María “y el derecho a ser alguien”
Tiene 44 años, cuatro hijos y trabaja como recicladora de residuos en la planta de tratamiento de Santa Rosa. Desde el año pasado cumple con un anhelo que tenía pendiente, que es el de terminar el colegio secundario. Y su sueño es estudiar una carrera en la UNLPam. Pero para eso necesita que la educación siga siendo pública y gratuita. Que la educación le brinde la oportunidad a ella y a todos quienes lo deseen. Y por estuvo ayer María en la marcha en defensa de la Universidad. “Porque es el derecho que tenemos a ser alguien”, asegura.
“Hice la primaria completa en la Escuela 105, pero el secundario no lo pude terminar. Mi familia es de origen humilde pero fueron distintas cosas las que hicieron que no estudiara, aunque mi mamá siempre nos insistió que teníamos que hacerlo, por eso era algo pendiente y el año pasado empecé a estudiar de nuevo en el colegio Aquiles Regazzoli, que cuenta con la extensión para Adultos dentro de la Escuela 105, que es donde estudio”, le cuenta María Eugenia Ferreira a LA ARENA justamente en una mesa ubicada en el hall de entrada a la UNLPam y mientras afuera ya se preparaba el sonido para el acto que se hizo por la tarde.
La imagen de María se viralizó en estos días porque la UNLPam subió un video a las redes en el que se invitaba a marchar en contra del veto a la Ley de Financiamiento educativo que impulsa el presidente Javier Milei.
En el video de Instagram, María aparece en la plaza San Martín y luego sube las escaleras del edificio de la Universidad porque su intención es poder estudiar. “Me gusta mucho lo social, así que pienso alguna carrera en ese sentido. También me está gustando Abogacía, pero ya veré porque ahora estoy enfocada en terminar el secundario. Tengo compañeros de trabajo que no saben leer ni escribir y se interesan cuando les cuento porque estudiar te hace reaccionar y te abre puertas a otras cosas, pero para lograrlo es necesario tener una universidad pública y gratuita, porque es un derecho, es el derecho a poder progresar y tener la chance de ser alguien en la vida”, resalta.
“Dos de mis hijos hacen la secundaria conmigo y yo quiero que ellos estudien una carrera, pero para eso es necesario que este edificio siga de pie como hasta ahora”, agrega María al señalar la sede central de la casa de estudios superiores, en el centro santarroseño.
“Castigados”.
María no comparte las ideas y las políticas que lleva adelante el gobierno libertario de Milei y por eso también estará en la marcha. Y ejemplifica con lo que sucede con su trabajo y cómo se achicó el margen de lo que ganaba a partir de la asunción del ultraderechista en la Casa Rosada.
“La economía popular es de los sectores más castigados desde que empezó la importación de cartón: de los 285 pesos que cobrábamos antes hoy estamos en 100 pesos, perdimos muchísimo poder adquisitivo y además la gente no puede ir a comprar, no puede invertir ni renovar nada entonces no genera ese residuo que nosotros después reciclamos. Se frena toda la cadena”, lamenta la madre de Facundo (26), Santiago (22), Ludmila (21) y Alejandra (19).
María entra a trabajar a la Planta de tratamiento a las 7 de la mañana, hasta las 12 del mediodía. Y por las tardes brinda charlas en colegios, instituciones y empresas sobre la separación de residuos y la importancia de esa práctica para que quienes viven del reciclado puedan contar con material “limpio y seco” para su tarea.
“Hago un trabajo social porque recorro los lugares en donde nos requieren, como la Cooperativa de viviendas, empresas. Además, los sábados ayudo a servir una copa de leche a los chicos en la casita que está en Stieben y Paraná, en Zona Norte, y ayudo en lo que pueda porque son tiempos muy difíciles”.
-¿Y por qué te sumás a la marcha universitaria?
-Porque se trata de defender nuestros derechos. Y es algo colectivo, no se trata de lo individual, por eso es algo que nos involucra a todos y lo tenemos que defender.
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