Miércoles 08 de octubre 2025

Un viajero que hace camino al andar

Redacción 08/10/2025 - 00.22.hs

Iba cantando bajito, acompañando la melodía que sonaba en su celular… pedaleando en medio de los autos, con aire despreocupado, como si la vida fuera –al menos para él-- esa sensación de libertad que le daba sentir el sol sobre su cuerpo y la brisa acariciando su rostro.

 

De vez en cuando –pero de manera bastante frecuente-- aparecen estos individuos que asumen su existencia de una manera muy especial. Al menos para los convencionales, los que se atan a las reglas que se imponen culturalmente un modo de transcurrir.

 

Almas libres.

 

Están los que piensan que hay una manera “correcta” –por decirlo de alguna manera-- para asumir el diario compromiso con la realidad. Los que entienden que es necesario o imprescindible tener una familia habitual, contar con un trabajo más o menos estable, y atarse a determinadas consignas que impone una sociedad.

 

Pero no todos piensan de la misma forma. Para nada.

 

Están los individuos que resultan verdaderas almas libres, que entienden la vida de otra manera, y se muestran auténticos. Son personas independientes y espontáneas que se mueven de acuerdo a sus propios valores y principios. Y no es que se trate de gente que eluda responsabilidades, sino más bien que las llevan adelante a su gusto y paladar.

 

No molestan a nadie, sino que –y simplemente-- eligen cómo les gusta andar por la vida.

 

Venido de Neuquén.

 

Ayer un joven que andaba en un rodado cargado de bártulos iba casi indiferente entre los autos que le hacían “finitos”, aunque él no se preocupara por esa cercanía, imbuido en la música y el rítmico vaivén de su rodado.

 

Fue hasta que alguien le gritó preguntando de dónde era, para que él respondiera: “Soy de Neuquén y voy rumbo al norte…”.

 

Enseguida Alexis Naiman (27) descendió de su bici y comenzó a contar de su aventura, esa que emprendió hace poco más de dos semanas. “Soy nacido y criado en Neuquén y hace tiempo, desde los 18 más o menos, que comencé a andar de aquí para allá. Y me las voy rebuscando, porque hago malabares y con eso junto para comer, pero también tengo el oficio de albañil, soy ‘durlero’ y pintor, y me engancho si sale alguna changa para hacer”.

 

Rumbo al norte.

 

El joven va narrando y dice que llegó a Santa Rosa hace cinco días, alojándose en la casa de una señora, hasta ahora que llegó el momento de dejar ese domicilio y buscará donde pasar las noches. Hasta que vuelva a la ruta para seguir su derrotero hacia el norte. “Pensaba ir a General Pico, pero me dijeron que no era bueno para los malabaristas o artistas callejeros. Pero sí, la idea es pasar por Córdoba, Catamarca, Salta, pasar a Bolivia y Perú y si es posible acercame a Centroamérica. Eso es lo que tengo planeado, pero a veces las cosas van cambiando en el camino… me gusta esta vida, andar, conocer, y ser libre. Nadie me controla, no hay relojes que me determinen ni otras expectativas que viajar… pore eso voy a seguir viajando”, dice y una límpida sonrisa asoma en su rostro.

 

Viajero empedernido.

 

“Aquí en la bici cargo con todo lo que necesito, y por supuesto llevo mis elementos: una pelota, clavas, un monociclo, el parlante de música. La música es muy importante para viajar, y escucho de todo… ahora un poco de rap”, precisa.

 

“¿Si soy un aventurero? Podría decirse, pero lo que me gusta es viajar. Soy un viajero. Pero no eludo trabajar cuando toca, porque ya a los 14 trabajaba en la construcción, hasta que conocí esta forma de vivir y me gustó. Mi idea es andar en bici unos tres años más, y después pasar a recorrer en moto… y el sueño es un día tener un motor home para seguir andando”, se ilusiona.

 

De Neuquén a Santa Rosa.

 

Cuenta que su familia no se opone, porque “se entiende que cada cual puede tomar su propia decisión. Tengo mis padres y tres hermanas, pero no me dicen nada… ahora mismo una de mis hermanas fue madre, y fue su decisión. Y la mía es viajar. Seguir viajando”, expresa.

 

Agrega que “por ahora” es lo único que planea. Lleva casi 20 días desde que salió de Neuquén para llegar a Gobernador Duval, “el primer pueblo en La Pampa, y después la ruta hasta Puelches, General Acha, Ataliva Roca hasta llegar a Santa Rosa. Me gusta muchísimo esta ciudad, y la verdad es que está bueno porque comer no me resultó caro… pagué 3 mil pesos una vianda, y eso se junta enseguida en cualquier esquina haciendo malabares”, resume.

 

Un modo de vida.

 

Alexis es lo que se puede llamar un alma viajera. Una de esas personas que gustan de salir –en este caso en bicicleta-- para disfrutar a su manera los placeres de la vida. Uno de esos aventureros independientes, que van por allí dispuestos a afrontar nuevas y espontaneas experiencias que puedan encontrar en su camino.

 

Una manera de vivir. Bien distinta a los que eligen una cierta estabilidad, o la que llevan adelante los que tienen un enfoque más conservador y pragmático de la vida.

 

Cada loco...

 

Es conocida esa frase que dice “cada loco con su tema”. Y viene a cuento, porque es verdad que cada individuo tiene sus propias preferencias, que para otros pueden ser inadecuadas, o no las elegiría nunca. Pero lo cierto es que todos tenemos nuestro propio mundo interior que debe ser aceptado, incluso por quienes no piensan de la misma manera.

 

Por allí anda Alexis, solito y solo con su alma… silbando bajito, pedaleando, pedaleando… para seguir su destino de viajero empedernido. Sí, cada loco con su tema.

 

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