la ciudad a la que un día va a volver definitivamente. "Porque esta es mi tierra y eso no lo olvido nunca...", completa.

 

Viviendo en Ibiza.

 

El flagelo que trastocó al mundo la encontró a Laura circunstancialmente en Buenos Aires, "pero antes que cerraran todo viajé a La Pampa donde me quedé los tres primeros meses", manifiesta.

 

Después, cuando pusieron los primeros vuelos, "pude viajar a Europa. Aquí mismo el primer tiempo no estuvo tan mal, pero Buenos Aires y Milán sí, y por eso tomé la decisión de quedarnos con Matilda en Ibiza hasta que lo peor pasara... Mi hija todavía no iba al jardín y por eso prioricé un lugar más seguro; y a la vez que ella esté cerca del padre que trabaja en Europa", cuenta.

 

No obstante señala Laura que lo de Ibiza "es transitorio, un refugio durante la pandemia. Es un lugar que frecuento hace muchos años, un paraíso y me resolvió bastante durante la pandemia porque en Milán la situación estaba muy mal...".

 

Naturalmente como les pasó a todos debió soportar que "al principio a nivel trabajo estuvo todo muy parado, pero luego se fue encontrando el modo y empezaron de nuevo a proponerme castings... Los estoy haciendo por self tape, y para eso hice un mini estudio en casa y los envío a la agencia. Si es necesario viajo en la última instancia de casting o si hay algún trabajo confirmado", sostiene.

 

Explica Laura que "un poco como a todos este contexto nos puso pausa en la vida, en los proyectos, en los objetivos. Pero se le fue buscando la vuelta y de a poco todos estamos volviendo a movernos con alguna normalidad... aunque con ciertas condiciones, obstáculos y dificultades. Los viajes se han vuelto bastante complicados, ya lo eran de por sí, porque viajando tanto con una nena tan chiquita es difícil... y con una pandemia en curso lo es mucho más. Pero con menos frecuencia y más organizada logramos hacerlos igual. Y bueno, estamos con la esperanza de que todo vaya mejor este año que se inicia", se ilusiona.

 

La ciudad de la moda.

 

Dicen los que dicen saber que Milán es la capital de la moda -título que comparte con Nueva York, París y Londres, entre otras-. Allí, en esa hermosa ciudad italiana se organiza "La semana de la moda" dos veces por año; y es obviamente un punto de encuentro para los amantes de las prendas y productos de las boutiques y firmas más importantes del mundo.

 

Y precisamente allí Laura Roldán estableció su agencia de base. "Pero trabajaba mucho también en otros países, como Francia, España, Alemania, Inglaterra, Holanda, Dubai, Suiza, Taiwán, República Checa, Austria...". Y en esos sitios modeló para marcas como Versace, Dolce Gabbana, La Perla y Etro.

 

Sí, has recorrido un largo camino muchacha.

 

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