Lunes 25 de marzo 2024

Laurentina Ainó cumplió 105 años

Redacción 18/07/2022 - 09.30.hs

La vecina Laurentina Ainó, ahijada de Juan Bautista Vairoleto, el pasado jueves cumplió oficialmente 105 años, aunque asegura que tiene varios años más. Y como ocurre en forma habitual, el intendente Saúl Echeveste la visitó y le entregó un presente para desearle un feliz cumpleaños. En julio de 2021 se contagió de Covid-19 y lo superó.

 

El jefe comunal tiene instaurada, como homenaje a los adultos mayores, la entrega de presentes el día de su cumpleaños. El jueves lo hizo con "doña Laura", como la llaman en el pueblo. "Hoy por la tarde pasamos a saludar a doña Laurentina Ainó en sus 105 años. ¡Felicidades!", posteó en su cuenta de Facebook con una foto de la centenaria vecina.

 

Se trata de la vecina más longeva de la localidad, que es parte de la historia viviente de nuestra provincia. Hija de "El Indio" Félix Ainó y ahijada de Juan Bautista Vairoleto.

 

Personaje ilustre.

 

En el documento de identidad de Laurentina dice que nació el 14 de julio de 1917, pero ella confirmó que tiene "varios años más" porque su familia, que vivía a orillas del río Salado, tenía que hacer un largo viaje hasta Limay Mahuida para asentarla y pasaron varios años hasta que lo hicieron.

 

Tuvo 16 hijos, y afirma que crió a varios chicos más. También aseguró que "perdió la cuenta" de la prole que les siguió. Familiares afirman que a partir de ella, el árbol genealógico se extiende a unos cien componentes.

 

En oportunidad de su centenario, Laurentina habló con LA ARENA y aseguró que es ahijada de Vairoleto, a quien conoció en persona porque solía andar con su padre, Félix "El Indio" Ainó. Ambos fueron parte de la historia del oeste pampeano donde hicieron un mito de sus evoluciones de rebeldía que muchos catalogan de "bandidos rurales".

 

Ambos murieron en enfrentamientos con la policía, Vairoleto en 1941 y Ainó en 1948. La vida de "El Indio", el papá de Laurentina, le dio letra al poeta Juan Carlos Bustriazo Ortiz, quien escribió la poesía "Félix Ainó", y también está en las milongas de Julio Domínguez "El Bardino".

 

La mujer fue testigo de esa época y tiene su opinión. "Mi papá y mi padrino se conocieron cuando andaban huyendo de la policía. Yo los sabía cuidar en el rancho cuando dormían la siesta para que no fueran a molestarlos. No eran hombres malos, sino trabajadores, pero la policía les tenía bronca y varias veces los estaqueaban en la comisaría como un animal y los tenían al rayo del sol. Lograron escaparse y no los pudieron agarrar más", concluyó.

 

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