Jueves 25 de abril 2024

Leticia Pérez: "Sueño recorrer el mundo con la música"

Redacción 19/06/2022 - 00.04.hs

Perseguir los sueños es buen combustible para afrontar la vida. Y si ese camino se transita haciendo lo que más le gusta a una persona, se podrá decir que será alguien que está cerca de la felicidad.

 

MARIO VEGA

 

Se dice que el trabajo es central para el rol que una persona ocupa en la sociedad; porque no sólo conlleva a satisfacer elementales necesidades, sino también que es un camino para la realización personal. Se señala que el trabajo dignifica porque hace que alguien se sienta útil, capaz, necesario... Tenerlo en estos tiempos es ya, de por sí, una tranquilidad, por más que las remuneraciones en muchos casos estén bastante por debajo de lo que un laburante debiera ganar.

 

Pero sí, tener trabajo hace que la persona pueda atender sus necesidades básicas, e interactuar en una sociedad que necesita del compromiso de su gente. Es cierto que hay tareas duras, difíciles, complicadas, que no siempre satisfacen al que tiene que llevarlas a cabo.

 

Porque ciertamente a cuántos les toca ocuparse de trabajos que no son precisamente los que más les gustan, pero igual tienen que afrontarlos porque se ven obligados por las circunstancias.

 

Hacer lo que a uno le gusta.

 

Por eso qué placidez deben tener aquellos que pueden desenvolverse en tareas que les satisfacen porque se trata, justamente, de algo que les gusta. Podría decir que es un poco lo que nos pasa a los periodistas... creo que la mayoría de los que desarrollamos esta profesión lo hacemos fundamentalmente llevados por la pasión, por una vocación que nos hace sentir plenos en lo que emprendimos como trabajo.

 

Supongo que muchas otras actividades tienen como protagonistas a personas que son felices con lo que hacen. Y debe pasar con médicos, abogados, zapateros, carpinteros... y en tantos otros oficios y profesiones. Y sí, está bueno poder vivir de lo que a uno le gusta. Claro que sí.

 

Todo el tiempo música.

 

Y considerando esta reflexión se me ocurre que los músicos tienen en ese sentido la gran alegría de hacer lo que más les apasiona. Se sabe, no todos pueden sostenerse con su arte; pero hay algunos que sí, y lo disfrutan... obviamente.

 

El caso de Leticia Pérez es uno. La joven cantante, además de sus actuaciones, se ocupa de llevar adelante su academia... Es decir, su vida es todo el tiempo música.

 

He repetido hasta el cansancio en estas columnas que admiro de gran manera a quienes Dios les dio la posibilidad de manifestarse de esa manera magnífica, única, como es interpretar una melodía que les permite a quienes lo hacen llegar al límite del alma de quien esté escuchando.

 

Aquellos musiqueros.

 

Conozco a muchos cantores y musiqueros de mi tierra, y todos ellos despiertan mi sencilla admiración... los he visto subidos a un escenario, más pequeños o más grandes; en peñas y cantatas, glosando melodías que apelan al sentimiento y la emoción. Y los envidio... claro que los envidio.

 

A algunos de esos cantores y cantoras -y a esos guitarreros-, los tengo visto desde siempre, porque eran vecinos de mi barrio, allá detrás de la vía. Todos personajes que -los que no cantábamos, y aunque ellos no lo supieran-, teníamos como especiales porque nos transportaban a un mundo de magia con cada canción llena de bohemia y poesía que nos regalaban...

 

Y por allí andaban Pelusa y Chiquito Díaz -más tarde vendrían sus hermanos Gustavo y Changüita-, Delfor Sombra, el Víctor Hugo Godoy, Paulino y su guitarra, Julio Domínguez El Bardino, Saúl Gauna; y apenas un poco más allá el Gallego Oscar García. Entre tantos otros.

 

Leticia y un privilegio.

 

Y aunque esta vez el que no lo sabía era yo, lo cierto es que por allí cerquita -y sin tener aún contacto con todos ellos- iba a asomar una muchachita que desde pequeña se dio cuenta que amaba la música, que le encantaba cantar, y que iba a ir delineando un camino siempre vinculado al arte. Aunque quizás no pensaba en ese momento -en el que sólo disfrutaba- que iba a estar plenamente dedicada a eso el resto de su existencia. Todas las horas de todos los días.

 

Leticia Carolina Pérez es una de nuestras jóvenes artistas que tienen la fortuna, el privilegio, de cantar y de vivir de lo que verdaderamente les gusta.

