Miércoles 08 de octubre 2025

“Me gusta regalar melodía a la gente”

Redaccion Avances 08/10/2025 - 11.37.hs

Dicen que un alma libre constituye el espíritu y la manera de ser de una persona de algún modo especial. Se trata de esa clase de gentes a la que se la reconoce porque estar cerca de ellas es sentirse a gusto. En el caso de este pibe de 25 años, que se llama Emil González hay algo de eso.
Parecieran coincidir en él una suerte de bohemia ínsita y un cierto modo de ser no absolutamente convencional. Es un hombre joven que procura a través del arte tener su propio y personal modo de afrontar la vida.
Nacido en General Pico es hijo de un muy destacado intérprete Daniel González, músico de muchos años y cantor de tango y folklore; y de Daniela Bastida.

 

El sonido de un bandoneón.
En los últimos años se hizo habitual que músicos ejecutando distintos instrumentos –algunos también cantando-- ofrezcan su espectáculo en las veredas céntricas de Santa Rosa. Así hemos visto guitarristas, saxofonistas, algún que otro violinista y ahora… un bandoneonista.
Lo habitual antes era que fueran artistas que andaban de pasada, y se quedaban por aquí algunos días para seguir su camino.
Pero últimamente son algunos de los nuestros los que se animan a ofrecer su música al público que pasa.
En este caso, desde hace algunas semanas, a Emil se lo puede ver en algunas esquinas, concentrado en los acordes quejumbrosos que le saca al bandoneón. La gente pasa y lo mira, y algún público se queda hasta que el muchacho termina su melodía. A veces él se sienta con su banqueta en la intersección de Lagos y Avellaneda, y en otras ocasiones se planta frente a la plaza, sobre la calle 9 de Julio.

 

Varios instrumentos.
Emil González es uno de los integrantes del trío de guitarras “De paso tangazo”, pero también se ha sumado a la orquesta La Faito; al grupo El Desarreglo (folklore); y a La Doble Filo (tango) que creó y dirige Hernán Basso, y que integran además Anahí Duarte (bandoneón), Martín Varela (piano), Lucía Arrarás (violín) y Guillermina Gavazza (voz).
Sonríe al evocar que “siempre estuve cerca de la música… era bien chiquito y le agarraba las ollas a mi madre para armar una batería. Y tanto hice que prefirieron comprarme un bombo. Así arranqué, y luego agarré la guitarra, el bajo, la batería y otros instrumentos… le hago un poquito a todo, pero ahora estoy muy entusiasmado, tanto como para iniciar un camino como solista con el bandoneón”, completa.

 

Radicado en Santa Rosa.
Un día pensó que era bueno continuar estudiando y partió para hacer Composición Musical en la Universidad Nacional de Córdoba. Pero llegó la pandemia y todo cambió en esos meses de locura e incertidumbre. “Ahí decidí volver y me fui un tiempo a Quemú Quemú, a trabajar en el campo para juntar algunos pesos. Pero como musicalmente no pasaba mucho me dije: ‘Me voy a Santa Rosa’. Y aquí me quedé”, sintetiza.
“Cuando llegué, en el 2021, conocí a los chicos del grupo ‘De paso tangazo’ (Mauricio Suárez Becerra y Walter Campos), me acerqué a La Faito, y no dejé de hacer música. Pero desde que agarré el bandoneón casi que es lo único que quiero hacer… una carrera tocando el bandoneón”, se ilusiona.

 

Regalar una melodía.
“¿Esto de tocar en la calle? Me gusta y lo hacemos de vez en cuando con ‘De paso tangazo’, y ahora estoy enloquecido con el bandoneón. De verdad las personas que pasan son muy generosas con quienes tocamos en las veredas, tira muy buena onda y para mí es un gusto regalarle una melodía a la gente. A esta altura esto lo hago sin pedir nada a cambio, porque quiero y porque creo que llega y a la gente le deja algo”, indica.
“¿Si se puede vivir de la música aquí? Si, es mi caso, vivo de la música. Esto que hago aporta,pero además tengo alumnos… Tengo muchos proyectos, y de a poco quiero ir concretando algunos… por ahora estoy empezando a incursionar en la música callejera. Y lo disfruto mucho…”, cierra.

 

 

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