Lunes 29 de septiembre 2025

“Nunca vi tanta cantidad de granizo”

Redacción 29/09/2025 - 00.20.hs

El meteorólogo Jeremías Baraldi, uno de los tres cazadores de tormentas que existen en Latinoamérica, analizó la extraña tormenta que se abatió sobre Santa Rosa la madrugada del sábado 20 de septiembre, cuando cayó una gran cantidad de agua y granizo en muy poco tiempo. “El granizo de noche no es tan habitual como en el horario diurno, porque las tormentas se alimentan de la energía que es el calor y ese calor lo da el sol. Cuanto más calor hay, más convección vertical tenés y cuanto más vertical y más alta es la tormenta, es mayor la probabilidad de que haya granizo”, explicó el especialista en La Parte y el Todo, por la TVPP.

 

-El agua o las gotas de lluvia circulan dentro de la tormenta y a más altura se congelan.

 

-Exacto. Y eso a la noche es más difícil porque no tenés la misma energía que durante una tarde con 40 grados de calor. De todas maneras, lo que pasó durante el sábado 20 de septiembre a la madrugada fue un evento severo, donde estábamos bajo un aire muy húmedo, inestable, que viene desde el Amazonas, por eso hubo tres o cuatro días de cierto calor en septiembre, cuando todavía tenemos ingresos de aire frío. Con lo cual, el contraste térmico que había entre 40 grados en el norte del país y nieve en el sur y en Mendoza, hizo que este fenómeno se dé de madrugada.

 

-¿El punto de encuentro de estos frentes de calor y de frío es La Pampa?

 

-Exactamente, porque estamos en la zona central del país, la latitud media. Los aires polares llegan hasta el centro del país, al igual que los aires cálidos. Acá confluye todo, es una zona de transición térmica. Y esa madrugada era una situación potencialmente peligrosa, por eso había alertas naranjas. El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta naranja 48 horas antes. Tener un alerta naranja 48 horas antes es para llamar la atención.

 

-Cuando vi el alerta naranja con tanta anticipación pensé que el SMN se iba a equivocar.

 

-De cada diez alertas que emite el SMN nueve son amarillos. Uno de cada diez son alertas naranjas y uno de cada cien son alertas rojos. Un alerta naranja no es algo que se emita todos los días, tienen que darse ciertas condiciones.

 

-¿Cuáles son los riesgos ante un alerta naranja?

 

-Son múltiples. Pueden ser ocasionados por el fenómeno en sí, que puede provocar roturas de vidrios, de casas, como en el caso de los vientos destructivos, pero también después se generan otras consecuencias que son causas de este fenómeno, que es, por ejemplo, que una ciudad se te inunde y vos estés descalzo al lado de algo eléctrico. Siempre digo que lo que ocurrió el sábado 20 de septiembre fueron dos fenómenos, uno que sucedió arriba y otro que ocurrió abajo. El de arriba fue una supercelda que ingresó desde el oeste a las 5.25 de la mañana. Venía de la zona de El Durazno y azotó a Santa Rosa sobre todo en la parte sur. El núcleo de la supercelda dejó aproximadamente 65 milímetros de agua en estado sólido.

 

-¿Lo habías visto antes?

 

-Nunca vi tanta cantidad de granizo en un periodo de tiempo tan corto. Son situaciones severas que no son tan habituales y lo que no es tan habitual es el fenómeno que se generó en la superficie, porque todos los hidrometeoros, en este caso granizo, cuando se empezaban a derretir se fusionaron por el mismo frío que había alrededor y eso hizo un proceso físico que generó una unión que a veces sucede con la nieve. Por suerte, el granizo vino con una intensa lluvia que logró derretir esos bloques de hielo que se formaron, porque sino la situación hubiera sido peor, por ejemplo, para los techos.

 

-¿Esto es un aviso de que el cambio climático se viene con más tormentas severas?

 

-Lo que tenemos que saber es que estamos en la provincia de La Pampa y que estas cosas pasaron, al menos desde que hay registro, hace cien años. Lo nuevo es la frecuencia y la intensidad, es decir, es algo que ya ocurría en La Pampa pero ahora es más frecuente y más intenso. Al tener un grado o un grado y medio más de temperatura en el planeta, lo que se produce es más energía y esto vuelve a los fenómenos más violentos. Esto es un aviso de que la temporada de septiembre recién empieza. Fue la inauguración de la temporada de tormentas que comienza en septiembre y finaliza en abril. En el verano anterior tuvimos tres o cuatro tormentas que se llevaron vidas, como las que tuvieron lugar en Bahía Blanca, en Campana o algunas en la provincia de Córdoba. Tenemos que saber que esto también nos puede pasar en La Pampa. La nuestra es una zona de tormentas severas.

 

-¿Qué se debe hacer a nivel de una ciudad para protegerse?

 

-Yo creo que lo principal es un cambio cultural. Tenemos que saber qué hacer cuando hay un alerta anaranjado. Hay que establecer protocolos de evaluación que hoy no se tienen. Tenemos que tener en claro cómo evacuar una escuela o un club ante una inundación. Hay lugares en el mundo, que han sido muy azotados por tormentas, que ya los tienen.

 

-Hace poco en Estados Unidos hubo una lluvia de tal magnitud que hizo crecer un río y el agua arrasó con un campamento. ¿Qué pasó ahí?

 

-La atmósfera es una sola para todo el planeta. La atmósfera está siendo afectada y los fenómenos se van a ver en todo el mundo. Entonces vas a ver que un río que era muy chico luego de una tormenta severa se va a ensanchar. Por eso digo que en La Pampa tenemos que hacer un cambio cultural. Nosotros, con “La Pampa, tierra de tormentas”, trajimos la meteorología a la mesa de discusión del gobierno provincial y de la gente de a pie.

 

-¿Cuáles son los peores meses para las tormentas?

 

-Para mí son marzo-abril y octubre-noviembre, que son los meses de transición, cuando pasamos del calor al frío y del frío al calor. Es cuanto más contraste término tenemos y se pueden generar las peores tormentas. En marzo-abril de 2017 se generó una de las peores tormentas que vivió Santa Rosa, con 330 milímetros. En verano es mayor la frecuencia de las tormentas pero no tanta la intensidad.

 

-Hay gente de campo que le teme más al viento que a la lluvia y el granizo.

 

-Por un lado tenés los vientos asociados a las tormentas y después tenés los vientos regionales. Los primeros son los destructivos, porque están asociados a las tormentas y son fenómenos más a pequeña escala, con líneas que pueden llegar a los 90 ó 110 kilómetros por hora. Incluso en marzo de 2020 tuvimos ráfagas de hasta 150 kilómetros por hora en Santa Rosa.

 

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