 

"El cuadrado mágico".

 

Muchas veces hablamos de lo que alguna vez escribió Oscar García en su libro "La patria del corazón". El Gallego hizo mención en su texto al "cuadrado mágico" que él ubicaba más allá de las vías. Esto es de los terrenos del Ferrocarril al norte donde, sostenía, había una suerte de encanto que hacía surgir a seres talentosos, que se destacarían en el arte, en la música, pero también en los deportes y otras actividades. Y cabe señalar que precisamente todos aquellos musiqueros que nombré eran de esa zona, donde el "cuadrado mágico" nos sorprende con ese sortilegio que hace germinar el talento.

 

La familia.

 

Leti Pérez es nacida y criada en Santa Rosa, y sus padres son Héctor Pérez -a quien conocemos como "El Pelado" y que aún se prende en cuanto picado futbolero se le cruce- y Alicia Frank. Son tres hermanos -están Celeste y Maximiliano-, y Leticia es la mayor de los tres.

 

Para completar el cuadro familiar cabe señalar que la artista tiene dos hijos: Nahuel y Leonel Sanez.

 

Los abuelos Frank.

 

Cuando ella comienza a contar aspectos de su vida caigo en la cuenta que se crió en sus primeros años a pocos metros de mi casa paterna; de mi casa. "Sí, en Villa Tomás Mason, sobre calle Antártida Argentina, a una cuadra del Club Argentino vivían mis abuelos maternos, Irma Gómez y Juan Frank (este fallecido en 2005). "Viví con ellos cuando era chiquita, y tengo de esos momentos los recuerdos más hermosos, porque fue una época tremendamente feliz y mis abuelos han sido un pilar fundamental en mi vida". Y sí, mal que le pese a algunos, Leticia es también producto del "cuadrado mágico" al que hace referencia Oscar García. Una artista más para esa barriada de talentos...

 

Pasado el tiempo la familia Frank, y con ella Leticia, se iba a ir a la calle Caligaris, "y por eso parte de la primaria, hasta tercer grado, lo hice en la Escuela 78 del Barrio Río Atuel. Luego nos mudamos a Villa Santillán y de cuarto a séptimo en la Escuela 180", puntualiza.

 

La música para siempre.

 

"¿El canto? Siempre me gustó, desde muy chica escuchaba la radio y cantaba las canciones que sonaban en ese tiempo; hasta que comencé el secundario que hice en el Centro Polivalente de Arte, donde por la tarde realizábamos los talleres de folclore... y fue allí que comencé a tocar la guitarra y a cantar, algo que nunca más solté hasta el día de hoy", expresa Leticia.

 

No había antecedentes en su familia de guitarreros y/o cantores, y por eso apareció como una rara avis entre los suyos: "Porque no tengo a nadie que lo hiciera, y soy la primera y única que se dedicó exclusivamente a hacer música. Empecé de manera más o menos profesional en el 2000; y recién a los 25 años comencé a estudiar canto y técnica vocal con Gladys Martino -con quien se capacitó durante 8 años-, que es una persona a la que le debo mucho porque es parte de mi crecimiento a nivel vocal y artístico", se muestra agradecida.

 

Todos los géneros.

 

Pero hubo un tiempo anterior de amigos y amigas con los que iban al boliche, por supuesto... "Pero desde el momento que me atrapó la música cambié esas salidas por peñas y lugares que tuvieran que ver con eso. Me di cuenta que la música fue, es, y será el vehículo más preciado para expresarme, para decir lo que siento... es mi más fiel compañera, es lo que elegí y a lo que me dedicó las 24 horas los siete días de la semana. ¿Cuál género me gusta más? Diría que conozco y hago prácticamente todos porque me gustan, pero además los enseño en mis talleres de canto", indica.

 

Tiene, y así lo demuestra, un amplio gusto musical, y aunque La Negra Mercedes Sosa, María Graña y Eladia Blázquez están en el podio de sus preferencias -"Mercedes es lo más en el folclore", recalca-, no deja de admirar "a Las Voces Blancas, Carlos Gardel, Rubén Juárez; y en otros géneros considero que nadie superará a Whitney Huston, pero también escucho Adele, Luis Miguel, David Bisbal... Y tengo muchos más que me quedarían por nombrar...", comenta.

 

En el escenario.

 

Lleva 22 maravillosos años dedicados a la música, período en el que participó en "muchísimos escenarios. Los más importantes a nivel nacional han sido el Festival de Baradero (Buenos Aires) en el 2010, el Festival del Chivo en Malargüe (Mendoza) en 2012, y El Festival Mayor de Cosquín dos años consecutivos, 2015 y 1016. Y puedo agregar el Festival de Tango Casa del Lago en 2016 en México", repasa.

