Merecen permanecer en la memoria

Pocas actividades mantienen vivo el recuerdo de quienes dejan una huella pública y sirven de homenaje como los nombres de calles y plazas. En una emotiva sesión, el Concejo Deliberante bautizó ayer 35 espacios públicos.

Una de las formas de ejercer memoria y homenajear a quienes dejan una huella perdurable en sus comunidades, es identificar con sus nombres calles y espacios públicos. Anoche, el Concejo Deliberante cumplió con ese acto de memoria activa, bautizando 35 pasajes y espacios verdes de Santa Rosa. Pocas cosas permiten mantener viva nuestra historia colectiva como esta vieja y sana costumbre de imponer nombres a lugares públicos. En el actual contexto de odio exacerbado y negacionismo que atravesamos los argentinos, la sesión de anoche funcionó como un bálsamo social.

Durante un reunión de alta intensidad emocional y en un recinto desbordado de vecinos y vecinas, fueron reconocidos artistas, militantes populares, dirigentes políticos, profesionales, docentes, la primera mujer taxista de la ciudad, la primera transexual que ocupó un cargo público, un marino del ARA San Juan y hasta la cantante Nelly Omar, aquella que inspiró la frase “Malena canta el tango como ninguna”.

Queridos artistas.

Los despachos fueron aprobados por unanimidad. Desde anoche, un espacio verde sobre la calle Jones portará el nombre del músico Ernesto Del Viso y otro sobre la calle Catriel recordará a Fernando Dagué, entrañable “trabajador de la cultura” que hacía funciones para niños y adolescentes.

Además, dos pasajes servirán para recordar a artistas mujeres. Rosario Bléfari, escritora, cantante y actriz que de niña residió en Santa Rosa, perdurará en una cuadra ubicada entre Selva Norte y la esquina de Carman y Duarte. Y la cantante Nelly Omar será una callecita ubicada entre Río de la Plata y Paraná, desde Tomás Mason a Estrada.

El “Flaco” Horacio Paturlane, grabador y artista plástico, seguirá vivo en un parquecito del barrio Los Fresnos delimitado por Sansinanea, San Pablo y Río Quinto. Y, aunque fueron reconocidos por trayectoria profesional, también eran artistas el arquitecto Santiago Swinnen y el médico Miguel Cikman. Ambos serán espacios verdes, uno entre Armesto y Guatraché del Barrio Inti Hué, y el segundo en Plumerillo y Grassi Sur.

Vidas comprometidas.

Varios espacios verdes recordarán a quienes entregaron su vida a una causa o ideal. En el barrio Procrear, Norita Cortiñas, fundadora de Madres de Plaza de Mayo, sobre Duarte entre Selva Norte y Tito Lectoure; y Floreal Avellaneda, sobre Torroba, entre Selva Norte y Alonso. Floreal tenía 15 años y lo apodaban “Negrito”. Fue secuestrado por esbirros de la muerte que buscaban a su padre, torturado y asesinado.

Desde el barrio El Faro seguirán alumbrando Lohana Berkins (O. Hernández, entre Juana Azurduy y Pedro Imaz) y Diana Sacayán (M. E. Walsh, Violeta Parra, O. Mussio y J. M. Fangio). Ambas fueron travestis. En 1998, como asesora legislativa de Patricio Echegaray Lohana se convirtió en la primera de su colectivo que ocupó un cargo público. Diana fue fundadora del Movimiento Argentino Antidiscriminación y brutalmente asesinada en el primer crimen de odio del país. Ambas militaron y ayudaron a redactar la ley de Género y Diversidad.

En el Obreros de la Construcción estarán Juan Ferrari, peronista de la primera hora, senador pampeano y cofundador de ATE. El piquense Salvador “Pampa” Delaturi, desaparecido durante la última dictadura, será una plazoleta en Villa Elisa (Maestros Salesianos entre Salveire y Fortineras). Y Noelia Guzmán, empleada municipal e histórica luchadora social y sindical, que actualmente preside el Centro Nacional de Jubilados de ATE tiene su espacio en el barrio Néstor Kirchner (Sergio López, A. Villaflor y Horacio De la Iglesia).

En este grupo figura también Enrique D. Castillo, suboficial del submarino ARA San Juan, esposo y padre de pampeanas que residen en nuestra ciudad. Permanecerá inmortalizado en el cantero central de la calle San Francisco de Asís, del barrio que recuerda al buque hundido.

Menciones merecidas.

Omar Guiñazú fue el tercer habitante de Villa Germinal, militante vecinal y simpatizante radical. Desde ayer, en el barrio lo recuerda un espacio delimitado por las calles Tito Fuertes, Maestros Puntanos y Quinquela Martín.

El arquitecto Luis Tierno dejó un legado de obras trascendentales y será recordado en una de ellas, el acceso al viejo autódromo sobre la ruta 5.

Otro destacado radical, Oscar De María, vivirá en un espacio verde del barrio 26 de septiembre (Alberdi entre San Luis y Ferrando), y el gastronómico Rolando

“Roly” Gonzalía, creador de la mítica Casona de Zulema y entrañable personaje del boxeo seguira vivo en un parquecito del barrio Aeropuerto (Sergio Rojas, Convención Provincialista, Guevara y Circunvalación).

Los vecinos de Colonia Escalante eligieron a la maestra Nilia M. Lezcano, quien fuera directora de la Escuela 37, para bautizar el espacio verde de Palasciano y Mac Clymon, mientras que la placita de Constituyentes, Caligaris y Legisladores Pampeanos se llamará Asociación Luci, por la Liga de Lucha contra el Cáncer Infantil.

El recordado dirigente justicialista Néstor Bosio, primer presidente del Concejo Deliberante tras la recuperación democrátia, tendrá su espacio en Villa Amalia, entre Julio Verne y Neri Rubio.

Otros espacios verdes serán Carmen Alvarez (Fiorucci, Pérez y Schmidt), primera taxista mujer de nuestra ciudad, y los médicos Jorge F. Giunta (esquina de Orozco y Tellez), Eduardo Corro Molas (Fiorucci, Grassi Sur, Nevey y Schmidt) y Alba “Petra” Mondragón (Fiorucci y Grassi Sur). Esta última, mítica obstetra del Sanatorio Santa Rosa que en casi años de trayectoria asistió a más de veinte mil nacimientos.

Cuatro concejalas de Santa Rosa en aquella gestión de 1983 a 1987 también serán plazoletas: Antonia “Blanquita” Alegre (Neveu y Orozco), Libertad Amit (Neveu y Toscano), Elma. O. Orozco (Andrada y Orozco) e Hilda Gutiérrez (entre Grassi y Orozco) , todas en Villa Hilda.

Y dos pasajes recordarán a Cándido “Ringui” Díaz, Secretario General durante las cuatro gestiones de Rubén Marín, y Rolando Gambulli, ex piloto de motociclismo y titular de la fábrica Elgea. Finalmente, un anónmo pasaje entre Stieben y Uspallata, de Río Bermejo a Paraná, se llamará tal cual como sus vecinos lo identifican cuando convocan a un taxi o un delivery: “Pasaje La Loma”.