Viernes 13 de junio 2025

Mendoza tiene su guerra interna del agua

Redacción 21/07/2023 - 00.22.hs

“La guerra del agua: crecen los litigios, el ‘robo’ y hasta el desvío de ríos en Mendoza”, dice el más que explícito título de la nota que un medio de esa provincia le dedicó a la situación que se vive en ese distrito cuyano a raíz de la sequía y la escasez del recurso hídrico.

 

“La falta de agua agudiza los conflictos ya existentes por el uso. Hay denuncias por robo de agua, causas judiciales y hasta lagunas secas por el desvío de ríos”, agrega la baja del extenso artículo periodístico publicado ayer por el sitio digital www.mdzol.com

 

“Al pisar, la tierra cruje. Secos y cuarteados, los terrenos que antes tenían agua ahora son parte del secano mendocino en Lavalle, San Martín y gran parte del Este. Al mismo camino, pero como salitrales, parecen ir los humedales del Sur, como Llancanelo. Los surcos que salen, como venas, desde los canales matrices también tienen el barro despoblado de vegetación. Incluso en los alrededores de Potrerillos, el espejo de agua más cercano y principal reservorio del Gran Mendoza, tiene fuertes señales de desertificación”, escribió el periodista Pablo Icardi, que firma la nota.

 

“La Provincia, principalmente el oasis Norte, tiene disponible menos agua de la que consume y necesita. La sequía extrema que vive, la carencia, potencia la pelea por el acceso; la ‘guerra’ del agua que es el principal conflicto ambiental y económico que enfrenta en la actualidad y hacia el futuro. La cuenca del Río Mendoza, que abastece a cerca de 1,5 millones de personas y más del 60% del PBG provincial, es donde el problema es más agudo. Este año no solo hay sequía, sino que está calculado que habrá mucha menos agua que la necesidad básica”, añade.

 

En la publicación se añaden fotos de distintos lugares donde escasea o directamente no hay agua y también se agrega una infografía con distintos datos. Pero lo que sí no tiene el artículo es una sola mención al uso unilateral que Mendoza hace del Atuel, que es un río compartido con La Pampa y que según un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación debe erogar una correntía mínima de caudal diario, una medida que el gobierno vecino jamás puso en práctica.

 

Riego

 

“Mendoza tiene un orden de prioridades en el uso y el abastecimiento poblacional está en primer lugar. Pero el ‘gobierno’ del agua está monopolizado por el campo, por el uso para riego. Así quedó establecido en las normas que le dan potestades a Irrigación y su democracia interna y que deja de lado al uso humano directo, a la industria y la energía, entre otros”, destaca mdzol.com

 

Y añaden que el Río Mendoza tendrá hasta octubre de este año un volumen total de 800 hectómetros cúbicos de agua. Es el equivalente a “dos diques Potrerillos”. Sin embargo, la media histórica es de 1.300 hectómetros. Y de ese total, hay 330 hm3 comprometidos para abastecimiento poblacional, por lo que el agua disponible es de 500hm3.

 

“Potrerillos fue construido para almacenar 420 hectómetros. No todos los años se llena y, además, por la acumulación de sedimentos la ‘caja de ahorro’ se achicó: no llega a los 400 hm3. Desde que fue inaugurado la superficie del lago se redujo en un 13% (de 1500 ha. a 1300 ha.) y su capacidad de almacenamiento en un 20%, pues es de 360 hm3”.

 

Según la publicación, la demanda supera ese volumen y por eso hay un déficit que solo es posible enfrentar con ahorro o habrá “sed”. “Sed en los cultivos, en la población más alejada, en la producción, en la generación de energía, en el turismo, en la industria”.

 

“Además del Dique, aguas abajo hay una red de 3400 km de canales, más de 100 mil hectáreas cultivadas y casi un millón y medio de personas. Además, hay usos no consuntivos como la generación de energía, el turismo y la refinación de petróleo”, apuntan.

 

Litigio.

