Jueves 25 de abril 2024

Pérez Araujo encabeza la lista de diputados

Redacción 01/12/2022 - 01.16.hs

El peronismo en La Pampa cumplirá el año que viene 40 años en el poder. Son cuatro décadas de gobierno con una ideología que dijo priorizar la justicia social, el desarrollo económico y la identidad política, con los matices que supieron inculcar los tres gobernadores más reconocidos de esta etapa, pero también con las críticas que también las hay, y muchas, expresadas por la sociedad pampeana.

 

Rubén Marín, con sus cuatro gobernaciones y una capacidad política que pocos discuten; Carlos Verna, con su personalidad avasallante y férrea conducción, que alcanzó el manejo partidario con una conducta de subordinación de los caudillos territoriales que le permitieron desarrollar a La Pampa en términos económicos, con tópicos como el petróleo, la vitivinicultura y la ganadería. Eso en dos períodos alternados de gestión.

 

Y también Oscar Mario Jorge, que fue quien manejó las finanzas públicas con criterio, pero no supo, no pudo o no quiso, aprovechar el buen concepto que los gobiernos nacionales tenían de su gestión para lograr mayores beneficios para los pampeanos.

 

Puro pragmatismo.

 

Hoy conducen la provincia nuevas generaciones que vienen desde estamentos técnicos, políticos y construcciones alternativas al peronismo tradicional o doctrinario.

 

El contexto que ahora puso por encima la soberanía política provincial, definiendo las fechas de elecciones diferenciadas no es casual. En todo caso se trata de una necesidad política que conllevaría un beneficio local ante una posible debacle nacional.

 

La realidad lugareña hace que las necesidades pasen por el resultado electoral; y no parecería imprescindible la referencia ideológica del peronismo. Por ello la reclamada “unidad” involucra a propios y extraños, dejando de lado resabios de confrontaciones internas y externas, que haría que se los vea quizás caminando juntos aunque mirándose de reojo.

 

El tema de la vice.

 

Las distintas líneas internas del Partido Justicialista en La Pampa se mueven cautelosamente, y tratando de alcanzar acuerdos que los contengan. Y como siempre ocurrió en el peronismo, hay un sector mayoritario que impone condiciones y candidatos.

 

Pero, no obstante, se advierte que aún en ese sector todavía falta acordar. Y ahí está el tema de la vicegobernación: si Sergio Ziliotto va por la reelección tiene sus peculiaridades porque deberá ser una mujer.

 

Y se sabe, la idea del ultravernismo es imponer una vice más cercana al ex gobernador y con mayor representatividad territorial en el norte provincial.

 

Lo que sería bien diferente a alguien con una conducta institucional y de acompañamiento al gobernador, tal como ocurrió en los últimos dos mandatos con Mariano Fernández.

 

¿Y Convergencia?

 

Por otro lado está la otrora poderosa Convergencia y su líder incuestionable Rubén Marín. Más allá del posicionamiento de los más cercanos al líder y su familia, pareciera que ya no cuenta con esa tropa que lo acompañaba sin cuestionamientos.

 

Dicen los que dicen saber que Rubén Marín habría estado con Carlos Verna, y habría acordado algunas cosas. Algunos dicen que la Jefatura del Bloque del PJ desde el 10 de diciembre del 2023; y el tercer lugar para Taco en la lista de diputados. Esto detrás de Hernán Pérez Araujo, indudable delfín de Carlos Verna, y María Luz Alonso por el Kirchnerismo (se recuerda que fue electa en la elección anterior y eligió ocupar un lugar de preponderancia en la administración del Senado de la Nación.

 

Taco, mirado de reojo por los propios.

 

Se sabe que Espartaco, actual diputado provincial, pretende tomar el mandato paterno y cuenta con el aval para eso, pero si bien se destaca su capacidad de trabajo no se le advierte igual carisma y personalidad para conducir a un sector del peronismo que ahora se siente huérfano y falto de una referencia política como ha sido su padre.

 

De todos modos, los críticos le reconocen al cuatro veces gobernador muñeca y cintura para seguir negociando y dejar a sus hijos en condiciones de mantener algunos cargos y lugares de poder, tanto en el gobierno provincial como nacional.

 

Pero algunos de los hombres y mujeres que fueron delfines del líder naranja, hoy ya no tienen espacio y miran con desconfianza la representación que tiene Convergencia en la mesa de negociaciones para las próximas elecciones. No se sienten representados además de no ser tenidos en cuenta.

 

Los demás.

 

En cuanto a Compromiso Peronista, es la línea interna que menos presencia tiene en el marco de este gobierno, pero todavía conserva algo de territorio de la mano de algunos intendentes y un diputado provincial, junto al ex candidato a gobernador Fabián Bruna que tiene espacio en el ejecutivo. Se indica que la idea es que Ariel Rojas vaya por la intendencia de Toay.

 

Hay otros sectores que reclaman ser tenidos en cuenta, como los que representan Roberto Robledo y Jorge Lezcano, la CGT, las mujeres y la juventud. Pero además pretenden lugar otros espacios como la Cámpora, el Movimiento Evita, el frente barrial y otras ideologías como el Partido Comunista y el Partido Humanista.

 

Muchos para quince lugares expectables.

 

Todos son necesarios.

 

Los analistas del PJ saben que el Frente Pampeano debe continuar, porque hasta el último voto podría ser importante.

 

En ese marco estarían definidas las posiciones, aunque no más nombres que los ya mencionados. Pero de ahí para atrás todo está por definirse.

 

Se habla de cuatro diputados provinciales propuestos por Verna, dos por Ziliotto, tres por el marinismo que pueden ser dos, dos para La Cámpora, uno para Roberto Robledo, uno para Jorge Lezcano, otro para el sector de Massa y faltaría uno para la CGT. En el caso del massismo, aunque en la provincia no tiene demasiado, es la línea del actual ministro de Economía nada menos.

 

Si Hernán Pérez Araujo se confirma por el vernismo, dejaría liberado el cupo para diputado nacional que se especula podría ser para el actual vicegobernador, que es reconocido por su lealtad por el propio gobernador Ziliotto. Mariano Fernández también está al tanto de temas que trascienden a la provincia y tiene además experiencia parlamentaria.

 

¿Y Santa Rosa?

 

Queda abierta la negociación para el Concejo Deliberante de Santa Rosa si es que el candidato a intendente es Luciano Di Nápoli.

 

El propio intendente, a quien algunos le endilgan que a veces es remiso a otorgar lugares a los demás sectores del peronismo, entiende que no habrá problemas. Es más, estaría convencido y así lo manifiestan desde su entorno cercano que la próxima integración del Concejo será muy distinta a la actual en cuanto habrá que abrir el juego a otros espacios del PJ.

 

Falta para cerrar listas, y no se descarta que algunos se enojen y puedan pretender patear el tablero con alguna jugada impensada o sorpresiva. O al menos que puedan amenazar con hacerlo aunque se estima que finalmente no ocurrirá.

 

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