Sanitarista reconoce que la barrera es comercial
El médico veterinario y expresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Jorge Dillon, recordó que en 2011 hicieron un estudio que determinó que “el ingreso de carne con hueso a la Patagonia implicaba un riesgo insignificante desde el punto de vista sanitario, no tiene impacto en la salud animal”. De esta manera se refuerza la teoría de La Pampa: la barrera no es sanitaria, es comercial. El especialista sostuvo que con la apertura, lo frigoríficos del sur van a perder rentabilidad. También criticó la importación de carne desde Brasil.
Dillon brindó declaraciones el sábado en el programa Todo Campo, emitido por LU2 de Bahía Blanca y conducido por Norman Fernández y Rubén Baltián. Allí afirmó que “hace más de 10 años que no hay circulación viral de fiebre aftosa en el país”. Aunque, “defendió” la barrera desde otro punto de vista.
En ese marco, criticó la oportunidad de la resolución N°180 del Senasa, a la que calificó como “un mensaje no positivo para el mundo”. No obstante, subrayó: “Para mí, mucho más importante que eso es analizar la cuestión geopolítica. El valor que pagan los frigoríficos por los animales en la Patagonia es más alto debido a la oferta y la demanda en esa zona. Ese precio podría disminuir, y si eso ocurre, con los costos de producción que existen en la región, se pierde rentabilidad. Entonces la pregunta es: ¿un productor en la meseta patagónica, con condiciones climáticas adversas, debe seguir produciendo con menor renta? ¿O evaluará abandonar su campo y dejarlo a merced de guanacos, zorros, perros y pumas?”, planteó Dillon.
Sin riesgo sanitario.
El sanitarista enfatizó en la necesidad de considerar el arraigo territorial: “Hay que pensar también en mejorar la infraestructura, las comunicaciones, brindar asistencia crediticia y establecer exenciones impositivas que incentiven a los productores a quedarse en la Patagonia. No queremos una Patagonia desierta”.
El especialista advirtió que todas estas variables deben ser evaluadas en profundidad: “Estas decisiones no pueden tomarse de la noche a la mañana por demandas legítimas de los consumidores, que quieren carne más barata, o por presiones de supermercados o de provincias, como La Pampa, que insisten en abrir la barrera al considerar que no hay riesgo sanitario”.
Desde el punto de vista técnico, Dillon recordó que “la Organización Mundial de Sanidad Animal ya permite, desde el año pasado, el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación hacia zonas libres sin vacunación”. El veterinario recordó que “en 2011, cuando era director de Sanidad Animal, realizamos un análisis de riesgo y establecimos que el ingreso de carne con hueso a la Patagonia implicaba un riesgo insignificante desde el punto de vista sanitario. No tiene impacto en la salud animal. Pero esta no es la única cuestión a tener en cuenta”.
Carne de Brasil.
Sobre la posible llegada de carne brasileña a la región, Dillon explicó: “A partir de mitad de año, Brasil podría exportar carne con hueso a la Patagonia porque va a ser reconocida como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación”. Consideró que esto sumará presión al debate interno en Argentina y fortalecerá los argumentos de los frigoríficos de la región pampeana.
No obstante, aclaró que Brasil, más allá del dictamen técnico, deberá esperar el reconocimiento oficial de los 183 países miembros de la OIE en la reunión de fines de mayo. “El 1 de junio podrían obtener el certificado y comenzar a exportar directamente”, anticipó.
En ese marco, propuso que Senasa convoque a los sectores involucrados —productores, veterinarios y organismos técnicos— para elaborar un programa que defina cuándo y bajo qué condiciones sería conveniente suspender la vacunación. “Ese mismo programa, que en 1992 tardó un año en elaborarse para iniciar la vacunación y erradicar la enfermedad, debería desarrollarse durante este año y parte del próximo. Luego, dentro de cuatro, cinco o seis años, podríamos dejar de vacunar”, detalló.
Entre los aspectos a considerar, Dillon mencionó factores sanitarios, económicos y políticos. Y agregó: “Coincido con lo que se plantea desde la Patagonia: en lugar de permitir el ingreso de carne con hueso, ¿por qué no avanzar hacia el estatus de país libre sin vacunación, como están haciendo Bolivia, Brasil y lo está evaluando Paraguay? Esta discusión debe darse”.
Sobre la resolución N°180, sostuvo que “no genera confianza en el mundo”, ya que se trata de “una medida puntual”. En cambio, propuso un enfoque estratégico: “Debemos integrarlo a un programa serio, como lo hizo Brasil. Ellos tardaron diez años, diseñaron un plan y hoy están listos para dejar de vacunar. Nosotros debemos hacer lo mismo. Eso es lo que genera verdadera confianza a nivel internacional”.
Diputados piden informe a Nación.
Legisladores neuquinos presentaron un pedido de informe a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Nación para obtener explicaciones oficiales sobre el posible levantamiento de la barrera “sanitaria”. La medida entró en suspensión durante 90 días hasta que se realice una reunión con los gobernadores patagónicos, encuentro al que no fue invitado el pampeano, Sergio Ziliotto.
El documento presentado en la Cámara de Diputados incluye más de 20 puntos con consultas detalladas sobre la decisión del Gobierno y su posible impacto en la región, según informó el portal de noticias Realidad Económica. Los productores y los legisladores buscan saber cuál es el argumento y el sustento técnico para modificar la legislación sin que el país haya declarado libre de aftosa sin vacunación.
Comercio.
“Uno de los puntos más sensibles es la posible autorización del ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa hacia la Patagonia, lo que podría afectar la comercialización de productos locales en mercados internacionales”, indicaron.
Otro de los puntos destacados por los productores y legisladores es el que involucra al factor económico de la ganadería. Levantar las restricciones de la barrera sanitaria, afirman, podría afectar tanto en lo económico como en lo comercial y además, exigen saber si existe rigor científico que brinde sustento suficiente para tomar modificar la medida actual.
Los productores también manifestaron su preocupación respecto a la posibilidad de que un brote de fiebre aftosa en la región, derivado de la flexibilización de las barreras sanitarias, provoque un impacto catastrófico en la producción agropecuaria patagónica.
Frente a estos planteos, el Gobierno nacional aseguró que la decisión de Senasa fue hecha con dos objetivos: por un lado, bajar el precio de la carne al consumidor; y por otro, eliminar el contrabando que podría afectar el estatus sanitario que tiene la región al sur del Río Colorado.
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