 

El volumen de agua del Río Mendoza se achica, pero la demanda sube; afirma la nota. “Menos agua, para más personas y actividades. Conflicto seguro. Esos problemas comienzan en la naciente misma. El dique Potrerillos tiene objetivos multipropósito y algunas veces entran en litigio. Es lo que pasa entre la empresa Cempssa (que tiene la concesión de la generación de energía) e Irrigación. La caída en el almacenamiento de agua acarrea pérdidas en la generación de energía. Y cada centavo se pelea. La Suprema Corte tiene en sus manos una causa iniciada por la empresa en contra de irrigación por haber ‘derrochado’ agua sin justificación”.

 

La pelea es por lo que “se pudo y no se almacenó”, el último año en que el Río Mendoza trajo suficiente agua. Luego vino la administración de la pobreza hídrica.

 

“Pues aguas abajo, la disputa es más crítica; mientras más al norte, peor. Robo de agua, desvío de canales, contaminación, son los motivos. En Lavalle lo saben y la competencia entre actividades cruza los límites. Es una pelea”, grafican.

 

Es lo que ocurre, por ejemplo, en el Canal Colonia unificado, donde con la quita de una compuerta se desvió agua y disminuyeron la entrega a un sector productivo de la zona, sostiene Icardi.

 

“El volumen ‘robado’ es enorme y afectó a proyectos ganaderos. Aunque la trama parece engorrosa, el conflicto es tangible: solo en esa zona hubo desvíos por más de 26 millones de litros de agua por turno y es un ejemplo de los cientos de litigios que se cruzan aguas abajo. Los principales afectados tienen un emprendimiento ganadero de engorde bajo riego en un campo explotado desde hace dos décadas. En la justicia penal hay una demanda realizada por los afectados, además de las denuncias en Irrigación”..

 

En el área urbana del Gran Mendoza hay un 10% de la población que no tiene acceso a la red de agua potable y esa carencia crece porque la necesidad de radicación va más rápido que la expansión de la infraestructura básica. “Sólo en el pedemonte, por ejemplo, hay 4610 lotes y 1487 viviendas; la mayoría no tiene agua de red y prevalecen los pozos o las cisternas informales. En esa zona también has vestigios del "robo" de agua, pero esta vez de agua potable. Desde Aysam explican que hay perforaciones clandestinas a los caños madre y otro tipo de delitos que es difícil de revertir”.

 

Un proceso de desertificación.

 

Según la nota de mdzol.com, en el Sur mendocino “hay otro proceso de desertificación acelerado por el robo de agua. La laguna Llancanelo es uno de los humedales más relevantes desde el punto de vista del corredor biológico del continente. Es sitio Ramsar y fue eje de un conflicto ambiental relevante: en el año 2000 hubo una fuerte polémica por la explotación petrolera en la zona, donde debió intervenir la Suprema Corte para determinar las zonas donde se podía hacer extracción de petróleo (hay reservorios enormes de petróleo pesado, que se extrae con una compleja técnica impulsada por YPF). El resultado fue virtuoso porque se pudieron compatibilizar la protección ambiental de la reserva y la industria”.

 

Y añade: “Pero la laguna se extingue más rápido de lo esperado por causa ajenas a la industria petrolera: el desvío ilegal del río que es su principal afluente; el robo de agua. En un relevamiento realizado por Guardaparques se constataron siete desvíos ilegales del río Malargüe, tomas no autorizadas que amenguan y hacen desaparecer ese curso de agua. Tanto, que ese año, en 2016, dejó de ingresar a la boca de la laguna”.

 

El relevamiento se hizo, justamente, porque en su desembocadura natural no ingresaba agua a la laguna Llancanelo. Las causas son varias. “Sobre el primer punto de observación, el volumen del caudal es notorio y a escasos metros ya no fluye por su cauce natural porque en el lugar hay máquinas trabajando en la extracción de áridos. Por ese motivo el río ha sido desviado en diferentes cursos, estás ripieras tienen una longitud de dos kilómetros aproximadamente sobre el cauce del río”, describieron los Guardaparques.

 

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