Sanampay se despide en Santa Rosa
En una nota especial para LA ARENA, el periodista Ricardo de Lourdes entrevistó al guitarrista, compositor y director Naldo Labrín, quien anunció la disolución de Sanampay. La última presentación del grupo será en Santa Rosa el próximo sábado 22 de noviembre, desde las 21:30, en el Centro Cultural Medasur. “Actuar en Santa Rosa no es una actuación más, es algo deseado y disfrutado; no es por casualidad que nuestra última presentación sea en La Pampa”, expresó el artista.
- Después de 48 años Sanampay llega su fin, ¿por qué?
- El año pasado le planteé al grupo la posibilidad de continuar haciendo los arreglos y dirección, pero sin mi presencia en las actuaciones. Me contestaron: “Si vos no estás sobre el escenario no hay Sanampay” y pactamos un año más de continuidad juntos.
- ¿Y cuál era el motivo su planteo?
- Uno debe saber cuando es el tiempo de su retiro de los escenarios, es una actividad que requiere ensayos, viajes, hoteles, pruebas de sonido etcétera, y a cierta edad cuesta bastante cumplir ese rigor profesional.
- ¿Usted cree que Sanampay ha cumplido con los objetivos que dieron motivo a su creación?
- Totalmente, fue y es un grupo que ha generado una larga lista de músicos y cantantes de alto valor, hay ejemplos notorios: Guadalupe Pineda, Eugenia León, Caíto Díaz, Délfor Sombra y Hebe Rosell en México. En Argentina puedo nombrar a los hermanos Henriquez, Ricardo Lasala, José Luis Bollea, Graciela Tugnarelli, Mariana Jolivet, Damián Cazzeneuve, José y Carlos Denda, Rulo Mendoza, solo por nombrar algunos. Creo que en estos 48 años han pasado más de 50 integrantes por Sanampay; ello se debe a que siempre promoví, que luego de un tiempo, cada cual inicie su camino como solista, porque su formación en el grupo lo avalaba y sostenía para ese desafío.
- ¿Usted piensa entonces que Sanampay es un centro de formación?
- Totalmente, siempre dije que Sanampay era un grupo-escuela. En él, los músicos y cantantes, aprendieron los ritmos argentinos y latinoamericanos descubriendo un universo maravilloso de la cultura de nuestro Continente. No solo la música y sus ritmos, sino también la gran poesía que existe en sus textos y, a través de ellos, la identidad de nuestros países, su realidad social y política, pero que está oculto por los grandes monopolios mediáticos, que ensordecen a la gente con banales canciones pasatistas e intrascendentes. Ello no significa que lo nuestro sea triste y aburrido, por el contrario, el arte de América es fundamentalmente alegre, pero serio.
- He leído que en México ustedes dieron a conocer la Nueva Trova de Cuba, ¿es así?
- No diría la Nueva Trova, sucedió que en México el Grupo obtuvo de inmediato una importante popularidad, entonces nuestro representante, el mexicano Julio Solórzano, aprovechó esa convocatoria para que actúen junto a nosotros Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, que fueron los tres fundadores de la Nueva Trova cubana. Allí nació una fuerte amistad con ellos lo cual derivó en que Pablo Milanés presentara uno de nuestros discos, la cantata “Coral Terrestre” con texto de Armando Tejada Gómez, escribiendo en la contratapa un cálido análisis de la obra y del grupo. Con Silvio y Noel emprendimos una extensa gira por México que duró un más de un mes, en la cual estrechamos fuertes vínculos afectivos.
- ¿Siguen en contacto con ellos?
- Noel y Pablo ya no están. En octubre de este año nos encontramos con Silvio en Buenos Aires y fue un mágico momento, al despedirnos con un abrazo susurró a mi oído “No olvides que te quiero mucho”, me cayeron algunas lágrimas y me fui.
- Sanampay ha actuado con muchas figuras de renombre, ¿recuerda alguna en
particular?
- En México, nuestro representante organizaba anualmente en el Auditorio Nacional las Jornadas Latinoamericanas, entonces compartíamos escenario con Chabuca Granda y Nicomedes Santa Cruz del Perú, Quilapayún, Inti Illimani, Patricio Manns e Isabel Parra de Chile, Lilia Vera, Cecilia Todd y Alí Primera de Venezuela, Pueblo Nuevo de Ecuador, a los cubanos ya nombrados agrego a Vicente Feliú, Sara González, Omara Portuondo, Los Van Van, y otros que no recuerdo. De España solía venir Joan Manuel Serrat, de Argentina Los Trovadores, de Uruguay Alfredo Zitarrosa, José Carabajal, Los Olimareños, de Nicaragua los hermanos Carlos y Enrique Mejía Godoy, seguramente olvido nombres pero esencialmente los nombrados.
- ¿Y en Argentina?
- Con muchos, pero quiero nombrar a quienes, además de actuar, estrechamos vínculos de sincera amistad: Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa, Hamlet Lima Quintana, Omar Moreno Palacios, Julio Lacarra, Victor Heredia, Teresa Parodi, Antonio Tarrago Ross, Los Trovadores, Damián Sánchez, y quizá se me pase algún nombre.
- ¿Y con La Pampa?
- Bueno, ahí es muy particular el vínculo del Grupo y el mío personal. Sanampay siente una amorosa amistad con el público pampeano, siempre se nos recibió con un gran respeto, reflejado en el silencio y luego con un intenso aplauso a cada canción, siempre nos hemos sentido como en nuestra propia casa y esa sensación es generalizada en el grupo. Actuar en Santa Rosa no es una actuación más, es algo deseado y disfrutado; no es por casualidad que nuestra última presentación sea en La Pampa, creo que es el lugar indicado para finalizar nuestra historia en Argentina. A nivel personal debo decir que tengo una profunda amistad con Lalo Molina, con quien hemos compartido trabajo autoral; con el querido Paulino Ortellado, a quien escribí un estilo para guitarra; al recordado Julio Domínguez, quién me confió letras para que musicalizara; al gran poeta Edgar Morisoli, con quien también tengo canciones compuestas y con quien entablé una profunda amistad. Con Armando Lagarejo compusimos una hermosa canción llamada “En mi patio hace falta una guitarra” y con Roberto Yacomuzzi una milonga titulada “Canción al canto de mi tierra”.
- ¿Qué mensaje dejaría a tantos seres que han escuchado y deleitado con Sanampay? No solo en Argentina, he visto en las redes numerosos saludos de países como México, Ecuador, Venezuela, y otros, que me ha llamado la atención el conocimiento de la obra de dejada por Sanampay.
- Agradecimiento total por esa fidelidad a nuestro trabajo, es la prueba fehaciente que el esfuerzo no fue en vano, que el camino fue el correcto y la instalación en el gusto de la gente demuestra que nuestra tarea no fue aburrida, sino, alegre y seria.
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