 

Y por cierto le fue bien, muy bien, admite; como cuando en el Pre Cosquín se destacó como Solista Vocal Femenina en Tango.

 

La primera vez.

 

Ha pasado mucho tiempo desde aquella su primera vez, en 2020: "Fue en un pequeño espacio muy humilde, un bar que se llamaba La Taberna, que creo estaba por la zona de Villa Parque, que canté en público por primera vez".

 

Y seguramente habrá dudado, sentido temores... "Y sí, es así. ¡Un miedo tenía! Me acuerdo que lo primero que canté fue una chacarera que se llama 'Para los ojos más bellos'. Después de ese debut, ya me empecé a animar, e iba todos los sábados a las peñas que hacía Saúl Gauna en la Escuela 201".

 

Había comenzado antes, junto a otros alumnos del Centro Polivalente, armando un grupo que llamaron "Lihuen Piuqué" (en lengua pampa "Resplandor del corazón"), que duró mientras estudiaban.

 

Evoca que como toda adolescente tuvo su momento de "bolichear", pero cuando empezó a cantar en público cambió por los lugares donde se hacía música. Y hasta en algún momento, junto con Machi Sanez, tuvieron la Peña "La Bardina", donde ella se hacía cargo de la parte organizativa y él se ocupaba del sonido.

 

Vivir de la música.

 

Leticia tiene la enorme felicidad de vivir de una de las cosas que más le gustan... "Sí, trato de vivir de la música, y me dedico de lleno a esto... Y aquí no quiero dejar de mencionar a Rosana Salaberry, quien me animó para que empezara a enseñar en su Academia 'Los Sonidos'... Y bueno, ahora estoy no sólo cantando, sino también con mi Academia 'La Clave', en la que tengo alrededor de 20 alumnos. Y de verdad tengo que decir que me va muy bien... y que además disfruto muchísimo de mis alumnas, sobre todo de las más chiquitas", completa.

 

Todos atesoramos sueños, y Leti los tiene, por supuesto. "Claro, y lo que más anhelo, y me parece que casi todos los que estamos en esto pensamos más o menos igual, es recorrer y llevar mi voz y mi música por el mundo... Al primer lugar que iría es a España, y me parece que eso se me va a cumplir muy pronto", dice esperanzada.

 

Alguien ha dicho que no hay que dejar enmohecer los sueños, que hay que ir por ellos, porque son el hechizo que nos hace sentir vivos... Y en ese camino está Leticia.

 

Se vienen "Las Puelchanas".

 

Leticia recordó que el grupo vocal "Las Puelchanas", que integra con Cocó Pérez Evangelista (Santa Rosa) y Rina Jurado (Parera), celebrará su tercer aniversario el próximo domingo 26 de junio en el Teatro Español.

 

Por otra parte "El Pelado" Pérez, su papá -precisamente en su día- será orgulloso chofer de su hija, que estará yendo a cantar a Rancul esta noche. Son parte de las actividades que se vienen.

 

Pero sólo una parte, porque Leticia tiene muchos proyectos, y uno de ellos es viajar. "Es una de las cosas que amo; y también bailar folclore, porque aunque nunca lo hice profesionalmente me encanta", afirma.

 

Opinión autorizada.

 

Ernesto Del Viso, uno de los estudiosos de nuestra música pampeana, nos cuenta quién es Leticia Pérez. "La conocí a través de Néstor Massolo, que fue un gran padrino de muchos artistas que vinieron, y sobre todo de los jóvenes, y Leticia fue una de sus ahijadas. Y creo que un poco por la influencia del 'Ruso' hay mucha canción pampa en lo que hace", señala.

 

Define a Leticia como "excelente cantante", y menciona que ha interpretado, a pedido de Massolo, una canción de la obra de Chela Gentilli. "Ha puesto toda su pujanza y su voz para cantar lo pampeano... pero vemos que hoy no sólo eso sino también otro repertorio que por allí le exigen en los distintos lugares donde se presenta".

 

Del Viso la halaga diciendo que "sigue siendo muy buena cantante para el repertorio pampeano"; y de paso rememora que hicieron juntos -incluyendo a Massolo- algún tema infantil, porque grabaron la ronda "del agua sin agua".

 

"Sí, Leticia es una referencia importante de las tantas mujeres cantantes de la provincia", culmina.

 

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